En muchos diagnósticos que se han hecho sobre el gobierno del presidente Gustavo Petro y más que todo sobre su carácter, su personalidad, del talante con el cual ha pretendido gobernar el país, se concluye una cosa y es que es un político más propenso a la grandilocuencia a pensar en un punto de partida, pero no tener un camino y mucho menos un puerto de llegada.
Es un presidente, que simplemente se le ocurre algo en la cabeza y cree que es lo que se debe hacer y ordena y de ahí que sienta tanta frustración, en los últimos meses, con gran parte de su gobierno porque según él no ejecuta.
Al presidente Petro no le inquietan las dificultades naturales del ejercicio de la gobernanza, cree que cada obstáculo, cada pero, cada problema, es una provocación de un enemigo, es una provocación de un interés externo.
De manera, que esto va ligado con la malquerencia hacia el sector privado, para este presidente el sector privado no es compatible con el Estado y eso es lo ha demostrado en cada uno de los frentes que ha intentado reformar. Ya lo hemos visto en el sector salud y ahora en donde cree que en Antioquia hay un festival de privados con lo público y llega diciendo que él quiere apropiarse de ese supuesto festival.
El problema mayoritario de esto, el más elemental, es que Gustavo Petro toma decisiones sin informarse, es inflexible, ante sus pretensiones y una de las grandes pretensiones que tiene el presidente y lo ha demostrado con proeza, con ansias de descentralizar aún más el Estado, de recoger lo que más se pueda para tenerlo bajo su control, son ansias de poder, son variables de un gran egocentrismo y ha desconocido por completo 22 años de lo que Antioquia ha venido haciendo, como un departamento de tradición y vocación minera.
Antioquia es el único departamento con Secretaría de Minas y la delegación ha mostrado que esta, no iba a en contra de los intereses del Gobierno Nacional, no le quitaba ninguna función Constitucional como había dicho el presidente Petro y desde luego la misma capacidad que ha adquirido la Secretaría con sus tres direcciones, el conocimiento técnico.
La red de trabajo que se ha hecho, ha logrado que las exportaciones de oro crezcan en mayo un 40%, que se hagan continuamente certificaciones de las titulaciones entregadas, se han rechazado un importante número de concesiones, se han hecho más de 1400 visitas de fiscalización, más de 3000 evaluaciones, más de 200 títulos terminados por procesos sancionatorios, más del 7% de los títulos mineros en Colombia activos, están en Antioquia. Es un departamento que aporta más del 40 % a las exportaciones mineras. Todos esos números, según la ANN, el Gobierno Nacional los ha desconocido.
Hay que saludar, en la defensa que hizo el presidente del Congreso, Iván Name, sobre esta decisión, también de múltiples declaraciones de congresistas, tanto de Antioquia, como de otros departamentos sobre casi el 38% de exportaciones mineras.
Esto se está sumando a una larga lista de acciones que no se entiende del presidente Petro cuenta Antioquia, la intervención a Savia Salud, la intervención de Comfenalco, excluir a Medellín de su Plan Nacional de Seguridad, negarle recurso para las vías 4G y ahora retirar la delegación minera, hasta hace poco también querían hacer una toma hostil del Metro de Medellín.
La peor esencia de todo esto, es que hay una clara confrontación política con el presidente Petro desde Antioquia y de Antioquia hacia Petro, las medidas que se vendandrán en su gobierno van a ser totalmente infundadas, ausentes de rigurosidad, de análisis técnico, llenas de ideología, nada más de saber que hace unos días le decía al ministro de transporte, William Camargo que parece Uribista, por darle unos recursos al departamento de Antioquia, aún cuando esto ni siquiera es cierto, el departamento no ha recibido recursos económicos comprometidos y hoy se lo están embolatando.
Todo esto es una un acto de centralismo, asfixiante, fastidioso y divisorio, como diría el gobernador electo, Andrés Julián Rendón o Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura, ha dicho que esto es una bofetada a Antioquia, quien ha caracterizado y destacado la tradición minera centenaria Antioquia y una escuela de ingeniería de minas ejemplar, es una toma injustificada.
Hoy lo que exacerbar el centralismo, el gobernador Aníbal Gaviria también ha rechazado de manera contundente esta decisión que afectará pequeños y medianos mineros, donde se ha logrado más del 40% de toda la formalización minera y también demuestra un profundo desconocimiento.
Esta decisión deja sin piso que la Gobernación de Antioquia tenga una Secretaría de Minas, que bueno sería que Petro entregará más de 2 billones que faltan, para terminar las vías nacionales en Antioquia. No se entienden las palabras bonitas y amables del señor Álvaro Pardo, director de la ANN, cuando venía a Antioquia a distintas reuniones a distintos festivales.
Desde ahora auguramos que esa toma de la delegación minera no va a salir bien, como no ha salido nada bien de lo que ha hecho este gobierno intentando centralizar.
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