El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó este miércoles, por unanimidad, la personería jurídica del Pacto Histórico como partido único. La decisión marca un hito para la coalición que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia en 2022, pues ahora contará con una colectividad oficial con plenas facultades para inscribir candidatos, listas y consultas de cara a los comicios de 2026.
Sin embargo, el fallo también dejó heridas abiertas: tres movimientos quedaron excluidos del proceso de fusión, entre ellos la Colombia Humana, el partido más cercano al presidente.
Los excluidos de la fusión del Pacto Histórico
En el caso de Colombia Humana, el CNE determinó que la asamblea que aprobó la fusión no alcanzó el quórum mínimo exigido en sus propios estatutos. Progresistas, liderado por la senadora María José Pizarro tras la escisión del MAIS, quedó por fuera debido a sanciones pendientes que pesan sobre el MAIS y que ponen en riesgo su personería. Finalmente, la Minga Indígena fue descartada automáticamente, ya que carece de personería jurídica.
“Tras un estudio riguroso, el CNE adoptó no aceptar la fusión del Movimiento Político Colombia Humana, por no haber cumplido con el quórum que sus mismos estatutos establecieron; y no aceptar la fusión de Progresistas y la Minga Indígena, por no ostentar personería jurídica; atributo sin el cual no es posible hacer parte de un proceso de fusión”, precisó la corporación.
Los que sí entraron
Por el contrario, la resolución sí avaló la integración de la Unión Patriótica (UP), el Polo Democrático Alternativo y el Partido Comunista Colombiano, que desde hoy pasan a conformar el Pacto Histórico como partido único con personería.
Con esta decisión, la coalición adquiere un estatus institucional que le permitirá organizar una consulta interna y competir en igualdad de condiciones frente a otras fuerzas políticas en las presidenciales y legislativas de 2026.
Un panorama incierto para la izquierda
La exclusión de Colombia Humana y Progresistas deja en vilo a varios precandidatos que ya habían anunciado su participación en la consulta interna programada para el 26 de octubre de 2025, entre ellos Gustavo Bolívar, Daniel Quintero, María José Pizarro y Susana Muhamad.
Sin el paraguas del Pacto Histórico, estos nombres deberán definir si buscan alianzas externas, se presentan por firmas o encuentran otra vía para mantenerse en la contienda. La situación amenaza con fragmentar al bloque progresista justo cuando la coalición buscaba consolidarse como partido único.
El impacto no solo toca la carrera presidencial: también afecta la confección de las listas al Congreso. Los movimientos excluidos no podrán inscribir candidatos a través del nuevo partido, lo que obliga a rediseñar estrategias y alianzas a menos de un año de las elecciones.
El reloj en contra
El CNE aclaró que la personería jurídica del Pacto Histórico está sujeta al desenlace de los procesos sancionatorios en curso contra algunas de las colectividades que se fusionaron. Dichas resoluciones deberán estar listas antes del 8 de noviembre de 2025, fecha en que inicia el periodo de inscripción de listas al Congreso. Cualquier investigación que surja después será asumida directamente por el nuevo partido.
El reto hacia 2026
Con esta decisión, el Pacto Histórico da un paso clave hacia su consolidación como fuerza política única. No obstante, la salida de la colectividad del presidente Petro y de otras agrupaciones afines plantea la gran pregunta: ¿podrá la izquierda llegar unida a las urnas en 2026 o se impondrá la fragmentación en un escenario electoral cada vez más competitivo?
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