El acceso a una vivienda digna continúa siendo una de las principales preocupaciones para millones de familias en América Latina, particularmente en las grandes urbes, donde los precios siguen siendo prohibitivos para amplios sectores de la población.
Así lo evidencia el más reciente informe del Relevamiento Inmobiliario de América Latina (RIAL), elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella en colaboración con el portal Inmuebles24, el cual analiza el valor promedio del metro cuadrado en distintas ciudades de la región con datos actualizados a marzo de 2025.
Uno de los hallazgos más llamativos del informe es la fuerte presencia de ciudades mexicanas entre las más costosas para adquirir vivienda en América Latina. Ciudad de México ocupa el segundo lugar del ranking, sólo superada por Montevideo, Uruguay.
Vivienda en América Latina: México concentra tres de las cinco ciudades más caras para comprar
En la capital mexicana, el costo promedio por metro cuadrado alcanza los 2.666 dólares, una cifra que pone en evidencia las profundas barreras de acceso al mercado inmobiliario para miles de ciudadanos.

A la Ciudad de México le siguen Monterrey, que se ubicó en el tercer puesto, y Guadalajara, que cerró el top cinco de las ciudades con precios más elevados.
De esta forma, México concentra tres de las cinco primeras posiciones del ranking, lo que refleja una problemática estructural en el acceso a la vivienda en sus principales centros urbanos.
Entre estas urbes se coló también Buenos Aires, Argentina, que ocupó el cuarto lugar. Pese a la fuerte devaluación del peso argentino en los últimos años, el precio del metro cuadrado en dólares sigue siendo alto en la capital porteña, aunque por debajo de las cifras observadas en México y Uruguay.
El informe del RIAL también muestra una leve tendencia a la baja en los precios regionales, al menos si se consideran los valores en dólares.
En promedio, los precios en América Latina cayeron un 2,3% en dólares nominales y un 3,2% en dólares reales, es decir, ajustados por inflación estadounidense.
Sin embargo, cuando se observa la evolución en moneda local real, los precios se mantuvieron prácticamente estables, lo que sugiere que las dinámicas inflacionarias locales contrarrestaron cualquier descenso significativo.
Más allá de las cifras, el estudio pone de relieve una problemática de fondo, el aumento sostenido en los precios de la vivienda ha convertido a este derecho básico en un lujo cada vez más inalcanzable para las clases medias y bajas urbanas.
En ciudades como Ciudad de México, donde los sueldos no han crecido al mismo ritmo que el valor del suelo, el sueño de adquirir una propiedad propia se aleja cada vez más del horizonte de millones de personas.

El fenómeno también se relaciona con la alta demanda y la escasa oferta de vivienda asequible, la especulación inmobiliaria y la concentración de desarrollos en zonas de alto valor, en detrimento de proyectos de vivienda social o de interés prioritario.
Expertos en urbanismo y políticas públicas insisten en la necesidad de implementar medidas regulatorias que equilibren el mercado y fomenten el acceso equitativo al suelo urbano.
Por ahora, los datos confirman lo que muchos ya experimentan a diario, la vivienda, lejos de ser un derecho garantizado, sigue siendo uno de los principales factores de exclusión social y económica en América Latina, con México en el centro de esta compleja realidad.
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