Por: Catalina Escobar
Esta semana el alcalde de Medellín recurrió a varias “jugaditas” para aprobar la venta de UNE. El martes 4 de octubre, aparentemente, pretendía que los concejales de Medellín votaran esto aprovechando que uno de los concejales que votaba en contra no estaba en el recinto. Una jugadita que hábilmente los demás concejales le truncaron. Al día siguiente, llegaron contratistas de la Alcaldía a las gradas del recinto del Concejo de Medellín que terminaron enfrentándose a los ciudadanos que habían ido a oponerse a la venta de UNE. Una treta que les funcionó, logrando que se cancelara la sesión de ese día.
Ahora bien, el alcalde Quintero siempre busca desviar la atención hacia el presidente Uribe. Hoy salió a decir en la W Radio que en 2014 el Centro Democrático privatizó UNE…una mentira más. Bien sabe el alcalde que en 2014 el Centro Democrático no tenía concejales, apenas estaba naciendo como Partido y que el alcalde Gaviria no era, ni es uribista.
Asimismo, miente el alcalde Quintero cuando dice que el Centro Democratico tumbó a la ciudad. Lo primero que hay que aclarar es que los concejales que le hundieron el proyecto al mandatario, lo hicieron para PROTEGER el patrimonio público; tumbados íbamos a quedar con la venta de las acciones de una empresa que tiene todo el potencial y que es un eslabón fuerte para los proyectos de desarrollo que tiene la ciudad. Por otro lado, los 10 concejales que le votaron negativo al alcalde, no eran solo del Centro Democrático, eran de diversos partidos y movimientos como: Alianza Verde, La U, Estamos Listas y otros dos integrantes de un movimiento independiente y por firmas.
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A pesar de que por quinta vez le han votado NO al alcalde Quintero para impedirle la venta de UNE, él insiste en darle un golpe a la democracia, solicitándole al gobierno nacional que “nacionalice” (expropie) a UNE, al mejor estilo de Hugo Chávez.
Las actuaciones de esta administración son bastante cuestionables, pero lo más inquietante es que a la fecha los órganos de control guarden absoluto silencio frente a lo que está pasando en la ciudad.
En Medellín nunca hubo tanta preocupación y descontento hacia una administración. Medellín siempre fue ejemplo de unión entre la academia, el sector público y privado. En efecto, el alcalde Quintero nunca entendió que a esta ciudad no se le gobierna a punta de ideologías absurdas, esta ciudad siempre se ha unido entorno al bien común.
Lo que está pasando en Medellín es muy grave.¡Cuidemos a Medellín!
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