Peñalosa necesita moverse

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Confidenciales 360


Tiene un año para demostrar que realmente está recuperando Bogotá, de lo contrario volverá la izquierda.

Los bogotanos tienen un gran idilio y es que ellos no han podido encontrar un lugar claro de asentamiento político, y sobre todo de políticas públicas.

Los bogotanos son como unos péndulos que cambian cada cuatro o cada doce años de ideología política, pero en las últimas elecciones claro que Bogotá sigue siendo fuertemente de izquierda.

A ellos no les han bastado los nefastos gobiernos que ha tenido esa corriente política y nos atrevemos decir «nefastos» porque los resultados saltan a la vista: con solo salir del aeropuerto El Dorado y transitar una hora por la ciudad para darse cuenta de por qué han sido tan malos.

Lo cierto es que le queda un año y medio a Enrique Peñalosa para dar a conocer sus obras y por lo menos tratar entregar la mayoría. Además, debe reconocer que el Metro de Bogotá tampoco lo entregará, pues ni se ha empezado a hacer; anunció excavaciones, anunció toda una parafernalia para el proyecto pero otra administración que se va y el Metro nada que llega.

Los bogotanos, aún los que votaron por Peñalosa, sienten que no ha hecho grandes cosas, pues ya ha pasado el momento en el que tenía que iniciar las grandes obras que prometió para poder entregarlas.

La falta de dinero no ha sido la razón para la lentitud de su gobierno y aunque ha tomado decisiones importantes en materia de seguridad y de orden público, en asuntos de planificación urbana, construcción de intercambios viales, deprimidos, puentes, de una mejor infraestructura para la movilidad de Bogotá, no ha hecho mayor cosa.

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También, Bogotá sigue siendo una ciudad demasiado gris, no se ha intervenido a través de ornamentación, flores, matas, a través de un proceso enfocado en la silvicultura, para hacer de la capital un espacio más agradable, pero realmente la ciudad poco o nada ha cambiado.

La ciudad se sigue manteniendo de pie gracias al sector privado y a que es la capital, pero a nivel de políticas públicas y de grandes obras de envergadura, Peñalosa se ha quedado corto.

Ahora, el gran reto es entregar en un año y medio todo lo que pueda, tratar de mostrar que su alcaldía sí sirvió de algo, que los índices de calidad de vida mejoraron, que la seguridad es mejor que antes, que la movilidad por lo menos ha mejorado aunque no ha tenido mayores alicientes por parte de esta administración y que por esa senda es que se debe seguir caminando, porque de lo contrario Bogotá no dudará en elegir a un Antonio Navarro o a Claudia López como alcalde la capital, lo que obviamente representaría la izquierda, pues incluso vienen de estar con Gustavo Petro quien fue el último alcalde que tuvo esa ciudad.

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