La migración mundial por estos días se ha convertido en un tema de conversación, situación que no es nueva y la cual tiene un único destino cierto y congruente para la gran mayoría de la migración mundial, es Estados Unidos.
Estados Unidos ha hecho que un país como Colombia, en la esquina de América, con una conexión porosa, insegura e insalubre con Panamá, es una conexión inexistente, pero una selva, la cual han tratado de domar por parte de la delincuencia.
Es una vida donde se han intentado hacer carreteras hechizas, de encontrar caminos, rutas, recorridos, apropiarse de ella, incluso peleas criminales por esas rutas. Algo está claro y es que donde no está el Estado, están los ilegales y los ilegales, que hoy controlan esa frontera de Panamá con Colombia, tanto por mar como por tierra. Públicamente, se ha conocido que las tarifas van desde los 150 dólares hasta los 300 dólares.
Este hecho hoy es un incentivo gigantesco, quizá es la única salida para muchas personas de todo el mundo que necesitan y buscan llegar a Estados Unidos. De manera que México está presentando un mayor control previo para llegar a Estados Unidos, esto se debe a los acuerdos pactados entre ambos países.
México se ha convertido en un país que ha detenido a miles de inmigrantes todos los días porque esto hacen parte de ese compromiso con Estados Unidos. El Salvador con Nayib Bukele se ha convertido en otro gran impedimento.
De manera que Colombia, con una laxitud inexplicable e injustificada, no solamente, durante este gobierno, sino durante todos los últimos años, se convirtió en una nueva plaza favorita de llegada, entre Ecuador y Colombia y desde luego, Venezuela, por sus nexos con tiranías, regímenes autocráticos y dictatoriales en el mundo.
Estos son el lugar favorito para que los migrantes aterricen allí, ya que saben que si llegan a países de Centroamérica como El Salvador o México fácilmente pueden ser deportados, lo que hace que lugares como todo el Urabá Antioqueño hoy conserven, persistan y mantengan grandes problemas de migración.
El alcalde de Nueva York, que estuvo hace unos meses, está tratando de entender un poco más las situaciones para llevar un mensaje a Estados Unidos de que algo había que hacer para contener esta migración. Pero si bien Estados Unidos va a necesitar una migración regular y continua, así no lo acepten oficialmente, saben que es cierto número de migrantes al año, por más que sean ilegales, son necesarios para movilizar su economía.
Eso hace que hoy Colombia, luego de las firmas de unos acuerdos en donde la Francia Márquez llegó a África, a estrechar lazos con comunidades africanas y flexibilizar, acuerdos, ingresos, salidas, tránsitos en aeropuertos, para estas comunidades.
Comunidades que vieron en esto es una gran luz verde para poder llegar a Estados Unidos, lo que están haciendo es que: se montan a un avión y llegan a Panamá, en Panamá no los dejan, entrar, los devuelve, entran a Colombia o directamente buscan llegar a Colombia desde lugares como Turquía, de lugares como París, desde Madrid, desde otros vuelos que proceden de Europa y es una migración que va a seguir aumentando.
Esta migración va a llegar a ciudades como Cartagena y va a llegar desde luego a ciudades como Medellín, que están más cercas del Urabá Antioqueño y hoy las autoridades en Colombia, tanto nacionales, como regionales, no están preparadas para esto, no lo vieron venir y por ello hoy en el aeropuerto El Dorado se están presentando estás situaciones.
Hay una responsabilidad política, que se tiene que asumir, por haber hecho esos acuerdos que flexibilizaron a Colombia para recibir personas de países que hoy están migrando irregularmente; hay una responsabilidad los últimos gobiernos; hay una posición que no se ha querido tomar, porque puede ser políticamente incorrecta y es empezar con deportaciones de todos los migrantes que ingresan al país irregularmente, pero que no va a pasar.
Colombia ha sido demasiado generosa con los venezolanos, con muchas nacionalidades que hemos recibido, sin importar cuánto cueste en temas de emigración y debe cargar con las consecuencias.
Los gobiernos deberían ser más responsables con las decisiones que tomen. Si la decisión es abrir el Colombia de par en par para que todo el mundo pase por acá y migre, pues que sepan que las consecuencias es que son turistas, pero que el país no se puede exponer a riesgo de seguridad, a riesgos de salud, a riesgos de ser unos padres a nivel mundial que estamos siendo cómplices del tráfico de personas, de la trata de blancas, de tráfico de niños, de todo lo que también hay de ilegalidad en esa figura.
Colombia no solamente posar para la galería, sino tomar decisiones responsables, en algo tan delicado como es la migración, porque son vidas, porque son personas que están viviendo de tiranías, son personas que no están buscando llegar a Cuba, ni a Venezuela, ni a nicaragua para vivir son personas que están buscando quedarse en países como Estados Unidos o incluso México, están huyendo de pobreza, de miseria, inseguridad, de persecución, de tiranías. Esto es algo que no se puede haber visto bajo un lente político, sino con la responsabilidad que acarrea una situación como esta.
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