Tomarse un trago es más que un acto social; es una pieza fundamental de la identidad cultural de Colombia y un motor de la economía del país. “Detrás de cada vaso servido hay una historia de trabajo, identidad y pertenencia” sostiene Catalina Lasso, directora ejecutiva de Prolicores, al presentar su análisis de este año.
Este contenido hace parte de la Revista 360 – Edición 10: El año de las Decisiones. Producto periodístico anual y exclusivo elaborado por 360 Radio.
Con data contundente, la industria demuestra su contribución al país:
- El sector representa el 1,5 % del Producto interno bruto (PIB) nacional y genera más de 200.000 empleos totales, extendiéndose desde el campo agrícola, hasta los hoteles, bares, restaurantes, conciertos y ferias regionales. (Oxford Economics)
- La industria de licores anualmente aporta 3.9 billones de pesos colombianos, un capital que paga directamente el salario de 232.140 maestros y enfermeras en todo el país. (Oxford Economics)
Retos: alza de precios y legalidad
El principal reto que compromete la estabilidad de este aporte fiscal es la persistente inestabilidad regulatoria. Las discusiones de 2025 sobre el aumento desproporcionado de las cargas fiscales y de gravámenes al licor, que en algunos casos llegaría a elevar el precio del producto final entre 40% y 60%, son vistas por Prolicores como un desacierto de política pública.
“Encarecer el licor legal no frena el consumo, lo empuja hacia la ilegalidad, se pierden empleos y se arriesgan vidas,” afirma Lasso.
La evidencia es contundente: el aumento abrupto de impuestos es uno de los incentivos directos para la migración de consumidores hacia el mercado ilegal. Estudios demuestran que este podría llegar hasta el 50%, lo que desfinanciaría al Estado. Y lo que es peor, expone a los ciudadanos a un riesgo sanitario inminente, ya que el licor adulterado representa una amenaza real para la salud pública. Ante este escenario, la industria insiste en que un marco tributario debe promover la formalidad, la competitividad y la sostenibilidad fiscal, sin desincentivar la legalidad ni el empleo.
Sobre sus principales líneas de acción, Prolicores explicó sus apuestas como gremio:
- Responsabilidad frente al consumo:
Promover un consumo moderado y responsable de alcohol es una prioridad innegociable. Por eso la industria invierte de manera constante en campañas de prevención, que se centran en la moderación como el camino compatible con un estilo de vida saludable.
Campaña insignia: Este año, destacaron iniciativas como la reciente «Amantes del Buen Beber», liderada junto a figuras influyentes como el Doctor Alberto Casas y Carmiña Villegas. A través de diferentes capítulos, la campaña demostró su capacidad para comunicar mensajes de prevención de manera efectiva y con un tono cercano, elevando la conciencia sobre el consumo responsable.
- Mercado Legal:
El compromiso con la legalidad implica trabajar por la eliminación de las barreras operativas que facilitan la informalidad.
Apuesta estratégica: En el marco de esta apuesta por el mercado legal, Prolicores ha reforzado su enfoque técnico mediante estudios clave y la reciente firma de un acuerdo de cooperación con TRACIT, la red internacional especializada en combatir el comercio ilícito y promover buenas prácticas regulatorias, lo que consolida un trabajo más articulado y basado en evidencia. A nivel sectorial, la industria ha impulsado iniciativas relevantes, como las capacitaciones a la POLFA y programas de economía circular, que contribuyen a reducir la disponibilidad de envases para la adulteración y fortalecen la lucha contra el comercio ilícito.
- Eficiencia, agilidad y modernización de los procesos:
En este pilar, Prolicores ha impulsado una agenda orientada a la modernización y simplificación de los procesos fiscales y regulatorios, promoviendo herramientas que fortalezcan la eficiencia tanto para la industria como para las autoridades. En esta línea, seguiremos acompañando la revisión técnica de los sistemas de señalización y estampillado, con el propósito de identificar oportunidades de mejora que permitan optimizar costos, agilizar operaciones y aprovechar las nuevas tecnologías disponibles. El objetivo es avanzar hacia mecanismos más modernos y efectivos que fortalezcan el control fiscal y aporten a una gestión pública más ágil y eficiente.
Al finalizar este balance, Prolicores no solo ve desafíos; vislumbra oportunidades enormes y emocionantes en el horizonte.
“En un país donde el sector del turismo, el entretenimiento y la celebración se consolidan como motores de crecimiento en Colombia, nuestra industria representa una verdadera fuente de inversión y un generador masivo de empleo sostenible. Prolicores está aquí para apostar por ese futuro. Sin embargo, para capitalizar estas oportunidades urge garantizar un marco regulatorio de confianza”, concluyó Lasso.
