Aunque muchas personas aún sienten nervios al abordar vuelos comerciales, las estadísticas demuestran que la seguridad aérea ha mejorado de manera espectacular en las últimas décadas.
De acuerdo con la Aviation Safety Network, en 1970 se registraban 6,45 accidentes mortales por millón de vuelos comerciales, mientras que en 2024 esta cifra se redujo a apenas 0,39. Estos datos muestran un descenso constante en la tasa de accidentes, lo que evidencia que volar hoy es una de las formas de transporte más seguras del mundo.
Cifras de accidentalidad en vuelos comerciales

Esta notable mejora se debe a una serie de avances tecnológicos y a la implementación de protocolos de seguridad más rigurosos. En 1980, la tasa se redujo a 3,08, en 1990 a 2,88, y para el año 2000 se registró un índice de 1,68 accidentes por millón de vuelos. En la última década, en 2010 la cifra bajó a 0,89 y en 2020 a 0,40, hasta llegar en 2024 a 0,39.
Cada una de estas cifras representa un paso adelante en la seguridad de la aviación, fruto de mejoras en la tecnología de los aviones, la capacitación constante de pilotos y la evolución de los sistemas de control del tráfico aéreo.
Expertos en seguridad aérea destacan que la inversión en sistemas de monitoreo, la implementación de inteligencia artificial para detectar y prevenir anomalías, y la modernización de las infraestructuras aeroportuarias han contribuido significativamente a estos resultados.
Este descenso en las tasas de accidentes no solo brinda mayor tranquilidad a los pasajeros, sino que también refuerza la confianza en el transporte aéreo como motor fundamental para la conectividad global.
Para ponerlo en perspectiva, las probabilidades de que ocurra un accidente mortal hoy en día son casi insignificantes. Con 0,39 accidentes mortales por millón de vuelos, se puede decir que la seguridad en la aviación se ha convertido en un modelo a seguir para otras industrias.
La evolución desde 1970 hasta 2024 representa una transformación radical en el modo de volar, mostrando que, a pesar de los temores heredados de épocas pasadas, volar es una opción muy segura. Este avance ha permitido que cada día millones de personas viajen de forma segura, fortaleciendo el comercio internacional, el turismo y la conexión entre culturas.
La disminución en los índices de accidentes aéreos también tiene un impacto directo en la economía global, ya que reduce los costos de seguro, facilita la logística internacional y promueve la confianza de los inversores en la industria de la aviación.
Además, la coordinación entre organismos internacionales y la estandarización de las normativas de seguridad han sido claves para alcanzar estos niveles históricos de seguridad. En resumen, los datos de la Aviation Safety Network confirman que, en la actualidad, volar es una de las formas de transporte más seguras, lo que debería aliviar los temores de quienes dudan en subirse a un avión.
Si bien los accidentes aéreos han marcado la imaginación colectiva durante décadas, la evolución en la seguridad de los vuelos demuestra que los avances tecnológicos y la mejora continua en las prácticas operativas han permitido reducir el riesgo de manera exponencial. Esto no solo beneficia a los viajeros, sino que también respalda el crecimiento del comercio y el turismo a nivel mundial, cimentando a la aviación como uno de los pilares fundamentales del desarrollo global.
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Las cifras de accidentes aéreos mortales

- 1970: 6,45
- 1980: 3,08
- 1990: 2,88
- 2000: 1,68
- 2010: 0,89
- 2020: 0,40
- 2024: 0,39
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