El lamentable trino de Claudia López en respuesta a Mario Hernández

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EDITORIAL


Nuestro editorial para el día de hoy va dirigido hacia el lamentable trino que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, escribió en respuesta al empresario Mario Hernández, quien como cualquier otro ciudadano no solamente que vive en Bogotá sino que visita la capital por motivos de trabajo o incluso de turismo, se da cuenta que la malla vial de la ciudad es un absoluto desastre.

Sería injusto e irresponsable señalar única y exclusivamente a Claudia López como la responsable del pésimo estado de la malla vial de la ciudad de Bogotá. El deterioro de la malla vial ha sido una constante durante los últimos 20 años, ningún alcalde se ha atrevido a meterle la mano como debe ser a cada una de las calles de la ciudad.

Las excusas son muchas: que la ciudad es muy grande, que el dinero no alcanza, que las máquinas no funcionan o que las vías son para los ricos, como la respuesta que ha entregado Claudia López, lo que deja ver su sesgo contra los vehículos particulares, un resentimiento y no muy desligado a lo que también el exalcalde Enrique Peñalosa opina sobre los vehículos particulares.

Los dos cometen un grave error, y es que las calles no son para los ricos. En las vías no se pide ninguna licencia para verificar que quienes transitan por allí sean de estrato seis y tengan enormes patrimonios o declaren renta; todo lo contrario, y para demostrar que es lamentable esta ideología y la clase de decisiones que se toman basados en ella, es claro que los únicos vehículos que pagan impuesto de rodamiento son los vehículos particulares, el cual debería estar dirigido a mantener las vías en buen estado porque las motos no pagan impuesto de rodamiento, ni IVA, ni peaje.

Más allá de eso, en las vías transitan ambulancias, transporte de personas con discapacidad, transporte escolar, transportan a personas de la tercera edad que no tienen otra opción para movilizarse; también transitan las camionetas blindadas en las que la alcaldesa de Bogotá se moviliza, al igual que el presidente Iván Duque, los ministros, los congresistas, los secretarios del distrito, entre otros.

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Es increíble que una alcaldesa de una capital tenga una mente tan corta de escribir semejante trino. Uno entendería que más allá de los pensamientos de las personas y sus deseos, tuvieran un discernimiento sobre lo que realmente importa, sobre la realidad de las ciudades y de la sociedad, no sobre sus preferencias.

La alcaldesa ha corregido el desacertado trino.

Tweet de Mario Hernández y respuesta de Claudia López:

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Corrección de Claudia López:

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La misma alcaldesa cae en la cuenta de su trino tan incorrecto, inoportuno, irresponsable y carente de fundamento, para luego borrar y corregir pero tarde porque demuestra no solamente que como muchos alcaldes tiene una manera reactiva de salir ante cualquier crítica que se le haga a su administración. Insistimos, no es culpa de Claudia López que las vías estén en mal estado, acá la culpa la tienen todos los últimos alcaldes de la ciudad.

Mantener las vías es un mero hecho de dignidad para todos los ciudadanos porque por estas transitan no solo vehículos lujosos, de alta gama, sino buses, taxis, patrullas de la policía, carros de bomberos, ambulancias. Por incoherencia, no todos pagan impuestos. Entenderíamos que la mayoría de funcionarios públicos que hay en Colombia que nunca han pagado un impuesto vehicular, que nunca han tanqueado con gasolina un carro, que nunca han comprado un carro, no les duela el estado de la malla vial porque siempre se han movilizado por cuenta del estado público, del erario de la administración local de turno o del Gobierno Nacional.

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Los ciudadanos, quienes todos los días trabajan y tienen que salir a conseguirse su dinero para subsistir y por ende para pagar impuestos, tienen todo el derecho de exigirles a las administraciones que mantengan la malla vial en buen estado por seguridad, pues por cuenta de un hueco han perdido la vida motociclistas y ciclistas, y también porque es lo normal y la responsabilidad del Gobierno que los impuestos que se recaudan también sean destinados para el mantenimiento de todas y cada una de las calles sin excusa alguna.

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Sería muy bueno que por fin, en el año 2021, los alcaldes sacaran menos excusas, que fueran menos reactivos, que fueran más decentes, responsables y comprometidos con el bienestar de todos los ciudadanos; no hay ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría. Es claro que los recursos son finitos, pero también es muy claro que tiene que haber equidad en su distribución y que no se pueden racionalizar los recursos por cuenta de una supuesta preferencia de estratos o simplemente por una lucha de clases que algunos alcaldes en Colombia se han dedicado a promover irresponsablemente que trae consecuencias nefastas.

El día que por las calles solamente se movilicen vehículos costosos, que al fin y al cabo son los que pagan impuestos, podemos creer que invertir en vías puede ser inequitativo. Los países del primer mundo han demostrado que no son ricos y por lo tanto tienen vías, sino que son ricos porque tienen vías; si algo le ha faltado a Colombia y a las ciudades como Bogotá es una mejor infraestructura vial que permita reducir el número de accidentes, que permita reducir el número personas que son atropelladas todos los días por conductores de motos, de vehículos particulares, de buses y de camiones con conductores irresponsables.

No estamos tan lejos de la India, los buses siguen recogiendo y descargando personas en la mita de la vía, el tránsito pesado circula por el carril izquierdo sin ninguna restricción, las personas muchas veces no ven una señal de pare porque está borrada, porque las líneas no están claramente demarcadas, hay un descuido de toda la malla vial y de todo lo que rodea a esta. Desde un semáforo que tiene que estar funcionando; cada agente de la movilidad, cada transeúnte, cada ciclista y hasta personas que van en silla de ruedas, pero también el que va en su vehículo particular, tienen que gozar beneficios mínimos como la seguridad de circular en una vía del país.

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