Aníbal Gaviria va sin fórmula a la Alcaldía de Medellín

Por: Redacción 360 Radio


Aníbal Gaviria, candidato a la Gobernación de Antioquia por el movimiento ‘Es el momento de Antioquia’ y la coalición de otros partidos políticos, y quien es el favorito para ganar las elecciones el próximo 27 de octubre, a pesar de que en algunos meses recientes ha manifestado en sus círculos cercanos gustos por candidatos a la Alcaldía de Medellín, ha dado una orden muy clara a las raíces de su campaña de que no habrá un direccionamiento para que apoyen a alguien a la alcaldía de la ciudad.

Esto, a pesar de que algunos de sus más cercanos colaboradores estén en distintas campañas. Hoy en la campaña de Gaviria hay personas que están con Alfredo Ramos, Juan Carlos Vélez y Daniel Quintero.

Gaviria ha tomado la decisión de seguir con un discurso de respeto para todas las candidaturas que se han presentado en Medellín, manifestando su interés de trabajar con el alcalde que quede en las principales líneas de gobierno que se tracen Medellín y Antioquia, y que desde luego, genera un hecho político.

Por ejemplo, si nos remontamos al departamento del Valle, Dilian Francisca Toro, actual gobernadora, decidió apoyar al candidato a la alcaldía, Jorge Iván Ospina, lo cual indica que la candidata de Dilian Francisca, que es Clara Luz Roldán, apoya a Ospina y le da un espaldarazo final para ser el próximo alcalde de Cali, según las últimas encuestas.

En Medellín no pasará esto, aunque hubiese sido muy significativo para cualquier candidato que Aníbal Gaviria estuviese respaldando su aspiración. En el caso del contendor de Gaviria, Andrés Guerra, si tiene restricciones para apoyar un candidato que no sea Alfredo Ramos, que es el candidato del Centro Democrático.

Gaviria juega como un agente libre en el mercado y podrá tener tranquilidad para gobernar junto con el alcalde de Medellín que sea elegido, esto puede garantizar una armonía nuevamente en las relaciones Gobernador de Antioquia – Alcalde de Medellín, que algunas veces en los últimos doce años, ha sido de altibajos: momentos muy buenos y momentos muy tensos.

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