La bancada uribista quedó en una situación bastante incómoda. No solo perderán a su líder natural, sino que le dejarán un gran espacio la oposición, la cual llega fortalecida al Congreso, y que muy seguramente aprovecharán la ausencia del expresidente para hacerle las cosas más difíciles a Iván Duque.
Por: Redacción 360 Radio
Sin lugar a dudas la renuncia de Álvaro Uribe al Congreso fácilmente puede convertirse en la noticia del año. La decisión que comunicó este martes el expresidente terminó desatando un tsunami político sin precedentes en la historia colombiana; sus detractores afirman que lo hace para evadir a la justicia, otros más ingenuos aseguran que lo hizo para gobernar a Colombia detrás de Iván Duque, mientras que quienes lo apoyan, sostienen que se trata de un montaje por parte de sus enemigos políticos y le insisten al líder del Centro Democrático para que desista de su decisión. Lo cierto es que la renuncia de la figura política más importante del país tendrá efectos en su colectividad y en el gobierno que está por comenzar.
¿Qué pasará con Iván Duque y con el Centro Democrático en el Congreso?, es la pregunta que muchos se hacen, pues es innegable que si el Senado aprueba la renuncia de Uribe, la bancada uribista quedará en una situación bastante incómoda, ya que no solo perderán a su líder natural, sino que le dejarán un gran espacio la oposición, la cual llega fortalecida al Congreso, y que muy seguramente aprovechará la ausencia del expresidente para hacerle las cosas más difíciles a Iván Duque.
Y es que precisamente el presidente electo perderá su acérrimo alfil; con Uribe en el Congreso no habría duda de que hubiera sido más sencillo tramitar los proyectos de ley que el nuevo presidente de los colombianos necesitará para poder cumplir muchas de sus promesas en campaña. Es obvio que hay una gran diferencia entre apoyar y defender una causa en Twitter a “poner el pecho” directamente en el Congreso, una situación que puede convertirse en una gran preocupación para Iván Duque, pues aunque nadie discute que el nuevo presidente tiene una gran bancada por detrás respaldándolo, su padrino, mentor político y la maquinaria que representa Uribe, ya no estará. El gran reto del futuro presidente será mostrar su talente sin Uribe, algo que puede marcar el futuro de su Gobierno.
Para el uribismo, es más que claro que la oposición está al acecho y tan pronto se conoció de la renuncia de Álvaro Uribe al Senado, diferentes sectores políticos y periodísticos le pidieron a Iván Duque respetar la separación de poderes y el Estado de Derecho, para no entorpecer el proceso que inició la Corte Suprema de Justicia en contra del expresidente. Con la renuncia de Uribe, la oposición tiene la gran oportunidad de poner a la gente de su lado, están a la espera de que Duque de el paso en falso de escoger entre su lealtad a Uribe y el respeto a las instituciones de la justicia, para así debilitar y dividir al uribismo. La posición que tome el presidente electo debe ser inteligente y será la clave para saber sortear esa nueva jugada de quienes se opondrán a su gobierno.
Por otra parte, queda una gran duda en el Centro Democrático y en la opinión pública: ¿Quién tomará las riendas de esta colectividad?, ¿Ernesto Macías?, ¿Paola Holguín?, ¿Paloma Valencia? Aunque se supondría que el nuevo presidente del Senado es quien asumiría ese nuevo rol, quien se atreva a hacerlo tendrá en sus espaldas la responsabilidad de tramitar ante el Congreso de la mejor manera los principales proyectos que le garanticen éxito al gobierno entrante de Iván Duque. Asimismo, tendrá la difícil tarea de mantener el apoyo que el uribismo logró para el nuevo gobierno por parte de los partidos Cambio Radical, Liberal, Conservador y de la U.
Tal vez este sea el momento más crítico que vive el expresidente, el Centro Democrático y quienes se identifican con las ideologías de este partido político. Sin embargo, no todo es malo para ellos, pues esto puede convertirse en una gran oportunidad para que el uribismo ratifique el crecimiento que ha tenido como colectividad, para que el Centro Democrático siga adelante con las bases y raíces que Uribe dejó sembradas y, sobre todo, para que Iván Duque ponga a prueba a su talante y su liderazgo. Amanecerá y veremos…