Las cuestiones políticas ligadas a los sentimientos personales no permiten en muchos ciudadanos que puedan ver los debates que la sociedad necesita por cuenta de su relación con el gobernante. Creo que Medellín está en mora de hablar sobre su movilidad, la infraestructura y el pico y placa; independiente de la situación política actual.
Por: Andrés Felipe Gaviria Cano
Siempre a todos los alcaldes que Medellín ha tenido en los últimos 18 años, les he pedido comedidamente que avancen un poco más, que miren más allá de los 2 metros que tienen por delante y piensen en soluciones de fondo, técnicas sostenibles y verificables para la congestión, uno de los tantos problemas que viven las ciudades que son medias y grandes, como lo es el caso de Medellín, la segunda ciudad a hoy más importante país.
Y pasar la página del pico y placa, una medida la cual resultó muy cómoda para cierto tipo de gobernantes, de replicar de Bogotá; y simplemente someterse a cambiar unos numeritos cada semestre, dejar que todo se arreglara solo. No solamente varios de ellos, a excepción de Aníbal Gaviria, no construyeron buena infraestructura física y de transporte público; Aníbal Gaviria ha sido el único alcalde en estos 18 años que ha construido parte de la estructura física para la movilidad, tanto vehicular como bicicletas, como el transporte público y peatones.
Los demás alcaldes se han dedicado a entregar una obritas, iniciar otras muy pequeñitas; y vanagloriarse con el sistema de transporte realmente muy bonitos, pero que son decorativos como el tranvía de Ayacucho, que poco o nada impacta en la ciudad de Medellín, que mucho más se hubiera hecho en una Calle como la 33 o la Calle Colombia. Pero será materia de otra columna.
Yo si quiero resaltar, así sea antipopular para muchos, la labor que ha iniciado el alcalde Daniel Quintero de abrir un debate y de hacer pruebas piloto, que como pruebas piloto pueden salir bien o pueden salir mal; y uno puede corregir.
Para eliminar el pico y placa: proponer el cobro por circulación y por contaminación. Y este tipo de debates son los que se tiene que dar de cara a una ciudad que crece desmedidamente, al igual que su parque automotor, pero muchos no son capaces de soportar verdades. Medellín y una parte de su ciudadanía quieren vivir en medio de paños tibios de hipocresía y mediocridad, con tal de que a ellos no se les toque, -cosa que me parece gravísima-.
La ciudad y el bien común están por encima del bien particular, que es lo que algunos no han entendido, y eso nos lleva a ver que Medellín tiene que avanzar si o si en un estudio con varios actores: académicos, gremiales y del sector de infraestructura; en un estudio de capacidad y carga de la movilidad de la ciudad.
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Un estudio serio, sin sesgos; que nos digan cuantos vehículos particulares caben en la ciudad y Área Metropolitana, cuántas motos caben, cuántos buses caben, cuánto puede soportar de tráfico, y a partir de ahí no solo establecer una política de chatarrización que hoy -no existe, no se aplica como las que se han hecho en otros países, donde vehículos de más de 20 años no circulan-, no solo porque contaminan, son un problema a la hora circular porque son los que más averías tienen, sino porque el parque automotor tiene que renovarse
De manera que Medellín tiene que avanzar en ese sentido, en otra instancia Medellín tiene que ponerle de una vez por todas ‘tapo’ a las motocicletas. Las motocicletas pululan porque las entregan con la copia de la cedula y 20 mil pesos, y las financian a 100 años.
Las motos son las que más evaden más impuestos, porque en Medellín vemos como pasan por los semáforos y tapan su placa como bandidos para que las fotomultas no les capten, y fuera de ello los traumatismos que generan en la vía son absurdos.
Los buses se han convertido en los reyes de la vía, no respetan bahías, paran donde les da la gana, en la mitad de la calles arriesgando a sus pasajeros; buses con 35, 40 y 50 años, conducidos en su mayoría por orates que no manejan ni un carro de supermercado.
![Apoyo irrestricto a todo gobernante que busque acabar con la medida mediocre e ineficiente del pico y placa 1 image 1](https://360radio.com.co/wp-content/uploads/2022/04/image-1-1024x768.jpg)
Realmente el desorden de trafico de Medellín es un absurdo, por lo cual a mí me parece valido que el alcalde de Medellín plantee que se elimine el impuesto de rodamiento, se cobre un impuesto por uso al año, como tiene que ser; porque el pico y placa lo único que hace es alimentar las calles de más motos, de más vehículos, porque la gente va y compra otro vehículo, y con eso se evitan la medida del pico placa.
De manera que los hechos están, las cifras respaldan esta teoría de que el pico y placa no funciona y lo que tenemos que pasar, son a decisiones de fondo, decisiones que le digan a un alcalde y el Área Metropolitana: Estos son los carros que tienen que circular, este es el tope de motos, el tope de buses; que el tráfico pesado no pueda andar por la ciudad a ciertas horas, en ciertos días (que tampoco hay control de eso).
Y como si fuera poco, es menester que la ciudad avance en la lucha contra el mal estacionamiento. Destaco lo que Federico Gutiérrez hizo en su alcaldía de aumentar la zonas de estacionamiento regulado, las ZER, que por algo son tan polémicas; yo soy un defensor de ellas, hay que instalar parquímetros en toda la ciudad, parquear en la calle tiene que tener un costo, y tiene que ir ese costo a las arcas públicas.
También defiendo que las foto multas sean públicas, eso no pude seguir siendo un negocio para un privado, tiene que ser un dinero que vaya a las arcas del municipio de Medellín, para que destinen a construir infraestructura y a sostener la actual. Seguir creyendo que el pico y placa nos va a salvar del caos de la movilidad es pensar muy mediocre.
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¿Atacar al alcalde Quintero porque está proponiendo otras medidas, otras ideas? -Es irresponsable. Medellín está por encima de cualquier gobernarte, trasciende cualquier periodo de 4 años, y por más duro que suene, por más crudo que pueda para algunos ser, Medellín tiene que tener en el futuro cercano lo siguiente:
Que se prohíba la circulación de vehículos con diésel, aquellos no certificados de ser amigables con el medio ambiente (en primera instancia); luego en el mediano plazo con combustible fósil, y luego en un plazo de 15 años un transporte por lo menos hibrido; y ya en un futuro muy lejano, un transporte 100% eléctrico.
Y en donde la capacidad de carga de vehículos que hay, por cada vehículo que entra al mercado tiene que salir uno, no puede ser que estemos llenando el carro con cascaritas, con baratijas, que primero ponen en riesgo la seguridad de los pasajeros que van esos carros que no aguantan un mínimo estrellón, que no pasan una prueba de seguridad en ninguna parte del mundo, pero en Colombia los venden.
Que el transporte público no mejore, lo que hace es robustecer la problemática. La gente sale del transporte público despavorida a compra motos o carros sin seguros; de manera que válido el debate y bienvenido. ¡ojalá la ciudadanía lo pueda dar!