Este acto de respeto y devoción precedió al funeral del primer Papa latinoamericano, quien falleció el pasado lunes a los 87 años de edad, dejando un legado de reforma y cercanía con los más necesitados.
La capilla ardiente abrió sus puertas a los fieles el miércoles, y durante las jornadas de jueves y viernes, miles de personas hicieron fila para ver por última vez al líder de la Iglesia Católica, quien encabezó el Vaticano desde 2013.
Las largas colas se extendieron hasta la madrugada, demostrando el amor y la admiración que Francisco generó a lo largo de su pontificado.
El funeral del Papa Francisco: Un evento global que marca el final de una era en la Iglesia Católica
A las 12:00 horas de este viernes, el féretro fue cerrado en una ceremonia privada presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell. El rito marcó el fin de la capilla ardiente y el inicio de los preparativos para el funeral que tendrá lugar este sábado en la Plaza de San Pedro.

Durante la ceremonia, el cardenal Farrell cubrió el rostro del Papa con un velo de seda blanca, roció su ataúd con agua bendita y depositó en su interior una bolsa con monedas y medallas acuñadas a lo largo de su pontificado.
Además, leyó el «Rogito», el obituario oficial del Papa, que será guardado en un tubo metálico dentro del ataúd. «Fue un pastor simple y muy amado», rezaba el escrito, un reflejo de la vida austera y cercana que Francisco cultivó desde su llegada al Vaticano.
Los fieles que pudieron entrar a la Basílica de San Pedro fueron los últimos en ver al Papa Francisco. Con su rostro oculto, su figura ya no será visible para el mundo, y con ello culmina un capítulo que marcó la historia de la Iglesia Católica.
Las cifras de asistencia al velatorio superaron las de su predecesor, Benedicto XVI, cuyo funeral en 2022 convocó a 195.000 personas.
Un funeral de Estado con la presencia de líderes mundiales
El próximo sábado, la misa funeral se llevará a cabo en la Plaza de San Pedro a partir de las 10:00 (hora local), con la presencia de más de 50 jefes de Estado y gobierno, además de una decena de monarcas.
Entre los mandatarios confirmados se encuentran el presidente argentino, Javier Milei, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el estadounidense Donald Trump, quien adelantó que aprovechará su presencia en Roma para sostener reuniones bilaterales con otros líderes.
También se espera la llegada del presidente francés Emmanuel Macron, quien visitó la capilla ardiente antes de la ceremonia.
El protocolo establece que las delegaciones oficiales se ubicarán en el lado derecho de la plaza, mirando hacia la Basílica de San Pedro. En primera fila, se encontrarán los mandatarios de Argentina e Italia, en honor a la nacionalidad del Papa, Jorge Mario Bergoglio, mientras que los monarcas y presidentes ocuparán los asientos en orden alfabético.
Miles de personas que no puedan acceder a la plaza seguirán la ceremonia a través de pantallas gigantes ubicadas en las cercanías.
Posteriormente, el cortejo fúnebre recorrerá las calles de Roma, pasando por algunos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, como el Coliseo, antes de llegar a la tumba del Papa Francisco en el Vaticano.
La tumba que albergará sus restos, como es característico del Papa Francisco, será de mármol sencillo, con la inscripción “Franciscus” en una de sus caras. Una reproducción de la cruz pectoral que el Papa llevó durante su pontificado acompañará la tumba, simbolizando la humildad que marcó su vida.
Medidas de seguridad extremas en Roma
La seguridad en Roma está siendo reforzada de manera excepcional para garantizar la seguridad de los asistentes al funeral. Las autoridades italianas han establecido una zona de exclusión aérea sobre la ciudad y han desplegado unidades antidrones equipadas con sistemas de inhibición de señales para prevenir cualquier amenaza.
Además, varios aviones de combate están en alerta, y los helicópteros policiales sobrevuelan el centro histórico de Roma, especialmente alrededor de la Plaza de San Pedro y la Via della Conciliazione, el eje principal hacia la Basílica.
En los tejados de los edificios cercanos, se han apostado francotiradores para garantizar la seguridad de los asistentes y evitar cualquier tipo de incidente. La presencia de fuerzas de seguridad es impresionante, pues se trata de un evento que trasciende lo religioso y tiene una dimensión global, siendo un testimonio del impacto que el Papa Francisco tuvo en el mundo.

El legado de Francisco y el futuro de la Iglesia
Con la muerte de Francisco, la Iglesia Católica se enfrenta a la búsqueda de un nuevo líder, y el cónclave que elegirá al próximo Papa se llevará a cabo dentro de un plazo de entre 15 y 20 días. Aunque el Vaticano no ha anunciado la fecha exacta, los cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina para comenzar el proceso de elección.
Un hecho relevante es que más de dos tercios de los cardenales con derecho a voto fueron nombrados por el difunto pontífice, lo que podría influir en la dirección que tomará la Iglesia en el futuro.
El Papa Francisco será recordado por su enfoque reformista y su cercanía a los más pobres, así como por sus posturas progresistas en temas sociales. Sin embargo, su pontificado también estuvo marcado por la crítica de sectores más conservadores dentro de la Iglesia. Su muerte deja un vacío, pero también un desafío para la Iglesia Católica en la era contemporánea.
Mientras tanto, Roma se prepara para despedir a uno de los papas más influyentes del siglo XXI, cuyo legado será debatido y celebrado por generaciones venideras.
Lea también:Fracasa meta fiscal tras conmoción interior en Catatumbo: solo se recaudó menos del 50%