El secretario de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Juan Pablo Ramírez, habló con 360 Radio sobre las acciones que se adelantan en la zona rosa de El Poblado para proteger los derechos de personas explotadas sexualmente, comerciantes y artesanos que trabajan en la zona, en pro de la recuperación integral de este reconocido sector.
Por: Redacción 360 Radio
360:
Líderes de Corporaciones con influencia en la zona del Poblado manifiestan la gran problemática que existe con temas como la prostitución y el microtráfico ¿De qué manera desde la Secretaría de Inclusión se viene trabajando por la recuperación social de la zona?
Juan Pablo Ramírez (J.P.R.):
Desde la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos se ha hecho presencia en la zona desde que se tuvo conocimiento de la problemática. Hemos estado especialmente frente al tema de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, esto fue desde enero al 30 de septiembre de este año, fechas entre las cuales ingresaron 216 solicitudes de atención de casos de posible amenaza, vulneración o inobservancia de derechos de niños, niñas y adolescentes por parte de la línea 1, 2, 3 social, siendo la comuna 14 una de las más receptoras en cuanto a la problemática.
A raíz de esto, desde el mes de octubre hemos realizado recorridos. Uno de ellos con una propuesta clara de promover la prevención de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes o la más conocida como ESCNNA. La prevención de la ESCNNA es uno de nuestros objetivos fundamentales, así como la garantía de los derechos y la construcción de entornos protectores. En estos recorridos también sostuvimos conversaciones con líderes, lideresas, comerciantes, artesanos, personas que normalmente habitan la zona del Lleras, de Manila, del Parque del Poblado, escuchamos sus preocupaciones y reiteramos ese compromiso que tenemos para trabajar en conjunto por la Medellín Futuro, un futuro que construimos a partir de nuestros niños, niñas y adolescentes. A partir de eso, hemos estado los jueves, viernes y sábados haciendo este acompañamiento y acercando toda la oferta institucional.
360:
Recientemente hubo escándalos en medios sobre una escena de misoginia con una mujer en la zona ¿De qué manera la Secretaría de Inclusión pone control a este tipo de acciones de carácter público que afectan la comunidad y la imagen de la ciudad?
J.P.R.:
Desde la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos también hemos atendido la alerta temprana que se ha generado en el Parque Lleras, se han socializado las rutas de atención a vulneraciones como trata de personas, violencia sexual, desaparición, reclutamiento; uso, utilización y explotación de niños y adolescentes entre otras y allí uno de nuestros objetivos principales además de salvaguardar los derechos de estas personas es mejorar la percepción que se ha ido construyendo alrededor de esta zona.
Medellín no es una ciudad que deba ser reconocida como una ciudad con oferta de turismo sexual. Consideramos que es todo lo contrario. Desde la Alcaldía de Medellín y la Secretaría de Inclusión Social trabajamos fuertemente para ser un referente social, cultural, tecnológico, innovador… no solo a nivel nacional sino también internacional. De esta manera lo que nosotros decimos permanentemente es que queremos ser el ‘Alma social’ y por ello no permitiremos que sigan ocurriendo este tipo de situaciones en nuestra ciudad.
360:
Líderes de la zona manifiestan que se viene trabajando en una serie de proyectos para crear nuevos espacios en el sector, que permitan recuperar su dinámica cultural ¿De qué manera la Secretaría de Inclusión participa en la apropiación social de estos espacios?
J.P.R.:
En estos momentos nos encontramos trabajando en una línea estratégica llamada Plan de Intervención nocturno, en el cual venimos articulando acciones con las demás dependencias de la Alcaldía, lo que nos ha permitido tener una oferta constante de servicios en la zona. Brindamos todos los fines de semana acompañamiento psicosocial, hemos hecho microtalleres de sensibilización, hemos caracterizado a la población y hemos realizado la activación de rutas en los casos que ha sido necesario. Igualmente, se han generado oportunidades a los artesanos, a los artistas del sector, así conllevamos a que ellos se apropien del espacio y lo usen adecuadamente, lo que ha ayudado a generar un cambio bastante positivo de la zona, el cual esperamos que continúe y que lo hemos experimentado cada fin de semana con nuestras visitas. Es un entorno que va mejorando sin lugar a dudas y de manera progresiva.
360:
¿De qué forma la Secretaría de Inclusión articula estrategias con otras dependencias e Instituciones para brindarle atención a población como los habitantes de calle y los venteros ambulantes que se han proliferado en la zona?
J.P.R.:
Desde la Secretaría también venimos trabajando articuladamente con la Secretaría de Cultura, con Desarrollo Económico, con la Secretaría de las Mujeres, con la Secretaría de Salud, Espacio Público, entre otras… Esto, por ejemplo, ha sido de la mano de la Secretaría de Salud, ahí nos hemos acercado con pruebas rápidas de VIH y sífilis y con vacunación contra el Covid-19, lo que ha sido muy bien recibido por la comunidad que vive y se apropia de este espacio. Hasta el momento se han hecho 290 captaciones en el sitio, lo que nos ha llevado al logro de la activación de rutas de 5 adolescentes que ejercían actividades de mendicidad y trabajo infantil en la zona y hemos realizado 3 inversiones directas con los grupos poblacionales de habitantes de y en situación de calle, estos son hombres y mujeres que también están en ejercicio de prostitución y, también, en los casos de personas migrantes.
Adicionalmente, generamos procesos de sensibilización a los comerciantes, los cuales de verdad han sido fundamentales en este proceso, y a los ciudadanos sobre cómo canalizar las ayudas económicas para que estas – por ejemplo la limosna – no les generen prejuicios frente a esos procesos de los habitantes de calle en la zona. Muy pronto estaremos dando alternativas de campañas para que las personas no den limosna sino que generen procesos de solidaridad que vayan más allá de una simple limosna a unos procesos verdaderos de resocialización y de ayuda para esta población.