Vías alternas para viajar al llano mientras persiste el cierre

La ANI confirmó que no hay fecha de reapertura en el kilómetro 18 tras los derrumbes del 6 de agosto, lo que mantiene en incertidumbre a transportadores, viajeros y comunidades del Meta y Cundinamarca.

Foto: Redes sociales

La movilidad entre Bogotá y Villavicencio enfrenta una nueva crisis debido al cierre total de la Vía al Llano en el kilómetro 18, tras los derrumbes ocurridos el pasado sábado 6 de agosto. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) confirmó que no existe aún una fecha de reapertura, lo que mantiene en incertidumbre a transportadores, viajeros y habitantes de los municipios del oriente de Cundinamarca y Meta.

Panorama general: El punto crítico se ubica entre el kilómetro 18+300 y el 18+600, cerca de Chipaque, donde maquinaria y personal técnico continúan con las labores de remoción de material en el costado derecho de la vía. Aunque los trabajos avanzan, la magnitud de los deslizamientos y la persistencia de las lluvias hacen que la reapertura sea incierta.

La concesionaria Coviandina notificó a los usuarios que en el peaje Pipiral, en el sentido Villavicencio-Bogotá, solo se permite el paso a vehículos que tengan como destino Guayabetal, Quetame y Cáqueza. “Si va para Chipaque o Bogotá, no insista, pues no hay garantía de tránsito por las vías veredales”, precisó el concesionario.

Cierre de la Vía al Llano afecta movilidad y transporte de carga entre Bogotá y Villavicencio

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Por qué es importante: En cuanto a rutas alternas, la ANI recomendó a quienes deban viajar con urgencia tomar la Transversal del Sisga, que conecta Bogotá con Villavicencio a través de Guateque y Aguaclara. Sin embargo, esta carretera tiene restricciones para vehículos con peso superior a 16 toneladas, lo que limita el transporte de carga pesada.

El gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, advirtió que el oriente del departamento atraviesa un ciclo de precipitaciones intensas que ya afectan la infraestructura vial.

En Medina, el puente vehicular El Cable, sobre el río Negro, sufrió una grave socavación en su estribo izquierdo, lo que compromete la comunicación entre varias veredas. En Guayabetal, el puente Los Canes está en riesgo por la creciente del río Blanco, mientras que en Quetame se reportan movimientos en masa activos en corredores terciarios.

La situación no es menos delicada en Gachalá, donde se registran daños en la quebrada Moncovita y en el sector de Caño Hondo, lo que dificulta la movilidad de la zona rural.

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