¿Y si no existiera Ecopetrol? Estaríamos menos desenfocados…

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Este contenido hace parte de la séptima edición de Revista 360 y cuenta con la participación de más de 70 invitados de todos los principales sectores económicos, productivos y políticos de Colombia. Ministros, líderes gremiales, líderes en áreas de la construcción, sectores bancarios, logística e infraestructura, telecomunicaciones, gobernantes regionales, analistas, economistas, entre otros. 


Por: Daniel Gómez Molina – Abogado. El presente artículo fue escrito por un abogado, pero no desde la perspectiva de un abogado sino de un empresario que tiene formación jurídica.

¿Y si no existiera Ecopetrol? ¿Dónde estarían enfocados los esfuerzos políticos frente al desarrollo del sistema económico de nuestro país? Ojo, no estoy planteando anular Ecopetrol, estoy proponiendo ampliar el espectro del observador y creo que así seremos más “contributivos” (más que la misma reforma tributaria). ¿Si no existiera Ecopetrol? Yo pienso que, en vez de estar buscando culpables, estaríamos orientando a otras discusiones, como por ejemplo: ¿por qué nuestra matriz energética que si bien es limpia, no fortalece agresivamente los sistemas alternativos energéticos? ¿Por qué no seguimos ahondando en cómo no podemos ser los principales productores del mundo en energía eólica? Si la respuesta del lector es “ya lo estamos haciendo“, entonces mi contrapregunta es: ¿por qué no lo somos en este momento?, posiblemente si no existiera Ecopetrol ese hijo llamado Colombia se forjaría independiente, pero si miramos hemos ido criando un hijo inútil que depende de su padre, más allá de que su padre le vaya bien o le vaya mal en sus negocios.  Pues seguramente no tendríamos hoy solo dos parques eólicos, sino 16; y no estarían por abrir 16 en los próximos tres años, sino que estaríamos en otro momento.

¿Cuánto no habríamos desarrollado los sectores de la economía como el agropecuario?, piensen en el sector tecnología, dediquen un momento al sector transformador cafetero, ¿por qué no rompemos la barrera de la discusión de Ecopetrol? ¿Qué pasa si cada uno se responde la pregunta? ¿Qué sectores se habrían desarrollado más en caso de que no hubiese existido un Ecopetrol ?, es momento de transición energética, no es momento de atacar Ecopetrol, pero sobretodo es momento para que nos centremos en la transición, sí, pero del fortalecimiento hacia las otras economías que tenemos en nuestro país.  ¿Qué pasa si nos hubiéramos planteado o nos planteáramos ser transformadores del café, y así poder impactar realmente el sector cafetero?, dejemos de pensar que el problema es de subsidios, el problema es de enfoque y articulación del sistema productivo.

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Todo esto me suena un poco paradójico, pero es cierto y si hablamos de transición nuevamente, pero ahora de la transición empresarial, nos topamos con una agridulce y dolorosa sensación de los emprendedores en Colombia, nos hemos convertido en sinónimo de “huevudos”, a donde sea que llegamos se nos respeta por nuestro esfuerzo, se nos admira por nuestro altruismo, pero se nos excluye por falta de historia, recursos y estructura, es menester afirmar para terminar con broche de oro que emprendedor que se queda emprendiendo, ha fracasado.

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Por: Daniel Gómez Molina – Abogado. Cortesía.

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Mientras esta realidad inunda las pequeñas empresas, afuera se cree que, con reformas, el impacto llega hasta ellas y socialmente muchas veces son más un objetivo de obligaciones tributarias, laborales y administrativas que de empatía al esfuerzo personal de los emprendedores, empresarios y sus equipos de trabajo. En última, muchos no entienden ni siquiera la diferencia entre un contador y un tributarista, entre un contrato de prestación de servicios y uno laboral, entre plata y flujo de caja, entre proyección y producción, y el Estado colombiano tampoco, ¿qué pasaría si nos encargáramos de que las empresas que estén surgiendo puedan competir y que tengan facilidades de creación, sostenimiento y crecimiento? La respuesta es: Habrá más empleo, habrá más inversión extranjera, habrá más desarrollo tecnológico, habría más legalidad y por ende el sistema estará mucho mas robusto y con tributos suficientes de todos los sectores que desenfocadamente no hemos fortalecido.

Entonces, ante la imposibilidad de interpretar estos retos de nuestro sistema jurídico y económico, en nuestro país hemos comenzado a creer que necesitamos más abogados, lo cual es falso. ¿Sabían que en Colombia de cada once abogados, se gradúa un programador? Esto es absurdo, decidimos formar más y más abogados en unas instituciones de educación superior que no forman para sumar, sino para egresar.

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Siguiendo la línea del artículo nos encontramos que Colombia está completamente desenfocada cuando notamos que ante un incremento en la demanda mundial de programadores, mano de obra que no necesita visa, que exporta servicios, que lo beneficia el dólar, que no suma corrupción y mucho menos entrega el voto por burocracia, en Colombia continuamos graduando diez veces más abogados.

Así mismo, erramos en la interpretación de un sector financiero que aparenta funcionar “bien”, pero se ha convertido en un mercado rígido, que carece de nuevos jugadores, pues no existe “open finance” y la importancia que se le da no es la necesaria para que conlleve al surgimiento de empresas en dicho sector. Sí, esas Fintech (empresas banca y tecnología) ocuparán un lugar en el mercado, ese mercado a su vez se haría más competitivo mejorando las condiciones para todos nosotros, todo esto sería posible sí y solo sí nuestra regulación en la materia estuviera interesada y enfocada por la transición de las nuevas tendencias del sector financiero; deberíamos criticar al sector no por lo que hace, sino por lo que podría hacer y no lo hace.

Finalmente hablar de transición en Colombia debe ir más allá de Ecopetrol y su consecuente y necesaria, pero sostenible transición energética, es un llamado al liderazgo y desarrollo de los demás sectores económicos, como si no existiera solo Ecopetrol.

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