«Estamos en una situación donde el próximo presidente va a recibir un país casi en cenizas; se tiene que empezar desde cero a construir una nueva nación», Luis Pérez en 360

El exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, estuvo en Conversaciones 360 exponiendo algunas de las ideas que le presentará al país en condición de candidato presidencial: justicia, cannabis medicinal, JEP, seguridad, entre otros temas de interés nacional.


Conversaciones 360

«Estoy muy feliz de poder compartir este espacio con ustedes y de poder compartir algunas ideas sobre Colombia» Luis Pérez.

360: 

Usted que ha sido mandatario tanto de una ciudad como de un departamento, ha podido palpar de primera mano las dificultades que se tienen a la hora de sacar adelante proyectos con el Gobierno Nacional, no solo en temas de infraestructura, de seguridad, de salud, sino también sociales. 

Ahora que aspira usted a la presidencia de la República, ¿Cuál sería ese primer replanteo que usted haría desde el Gobierno Nacional para garantizar mejor articulación con todas las regiones de los 32 departamentos de Colombia?

Luis Pérez (L.P.:)

Colombia se ha recentralizado severamente; curiosamente la constitución del 91 dio la orden que descentralizáramos más al país, y por el contrario hoy 30 años después podemos decir que el país se descentralizó, o sea, se fue en dirección contraria a lo que dijo la Constitución. 

Esto se podría explicar de muchas formas, hay una que lo explica sin ninguna duda; en Colombia de cada 100 pesos de impuestos que se le pagan al Gobierno Nacional, el Gobierno Nacional se gasta 83, les da 5 pesos a los departamentos y le da 12 a los municipios, o sea que, es inaudito que en un país el 83% de todos los ingresos se lo esté gastando el Gobierno Nacional. 

El Gobierno se ha llenado de burocracia, de nuevas entidades de derroche. Miren, aquí el Gobierno Central tiene 10.000 vehículos, ¿Cuánto vale mantener esos vehículos?, el Gobierno Central en los últimos 8 años creó entidades y gastos innecesarios por 10 billones de pesos, o sea que, es imposible seguir desarrollando el país a este ritmo y yo por eso estoy proponiendo la rebelión de las regiones, la revolución de las regiones para poder cambiar a Colombia. 

No podemos seguirnos gastando todo el dinero en el Gobierno Central, ellos se gastan 224 billones en funcionamiento, así no hay ningún país que salga adelante, además, el Gobierno cada vez se endeuda más. Imagínense que ya tenemos una deuda de 157.000 millones de dólares, -si nos descuidamos nos van a quitar el país con esas deudas tan altas y tan irresponsables por culpa del Gobierno Central- 

El Gobierno Central es el que más corrupción tiene; fíjense que los mayores escándalos de corrupción de Colombia pasan por el Gobierno Central, Odebrecht, MinTic, Reficar; todo el Gobierno es el que lidera la corrupción en este país. 

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Luis Pérez Gutiérrez

360: 

Una de las principales problemáticas que tiene hoy nuestro país se centra en la desconfianza; se ha perdido ese respeto entre el ciudadano y las instituciones, no se cree en las decisiones judiciales y hemos visto todo lo acontecido con el paro nacional recientemente que dejó centenares de policías heridos, incluso muertos y ahora en cualquier medición que se publique es claro que la gente no quiere saber nada de políticos, de medios de comunicación, ni siquiera de la policía. 

Eso suscita un grave problema de legitimidad de las instituciones, ¿Cómo plantea usted recuperar esto? 

Luis P

Lo primero es que en Colombia tenemos que hacer un gran esfuerzo para rejuvenecer los partidos políticos, porque de alguna manera los partidos son como un camino ideológico y cultural de una nación. En Colombia estamos en la peor decadencia de los partidos políticos, -no se conocía antes una decadencia igual-. 

Ayer leía una encuesta y el Partido Liberal creo que tiene un 3% de favorabilidad, el Partido Conservador tienen el 2%, el Centro Democrático -que es el del Gobierno- tiene también como el 4%, en fin. Ese es un primer paso para empezar a recuperar la confianza del país, porque o si no esto se va a atomizar. Yo por ejemplo voy a la presidencia por un movimiento independiente porque los partidos políticos se envejecieron, porque los partidos no respetan a sus seguidores y creen que son esclavos. 

Lo segundo es que tanto los partidos como el Gobierno se están involucrando en temas de corrupción, que eso a la gente le cae muy mal, ahora por ejemplo veo que en ese tema de MinTic ya van a denunciar varios congresistas de distintos partidos que al parecer tuvieron su tajada en ese tema.

El tercer paso es que al Gobierno le ha faltado carácter, ha dejado que jueguen con las instituciones; por ejemplo, a mí me parece horroroso que a un policía le paguen y no pase nada, o que puedan prender las casas de justicias en este país y que no pase nada, que puedan prender un cai con policías dentro y haya personas celebrando; la policía tiene que ser en cualquier sistema, el símbolo del orden ciudadano, no solamente en Colombia.

-Hace poco veía un vídeo de Chávez, que de alguna forma tenía la ideología de los que aquí prendían casas de justicia, y Chávez decía, «todo aquel que ataque a un policía tienen que cogerlo de inmediato, y échenle gas y del bueno»- ¿por qué acá no se puede respetar a los policías? 

Eso es una señal de que el Gobierno debe responder por su policía, debe hacerla respetar; también capacitarla, reprenderla si está actuando mal, en fin, pero dejar deteriorar la autoridad como una lectura de la democracia, eso no es bueno. Entonces aquí parece ya legal quemar un banco, o parece legal meterse a un almacén de cadena y arrasar con todos sus productos. 

Lo que está faltando en este país es una autoridad que le devuelva la confianza a la gente, que se respeten los derechos ciudadanos; aquí tuvimos un paro que se acabó porque se quiso acabar, -los bloqueos en Colombia no los levantó el Gobierno, los bloqueos se acabaron fue por inercia- ya que no hubo un Gobierno capaz de levantar los bloqueos que son de alguna forma una afectación a la calidad de vida del ciudadano, a la dignidad humana. 

O sea que, estamos ante un Gobierno, unos partidos políticos, unos responsables del país que están dejando diluir los valores principales de una democracia, y eso hace que la gente pierda de confianza en la institucionalidad, que viva con miedo, o sea que aquí estamos en una situación donde el próximo presidente va a recibir un país casi en cenizas; se tienen que empezar desde cero a construir una nueva nación. 

360: 

Precandidato, hay una preocupación en el país hace más de 12 o 15 años y que tiene que ver con la inseguridad en las ciudades y departamentos, y usted lo vivió como gobernador de Antioquia. 

Las pocas herramientas que tienen las autoridades para actuar por cuenta de que la justicia tampoco coopera,  y es muy sencillo: el policía o el soldado pierden moral, pierden valentía porque van y capturan a una persona 3 y 4 veces por semana, un juez a veces no tiene -dicen ellos- las herramientas para encarcelarlos, otros dicen que no hay cárceles, -acá hace más de ocho años no se construye una cárcel-, y en general este Gobierno se va sin plantear una reforma a la justicia y con cuatro ministros en esa cartera; y un país sin justicia es muy difícil que funcione, ¿Qué plantea usted? 

L.P.:

La justicia hay que hacerle una reforma gigante y hay que unificarla. En Colombia nos estamos acostumbrando, para cada cosa hacer un sistema de justicia diferente y fuera de eso, asociado al tema de justicia está el tema penitenciario, que para mí es uno de los problemas más graves que tienen Colombia. 

Yo creo que, con el tema de la JEP, eso también tiene que ser temporal; acá en Colombia se vuelve una profesión ser víctima, uno muchas veces habla con la gente y les pregunta: «¿usted qué hace?, y ellos responden: «Yo soy víctima», «yo soy desmovilizado», o sea, es como si se convirtieran en profesiones unas acciones que tienen que ser temporales. 

Yo también creo que el tema de la JEP que tiene que ver con el tema de la paz del presidente Santos, tiene que ser una cosa temporal, -eso no se puede quedar 20 o 30 años simplemente teniendo justicas paralelas-, si a alguien no le gusta la JEP entonces se va para la justicia ordinaria, y así sucesivamente. Tiene que haber mucha más claridad sobre como juzgar un congresista, por ejemplo. Uno a veces ve como los congresistas renuncian a su cargo para que los juzgue la Fiscalía, y yo creo que después de que se inicie un juicio, ya ese es el organismo competente, porque o si no la justicia se va a desbaratar en este país.

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Aquí necesitamos una reforma grande a la justicia, necesitamos más tecnología para la justicia; aquí en Colombia pensamos que necesitamos gente, ustedes ven que cada que la Contraloría, la Procuraduría, las Cortes, el Ministerio de Justicia siempre piden más gente, más jueces, etc.,  pero si hoy tenemos la tecnología, alguien tiene que salir sin pena a decir -señores, no más burocracia, esto no está funcionando-, vamos a meterle toda la tecnología necesaria para que los jueces puedan trabajar y resolver problemas en día y no en años. 

Todo lo que sea tecnología hay que meterle más. Cada que se refuerza la justicia son 5000 personas más, cada que se renuevan los jueces son 20.000 personas más, y así; aquí estamos viviendo como en el siglo pasado, una cosa que es análoga, -hoy está lo digital- ¿Qué es lo que los jueces necesitan para que fallen rápidamente?, hay que darle legalidad a lo digital, a los vídeos, a lo electrónico, porque o sino lo jueces van a meterse en una burocracia de tener más y más jueces y nunca fallan porque siguen leyendo un libro o interpretando una jeroglíficos.

Yo creo que hay que modernizar así la justicia, y tenemos también que moderniza el sistema penitenciario, que es corrupto, es inseguro, es un sistema que no está resocializando a la gente, ese sistema es la universidad del crimen, en ese sistema penitenciario se sienten más seguros los criminales porque ponen su oficina digital, desde la cárcel tienen todo para vender droga, ordenar secuestros, ordenar muertes, para hacer negocios.

«Esto está listo para cambiar, solo que tenemos unos gobernantes que tienen la imaginación en vacaciones.»

Estoy hay que cambiarlo, no podemos seguir con el nido de corrupción en el interior del sistema penitenciario. Yo creo que el sistema penitenciario debe en parte privatizarse y hay que cobrarle arriendo a los reclusos que tienen dinero, y hay que llevar una ley para que ningún recluso se la pase durmiendo en la celda, yo creo que tenemos que sacar una ley que diga que los reclusos deban estar listos a las 7:00 a.m. para hacer alguna actividad laboral y también una actividad de estudio. 

Yo pienso que sería bueno comprar unas 5mil o 10mil hectáreas, -por ejemplo, en los Llanos Orientales, en Urabá, o en la Costa Caribe o en el Pacífico- y empezar hacer unos edificios penitenciarios, pero con un gran terreno para que esta gente reclusa trabaje, haga actividad productiva, inclusive, ojalá se pagara su propio costo en la cárcel. Es que a nosotros un recluso nos puede costar 10 o 15 millones mensuales, y eso está saliendo de plata de los ciudadanos y eso hace muy ineficiente al Estado.

Yo creo que al día siguiente de ser presidente ordeno militarizar todas las cárceles para empezar a ver cuáles son los corruptos, cuáles son los que dejan meter todo acto de ilegalidad en las penitenciarías, porque este país no puede seguir así; aquí hay personas que entran a la cárcel hasta 10 veces en su vida, eso no tienen ningún sentido, por ello hay que buscar la participación de modelos internacionales que permitan que el que llegue a la cárcel salga reeducado. 

Yo creo que la cárcel no es una venganza de la sociedad contra los reclusos, sino que es una opción de recuperación de una persona que por alguna razón cayó en una violación de reglas sociales, pero el objetivo central debe ser recuperarlo, que trabaje, estudie, que tenga buenas formas de vivir, o si no este país se va a pasar metiéndolos una, dos, hasta 10 veces a la cárcel a los mismos delincuentes de siempre. 

360:

Esta pregunta va enfocada a una propuesta revolucionaria que usted ha hecho y entendiendo que estamos en un siglo de cambios, en un siglo de replantear muchas políticas y hoy, por ejemplo, está usted en cualquier calle de New York, de Manhattan y es normal sentir en olor de la marihuana es cada esquina; usted en EEUU encuentra en cualquier tienda marihuana de todos los colores, presentaciones, tamaños, etc. 

Algunas personas dicen que el día que coseche una amapola en EEUU van a legalizar la Coca. Colombia lleva bastantes años luchando contra las drogas mancomunadamente con EEUU, pero es cierto que seguimos poniendo muertos, violencia, y todo lo que conlleva el narcotráfico. 

Usted ha hablado del cannabis y nos gustaría que le contara a nuestros oyentes, televidentes y lectores en qué consiste esta propuesta. 

L.P.:

En este momento hay dos etapas del cannabis: el medicinal y el industrial y hay una segunda etapa que es el recreativo.

El cannabis medicinal tiene un mercado aproximadamente de 30.000 millones de dólares. La propuesta mía es que sembremos las 200.000 mil hectáreas de coca en cannabis medicinal y en cannabis industrial, eso puede dar unos 17 empleos por hectárea, lo que significaría crear en el campo 3.4 millones de empleos, todos bien pagos, todos formales, todos legales; eso es empezar a formalizar a Colombia, eso es empezar a darle paz a nuestro país, eso es empezar a recuperar la dignidad campesina.

Entonces esos campesinos podrán sacar aceite de cannabis, hay que capacitarlos, hay que darles equipos y hay que ir hasta allá a comprarles el aceite de cannabis medicinal, hay que apoyarlos sacando las flores secas y los extractos. En el entorno se puede sembrar cannabis industrial; el cáñamo de marihuana de cannabis es demandado totalmente en el mundo, lo están comprando de inmediato, o sea que ahí hay un primer paso.

Primero para generar 3.5 millones de empleo, segundo para que a Colombia le entren 6mil, 7mil, 8mil millones de dólares por exportaciones; con el café nosotros recibimos 2mil millones de dólares, o sea, eso muestra la importancia que esto tiene, y el segundo paso -y yo comprendo que habrá gente que tiene problemas morales y que no ha entendido el tema-, pero hoy el gobernante bueno es el que va al futuro y regresa al presente para construirlo. 

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Cuando uno va al futuro -la semana pasada estuve en New York y es común ver carritos verdes donde venden helados con cannabis, colombinas con cannabis, gomitas con cannabis, brownies, galletas-, uno se encuentra por todo New York carros como esos, eso y se legalizó, entonces si uno va al futuro en cinco años habrá más de 70 países que tienen legalizado el cannabis recreativo, y ese mercado es de más de 200.000 millones de dólares a precios de hoy, o sea que en 5 años vamos a tener un mercado de 300 o 400 mil millones de dólares. 

La pregunta nuestra es, ¿vamos a dejar que los países ricos se queden con esa plata? ¿vamos a dejar que ellos produzcan marihuana, o qué de acá la saquen al escondido sin pagar impuestos, matando gente, con más violencia? Tenemos que preparar a Colombia para que entre a ese mercado. 

¿Ustedes se imaginan nosotros trayendo al país 300 0 400 millones de dólares? eso nos convertiría en el país más importante de este planeta, porque podríamos acabar la pobreza, el desempleo, la violencia, podemos hacer ferrocarriles, carreteras, podemos modernizar a Colombia y volverla como esos países asiáticos que todos han salido adelante, y sobre todo que la gente tenga un ingreso per cápita grande, -ese ingreso acá es muy pequeño-, hay que subirlo siquiera a un promedio de 800 o 1000 dólares, acá es promedio es muy bajo. 

Colombia hoy con esa nueva economía del cannabis tiene la posibilidad de hacer una revolución. No dejemos que otros países se queden con esta oportunidad histórica, y que nosotros acá sigamos dejando que maten a la gente, que hagan plazas de vicio, que los jóvenes estén armados atacando las ciudades, ¡no!, vamos a pensar en ser un país grande.

No vamos a llegar allá a calentar sillas, a recibir homenajes, o a montar como en 10 o 15 aviones que tiene el presidente, NO, hay que llegar con un pensamiento claro para ser un país diferente y un país con la revolución de las regiones que sea eso, con empleo, con desarrollo, con pavimentación de 20.000 kilómetros de vías campesinas, con un satélite para que todo Colombia tenga internet; que la educación superior sea gratuita, llevando una universidad digital a cada departamento, que hagamos una universidad campesina, que hagamos una universidad indígena. 

«Esto está listo para cambiar, solo que tenemos unos gobernantes que tienen la imaginación en vacaciones.»

Puedes ver la entrevista completa a través de nuestro canal de YouTube: 360RadioColombia

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