El expresidente y exsenador, Álvaro Uribe, ha hecho comentarios a su entorno más cercano sobre la necesidad de que el gobierno del presidente Iván Duque mantenga en la vicepresidencia a una persona que no solamente sea de origen conservador sino que siga siendo reconocida por ese partido, ante la inminente renuncia de Marta Lucía Ramírez.
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Se estima que la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, presentará su carta de dimisión al presidente Duque y al Congreso de la República, entre el 25 de marzo y la primera semana de abril. En esta época, Ramírez iniciaría su campaña presidencial con miras a las elecciones de 2022, tal y como estaba previsto desde que fue la fórmula de Iván Duque en las elecciones pasadas.
Ante esta renuncia, el corrillo político nacional se ha comenzado a mover en la dirección de asegurar o tener injerencia en esta nueva elección, porque se vuelve aún más importante, faltando un año y poco más para que finalice el actual gobierno, tener estabilidad en el gobierno nacional; lo que también conlleva a tener estabilidad burocrática para algunos sectores que buscarán ser protagonistas, tanto en elecciones legislativas como presidenciales.
Iván Duque, en la práctica, no sería quien elige a la vicepresidenta sino que sería el Congreso de la República en teoría. Sin embargo, no sucede así, pues el Congreso es quien acepta ese guiño que hace el máximo mandatario al ratificar a su preferido.
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Ahora, durante el gobierno del presidente Duque, sabemos que no ha tenido una aplanadora en el Congreso como sí la tuvo el expresidente Juan Manuel Santos, por ejemplo, en la mayoría de las reformas que presentó y a la hora de elegir como su vicepresidente a Óscar Naranjo, cuando Germán Vargas Lleras renunció a su cargo.
Han lanzado globos desde la oposición diciendo que la vicepresidenta o vicepresidente debería ser de la oposición, algo completamente absurdo e irracional, que parece y solo busca titulares de prensa.
Sin embargo, en el seno del presidente Iván Duque hay nombres muy claros. Inicialmente, fue descartado el de Alicia Arango, pero en el caso de Ángela María Orozco, vicepresidenta de Transporte y quien es la mano derecha de Marta Lucía Ramírez, se trata de una posibilidad fuerte y muy opcionada para remplazarla. Orozco es de la región Caribe y los conservadores no se opondrían a su nombramiento, sin llegar a complacerlos completamente.
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Con el condicionante de que debe ser mujer, también se mencionó a la ministra de las TIC, Karen Abudinen, muy del riñón del presidente Iván Duque, pero que no es reconocida por los conservadores y a María Paula Correa, la actual jefe de gabinete del presidente, que tampoco es reconocida por este partido.
La otra carta que sí es avalada al 100 % por los conservadores es Ángela Ospina de Nicholls, la actual directora de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC). Ospina nació en Bogotá, se crio en Medellín, fue candidata al Congreso de la República, es licenciada en Filosofía y Letras, ha sido militante del Partido Conservador y ha tenido una relación fuerte con la política colombiana.
Entre Ángela María Orozco y Ángela Ospina de Nicholls estaría la nueva vicepresidenta de los colombianos y el expresidente Uribe, es uno de los que pide honrar ese acuerdo con los conservadores en donde no entraría ni Karen Abudinen ni María Paula Correa.