EDITORIAL
Tanto desde este medio de comunicación como desde otras voces, se advirtió continuamente a las autoridades regionales y departamentales para que intervinieran en un claro relajo y descontrol de las medidas sanitarias que buscaban prevenir el coronavirus.
En ningún momento se trata de querer sembrar desesperanza, incertidumbre o hablar sobre lo negativo que todavía sigue siendo esta pandemia; todo lo contrario, el tiempo le ha ido demostrando al mundo que las prevenciones se deben mantener con los estándares más altos posibles sin lugar a flexibilizaciones innecesarias y sobre todo que tengan un único propósito: proteger la vida y la economía, garantizando una reactivación sostenible y de largo aliento.
Pero como entendemos que la naturaleza humana todavía tiene mucho por aprender y mejorar en cuanto a seguir las normas que un gobierno dicta, sabíamos perfectamente que si no es desde la directriz de un gobierno que se regula la actividad social y económica las personas van a salirse de cualquier lineamiento y no van a cumplir las indiciaciones mínimas de sanidad. También aplica para miles de establecimientos de comercio, que ante el desespero de buscar mayor recaudo por los meses anteriores que estuvieron en racha negativa, desecharon todas las medidas sanitarias que eran menester y no respetaron el distanciamiento social, no respetaron la higiene en las mesas, en los baños, la desinfección de las zonas y tampoco siguieron los controles a sus empleados.
Hoy lamentamos que se tenga que tomar esta decisión desde el gobierno departamental, pues es claro que va a afectar más económicamente a muchas más familias y va a seguir posponiendo una verdadera reactivación económica; pero claro, aún no entendemos por qué desde la Alcaldía de Medellín se permitió que operaran discotecas sin ningún protocolo de bioseguridad, estas parecían que estuviesen en época precovid. Ni en las principales ciudades del mundo se han autorizado a las discotecas para que operen. Es increíble pero en Medellín se permitió y vale la pena preguntarse: ¿cuántos contagios resultaron de estas discotecas? No se trata de cuestionar que los comercios operen, se trata de que si algo está claro en esta pandemia es que no se pueden permitir aglomeraciones y mucho menos sin tapabocas.
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Más allá de las discotecas, alertamos cómo el transporte público de toda el área metropolitana colapsaba todos los días, en las últimas nueve semanas; al parecer el comienzo de año para muchos significó que ya no había pandemia. El Metro de Medellín decía que no existían aglomeraciones que superaran el aforo permitido del 70 %, y eso es absolutamente falso; sí se sobrepasó, sí colapsó el Metro y ni qué decir con las medidas que se tomaron la semana pasada que se comunicaron bastante tarde, lo que provocó caos horas antes de que empezara dicho toque de queda.
No basta ahora llorar sobre lo que ha pasado en Colombia, no basta hablar de lo que no sucedió pues está claro que Medellín no cumplió con las normas que se debían haber seguido. Afortunadamente, lo podemos corregir; pero lo que no podemos hacer es evitar lo que se viene. Tenemos que admitir, lo que se viene es bastante delicado porque nada nos permite pensar que las dos o tres próximas semanas serán mejores que esta que acaba de terminar. No lo serán porque hubo caos y colapso, los efectos los veremos en estos días que comienzan con ocupaciones de UCI superiores al 97 % solo permiten pensar lo peor. Ojalá haya un milagro y no sea así.
Se alista, sin lugar a duda, una cuarentena general para el departamento de Antioquia. 360 Radio está en capacidad de confirmar que sobre la mesa está esa propuesta, la que tiene más vigencia hoy, y sería confirmada a finales de esta semana. Esperamos que las autoridades tengan asertividad, responsabilidad y sobre todo el timing perfecto para comunicar las decisiones que se quieran tomar. Ya hemos visto que controlar a las personas es imposible, si se comunica faltando un día todo colapsará: supermercados, centros comerciales, vías, hoteles, pues la gente buscará irse de la ciudad ante una nueva cuarentena. Si se confirma con tiempo, miles de personas buscarán irse a sus fincas o a otras ciudades.
Es lo que tenemos en Antioquia y en el área metropolitana, sobre esto tenemos que trabajar.