Remontándonos al año 2019, en el que las elecciones locales y regionales sorprendieron por los triunfos de candidatos de vertientes políticas alternativas, ¿podríamos haber imaginado que hoy su llegada al poder estaría en riesgo a causa de una revocatoria?
Por: Redacción 360 Radio
Siempre existirá un porcentaje de la población o ciertos partidos políticos que hagan oposición o no estén satisfechos con los gobiernos de turno, pero sacar adelante un movimiento de revocatoria muchas veces es inesperado.
Para el mes de enero cerca de 7 procesos de revocatoria se habían oficializado en la Registraduría Nacional del Estado Civil, con el propósito de que mandatarios como Claudia López, Daniel Quintero, William Dau o Jairo Yáñez, alcalde de Cúcuta, dejen de ser la primera autoridad en las ciudades que les dieron la victoria en las urnas hace 2 años.
El problema real de estas revocatorias, además del reto de recolectar las firmas suficientes para que su objetivo se materialice, es que aunque sean iniciativas ciudadanas, podrían estar impulsadas por intereses de partidos o movimientos políticos.
Y estos fundan sus argumentos en su desacuerdo con los proyectos, decisiones o estrategias de los mandatarios en cuestión, motivos que no son la base para poner en marcha una revocatoria, pues esta debe fundarse en el incumplimiento de las políticas planteadas en los planes de desarrollo de la ciudad según lo indica la ley y, por ejemplo, en el caso de la alcaldesa López o de Quintero este requisito no aplicaría.
Otro punto que hay que destacar es que estos movimientos de revocatoria no deberían ser una estrategia para que ciertas casas políticas tomen fuerza en las regiones. Por ejemplo, el Centro Democrático decidió no apoyar oficialmente la revocatoria del alcalde de Medellín, aunque este continúe señalándolos como los principales promotores.
Sin embargo, “¿cómo se le puede pedir a los políticos que no hagan política?” y cómo podría salir adelante una iniciativa ciudadana sin el apoyo de personas con experiencia. Ahí está el dilema. Pero… ¿personas con experiencia? ¿Saben lo que es estar al frente de una revocatoria?
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Mucho de qué hablar han dado las primeras audiencias de estos movimientos, en las que los voceros exponen sus argumentos de forma incendiaria, con cero tolerancias y graves faltas de respeto. Un ejemplo claro fue la audiencia contra el alcalde de Cartagena William Dau, en la que tanto él como sus opositores discutieron sobre todo excepto sobre el presente de la ciudad, el principal motivo para congregarse allí.
Lo mismo sucedió en Medellín, en donde los opositores de Quintero hablaron de las Farc, del expresidente Juan Manuel Santos y del Acuerdo de Paz, pero no de las razones para que Quintero emprenda su salida. “Un discurso del siglo XX”, así catalogó la primera dama de la capital antioqueña a la intervención del vocero del movimiento.
No obstante, Daniel Quintero no se quedó atrás, decenas de sus seguidores llegaron a La Alpujarra a crear aglomeraciones en medio de la pandemia, mientras Quintero les lanzaba preguntas retóricas con tono populista.
En este sentido, mientras quienes se mueven en la esfera política de algunas de las ciudades principales de Colombia no puedan tomarse estos procesos de revocatoria en serio, lo más seguro es que no den los resultados que se buscan.
Sobre todo porque desde el principio se han edificado en argumentos débiles que no obedecen al marco legal y porque más que velar por el bienestar ciudadano y el progreso de las ciudades, buscan demostrar qué grupos políticos tienen más pulso y qué tan lejos son capaces de llegar para que el panorama esté a su favor.
Finalmente, cabe mencionar que desde 1996 se han presentado 109 solicitudes de revocatoria, de las cuales solo 5 han llegado a las urnas y una ha culminado con la salida de un mandatario, en ese caso el alcalde de Tasco, Boyacá, donde Nelson García Castellanos fue revocado en 2018, según indicó El Tiempo.