La intención de voto para las elecciones presidenciales de 2026 revela un panorama inédito: el electorado colombiano aún no encuentra un nombre que despierte confianza mayoritaria, y la indecisión se impone como el actor central del momento. En la primera gran encuesta nacional de noviembre de Cifras & Conceptos, la mayoría de los ciudadanos manifestó no saber por quién votaría en caso de elecciones inmediatas, lo que convierte esta intención de voto en terreno fértil para nuevos discursos, alianzas y sorpresas políticas.
Los datos muestran que el país transita un período de transición emocional, política y social, donde las identidades partidarias tradicionales continúan debilitándose. El 45% de los consultados asegura no sentirse identificado con ningún partido, y esa desconexión se refleja directamente en la intención de voto hacia precandidatos.
¿Cuál es la intención de voto en Colombia para 2026?
En prácticamente todas las agrupaciones evaluadas, la opción “Ninguno” supera las preferencias individuales, llegando a picos del 90% en algunos escenarios, una señal clara de que los electores no están dispuestos a casarse rápido con las opciones existentes.
Aunque la indecisión es el denominador común, la medición también da pistas sobre las fuerzas políticas mejor posicionadas. En el sector progresista, Iván Cepeda se impone como figura relevante, obteniendo alrededor de 24% dentro de su agrupación y marcando su lugar como heredero natural del voto de izquierda dura, mientras que otros nombres como Carlos Caicedo y Camilo Romero apenas alcanzan cifras simbólicas.
En contraste, el sector liberal–centrista encuentra en Juan Manuel Galán una carta con potencial, con cerca de 16% en su grupo, lo que lo confirma como rostro competitivo y con capacidad de crecimiento.
En la derecha tradicional, Miguel Uribe sobresale como el nombre más competitivo dentro del espectro político, posicionándose por encima de figuras de mayor trayectoria como Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, quienes registran apoyos más modestos. Sin embargo, al igual que en otros sectores, la intención de voto mayoritaria en este grupo también es para la opción “Ninguno”, que supera el 70%.
Dentro del Grupo 6, compuesto por figuras asociadas a discursos fuertes y visibilidad mediática, la encuesta revela un comportamiento particular del electorado: aunque existe un interés evidente por candidatos de talante confrontacional, la indecisión sigue dominando la escena. En este bloque, Abelardo de la Espriella encabeza las preferencias con 17%, seguido por Vicky Dávila con 10% y Juan Carlos Pinzón con 6%, mientras que la opción “Ninguno” alcanza un contundente 67%
En el centro político, donde históricamente se ha disputado el voto volátil colombiano, la intención de voto favorece a Sergio Fajardo, quien alcanza un 24% en su escenario y lidera ampliamente su grupo. Aunque aún no logra escapar del fenómeno de indecisión generalizado, su posición lo deja como protagonista natural en un país que parece inclinarse hacia propuestas moderadas, técnicas y alejadas de los extremos.
Al final, esta primera medición de intención de voto deja una certeza: la ciudadanía no está dispuesta a tomar decisiones apresuradas ni a respaldar por inercia a los nombres que lideraron ciclos anteriores.
Sin duda, el centro sigue siendo esa porción más grande de personas que aún siguen indecisas y los candidatos que apenas empiezan tienen mucho terrero por ganar. Hay otros que ya tienen un buen tiempo en campaña y esto debería decantarse luego de la última semana de noviembre con un menor número de candidatos.
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