No es una «nave extraterrestre» lo que pasará por la Tierra en noviembre 2025

Descubierto desde Chile con apoyo de la NASA, este visitante cósmico mide más de 11 kilómetros de diámetro, superando al monte Everest, y ha capturado la atención de la comunidad científica internacional.

Foto: Redes sociales

Una roca cósmica o «nave extraterrestre» proveniente de los confines del universo ha capturado la atención de astrónomos, medios y entusiastas del espacio: se trata del cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar que atraviesa el Sistema Solar a una velocidad impresionante y que, según los más recientes estudios, es mucho más grande de lo que se pensaba.

Su paso cerca de la Tierra, previsto para noviembre de 2025, ha alimentado todo tipo de conjeturas —incluyendo teorías sobre naves alienígenas—, pero los científicos han sido claros: este cuerpo celeste no representa una amenaza, ni es obra de civilizaciones extraterrestres. Entonces, ¿por qué ha causado tanto revuelo?

Panorama general: Descubierto oficialmente el 1 de julio de 2025 desde un observatorio ubicado en Chile y financiado por la NASA, el cometa 3I/ATLAS ha sido catalogado como el tercer objeto interestelar detectado en la historia moderna, después de Oumuamua (2017) y Borisov (2019).

Sin embargo, lo que lo diferencia de sus predecesores es su tamaño colosal. Nuevas investigaciones basadas en observaciones del Observatorio Vera C. Rubin han estimado que el cometa tiene un diámetro de 11,2 kilómetros, lo que lo hace más grande que el monte Everest. Su núcleo, con un radio de aproximadamente 5,6 kilómetros, convierte a 3I/ATLAS en el mayor objeto proveniente del exterior del Sistema Solar que hemos registrado hasta ahora.

¿Es una nave extraterrestre? Los científicos responden

No es una "nave extraterrestre" lo que pasará por la Tierra en noviembre 2025

Como era de esperarse, las especulaciones no tardaron en surgir. La posibilidad de que un objeto tan masivo, veloz y proveniente de otra parte de la galaxia pudiera ser una construcción artificial alimentó teorías sensacionalistas.

El astrónomo Chris Lintott, de la Universidad de Oxford, rechazó categóricamente estas versiones. En declaraciones a Live Science, sostuvo que “cualquier sugerencia de que es artificial es un disparate absoluto”, y añadió que este tipo de afirmaciones “son un insulto al emocionante trabajo que se está realizando para entender este objeto”.

La polémica se intensificó tras la publicación de un nuevo informe del astrónomo Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, conocido por sus controvertidas teorías sobre inteligencia extraterrestre. En 2017, Loeb ya había propuesto que Oumuamua podía tratarse de una sonda alienígena, y ahora sugiere que 3I/ATLAS podría tener un origen no natural. Sin embargo, la comunidad científica, en su mayoría, ha descartado dicha posibilidad.

Por qué es importante: Pese al dramatismo que generan algunas narrativas, lo cierto es que el cometa 3I/ATLAS no representa ningún riesgo para nuestro planeta. Según la NASA, su mayor aproximación a la Tierra será de unos 270 millones de kilómetros, y su perihelio —el punto más cercano al Sol— se alcanzará alrededor del 30 de octubre.

Hasta septiembre, el cometa podrá ser observado con telescopios desde la Tierra, antes de desaparecer temporalmente al acercarse demasiado al Sol. Se espera que reaparezca a comienzos de diciembre, visible desde el hemisferio sur.

Más allá de las teorías especulativas, el paso de 3I/ATLAS representa una oportunidad única para estudiar los orígenes del universo. Su análisis permite a los astrónomos aprender más sobre los materiales y condiciones presentes más allá de nuestro vecindario solar, así como sobre los procesos dinámicos que empujan estos objetos hacia nosotros.

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