Las movilizaciones ciudadanas

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Por: José Miguel Santamaría Uribe


La democracia no es un sistema de gobierno perfecto, pero si parece ser el que mejor funciona, el simple hecho que sean las mismas personas a través del voto las que elijan a sus gobernantes la hace participativa y de mayorías.

En Colombia podemos hablar adicionalmente de la baja participación o abstención ya que por lo general participa solamente alrededor de la  mitad  del censo electoral, o que muchos de los electores van a las urnas influenciados por los grupos armados o por la compra de votos, no deja de ser nuestra mejor alternativa, debemos combatir los vicios de la democracia pero no acabar con esta.

Pero una cosa es el tema electoral y otro muy diferente lo que llaman el derecho a la protesta o las movilizaciones populares o ciudadanas que se han venido acrecentando y que están dejando ver otra faceta de la democracia.

La polarización ideológica en el mundo está mostrando los dientes, existen hoy en día demasiados intereses y muchísimos recursos económicos que están siendo utilizados para manipular a la población, muy pocas veces estas movilizaciones populares son verdaderamente una reacción del pueblo contra un hecho o un gobernante, cualquier movilización necesita de muchos recursos económicos y de logística para que sea exitosa.

No estoy en contra de la protesta social, creo que es válida y que le da herramientas al gobernante para entender mas a sus gobernados y también es un termómetro de opinión acerca de la favorabilidad y aceptación de un régimen, en lo que si no puedo estar de acuerdo es que esta se utilice manipulando a la población, con recursos oscuros de fundaciones u ONGs extranjeras que quieren generar zozobra y desestabilización para lograr sus intereses ideológicos. Hoy en día las minorías quieren a través de estas movilizaciones imponer su pensamiento y sus costumbres a unas mayorías que no están de acuerdo pero que no son activas políticamente.

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Una cosa es el flujo de venezolanos que por cuenta del hambre y del régimen de ese país cruzan la frontera hacia Colombia buscando unas mejores condiciones de vida, esta es una movilización no manipulada, sino libre y espontanea de las personas que no aguantan mas, diferente a lo que está pasando en Centroamérica donde caravanas de hondureños se dirigen hacia Estados Unidos manipulados y financiados por grupos extremistas para generar un hecho político antes de unas elecciones parlamentarias en el país del norte.

Las manifestaciones violentas de indígenas en Colombia en zonas cocaleras son otro ejemplo de la manipulación de grupos o personas al margen de la ley con grandes recursos económicos que manipulan a estos grupos con baja educación y con necesidades para su propio beneficio, seguir manteniendo un negocio ilícito; esto claramente no se debe permitir, ni a la violencia ni a la ilegalidad se le debe soltar  la cuerda, cuando se hace se hiere a la democracia. Cualquier manifestación ciudadana que termina en actos violentos o tiene infiltrados de grupos al margen de la ley, o patrocinada por personas que quieren generar caos.

Los gobiernos tienen aprender a manejar y conocer estas movilizaciones para entender cuales tienen realmente un carácter cívico y democrático y cuales uno ideológico y electoral.

 

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