Ola de calor desata crisis económica: pérdidas millonarias y emergencia en todo el país

En medio de la ola de calor que asola al país, la persistente sequía ha desencadenado una preocupante crisis económica, afectando sectores clave como la agricultura y la energía.

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El país se enfrenta a una situación crítica a medida que la ola de calor continúa azotando, con febrero proyectado como un mes aún más abrasador que enero, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Con 977 municipios en riesgo de incendios, las consecuencias económicas se han hecho evidentes, especialmente en los sectores agropecuario y energético.

El sector ganadero ha sido uno de los más afectados, anunciando pérdidas que superan los $122.000 millones. El estrés hídrico ha impactado la producción de alimentos para el ganado, resultando en una disminución del 35% al 40% en la producción de leche. Jorge Rodríguez, presidente de Asoganorte, advierte que los precios de los alimentos, especialmente los derivados lácteos como el queso, experimentarán un aumento significativo.

La sequía también ha golpeado duramente a los cultivos, afectando rendimientos en productos clave como el fique, yuca y palma de aceite. La producción diaria de leche ha caído en más de 1,8 millones de litros, con pérdidas diarias de $2.351 millones. Entre diciembre de 2023 y enero de 2024, se reporta la muerte de 8.879 bovinos debido al calor, generando pérdidas que superan los $16.000 millones.

El suministro de agua y los embalses también están en riesgo, con una disminución del 10% en apenas 24 días. El nivel de los embalses ha caído del 70,2% al 60,2%, generando preocupaciones sobre la generación de energía. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, expresó inquietudes sobre posibles dificultades en la generación de energía debido a la disminución de los embalses.

Presidente Petro busca implementar medidas para mitigar la crisis económica del país

Ante esta situación, el presidente Gustavo Petro ha anunciado la preparación de un decreto para abordar la emergencia y movilizar recursos para hacer frente a la crisis. Los incendios forestales han elevado las alertas, concentrándose especialmente en las regiones Andina y Caribe, así como en la Orinoquía, con el departamento de Vichada siendo el epicentro de mayores preocupaciones.

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En este contexto, las autoridades reportan un aumento en las alertas de emergencia: 586 alertas rojas, 245 alertas naranjas y 121 alertas amarillas, subrayando la gravedad de la situación. La población y los sectores económicos están en alerta máxima mientras se espera la implementación de medidas para mitigar los impactos de esta ola de calor sin precedentes.

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