Banca Verde en Colombia: 13 años de avances, logros y compromisos sostenibles

Así ha logrado la Banca Verde impulsar la sostenibilidad ambiental y generar impacto social en Colombia a través del financiamiento responsable.

Durante más de una década, la banca en Colombia ha recorrido un camino de transformación en busca de un modelo financiero más responsable con el medioambiente y, lo que comenzó como un conjunto de buenas intenciones en 2012, se ha convertido en una estrategia clave para el desarrollo sostenible del país. Hoy la Banca Verde es una realidad y es un pilar en el sector financiero.

Pero, ¿qué tan profundo ha sido el compromiso del sector? ¿Cuáles han sido los logros más significativos y los desafíos que aún persisten en la Banca Verde?

360 Radio dialogó con entidades bancarias, protagonistas en este sector, sobre los 13 años de diálogos de finanzas sostenibles, las propuestas clave que han hecho y los proyectos con logros que han marcado el rumbo de la Banca Verde en Colombia.

Es esencial comprender el concepto de Banca Verde como un enfoque financiero que prioriza la sostenibilidad ambiental y el impacto social positivo. Consiste en el financiamiento de proyectos ecológicamente responsables, la implementación de políticas internas sostenibles dentro de las instituciones bancarias y el apoyo a iniciativas que fomenten el desarrollo sostenible.

En Colombia, este modelo de banca verde ha cobrado relevancia debido a la creciente preocupación por la deforestación, la contaminación del agua y la vulnerabilidad ante el cambio climático.

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No obstante, este modelo de negocio enfrenta desafíos importantes. La falta de conocimiento sobre productos financieros sostenibles, la percepción de que las inversiones verdes son menos rentables y la resistencia al cambio en algunos sectores económicos son obstáculos que deben superarse para así convertir al país en un ejemplo de lucha ambiental y de potencial sostenible.

El mundo y Colombia caminan hacia finanzas sostenibles

El Sexto informe de evaluación del IPCC: Cambio Climático 2022, el más reciente, es enfático en la necesidad de atender la crisis climática e incluye al sector financiero dentro de su análisis. Además el Glasgow Financial Allianz For Net Zero (GFANZ) destaca la necesidad de que los flujos financieros se alineen con los objetivos del Acuerdo de París y promuevan esfuerzos hacia la descarbonización de las economías.

Por ende, la banca debe trabajar en la medición de las emisiones financiadas de sus carteras, el análisis riguroso de los riesgos ambientales y sociales de los proyectos, como lo explica el Protocolo Verde.

Este Protocolo, relacionado con la banca verde, nació como una alianza estratégica para integrar entidades del Gobierno con los bancos colombianos y comprometerlos con el financia-miento de propuestas de desarrollo sostenible, al igual que invitarlos a que este sector bancario participe en procesos de gestión ambiental en el análisis de riesgo crediticio.

Este acuerdo se concretó con la Presidencia de la República y con el Ministerio del Medio Ambiente en el año 2012, hace 13 años, y su objetivo principal fue la creación de créditos especiales encaminados a proyectos sociales y ambientalmente benéficos como son: producción más limpia, mercado de carbono, biocomercio, eficiencia energética, construcción sostenible, desarrollo de energías renovables, biotecnología, ecoturismo y todos los que estén encausados hacia minimizar los impactos ambientales, tanto externos como internos en el desarrollo de sus actividades.

¿Cómo los bancos están dando prioridad a la Banca Verde?

Canalizar los recursos hacia proyectos que reduzcan el impacto ambiental es uno de los principales objetivos de la Banca Verde y en Colombia, los bancos han comenzado a ofrecer productos financieros diseñados para fomentar la sostenibilidad, tales como créditos para energías renovables, financiamiento para proyectos de eficiencia energética y bonos verdes para la reforestación y conservación de ecosistemas.

Hoy las prácticas ambientales y sostenibles son protagonistas en todas las entidades y mucho más en las oficiales, como el Banco de La República, emisor la moneda legal colombiana billetes y monedas en todo el país.

«Este sistema de gestión ambiental es transversal a todas las instalaciones de la entidad e incluye las áreas industriales, culturales, las sucursales y las agencias, mediante decisiones que promueven la reducción del consumo de energía, de combustibles y la optimización del uso del agua. Así como un tratamiento adecuado y disposición de los residuos generados en los procesos del banco», expresaron.

De hecho, el Plan Estratégico 2022-2025 del Banco de La República contiene como uno de sus objetivos adelantar un ejercicio de reflexión sobre el impacto del cambio climático en las funciones del Banco de La República.

Las cifras más recientes revelaron que en 2021 y 2022 la imprenta elaboró 2.213 millones de billetes y 738 millones de monedas. Esto resulta relevante cuando se confirma que en la producción de efectivo se consume el 60 % de energía y donde se ocasiona el 55 % de la huella de carbono que genera el Emisor, por lo que han potenciado estrategias como la reposición de plantas eléctricas y aires acondicionados y la modernización de subestaciones eléctricas.

Entre otras prácticas con banca verde resalta la construcción de cuatro edificios amigables con el medio ambiente, se ha instalado paneles solares en más de 10 sedes del banco y han potenciado el uso óptimo del agua con distintos programas de reutilización de aguas de lluvia y dispositivos ahorradores del recurso hídrico.

El caso Bancolombia en Banca Verde

Cipriano López, vicepresidente de Innovación y Sostenibilidad de Bancolombia, aseguró a este medio de comunicación que «En Colombia asumimos el compromiso de movilizar al año 2030 al menos COP 500 billones por medio de servicios financieros del día a día que promuevan esos tres frentes de acción, y como parte de esta ambición, en 2024 desembolsamos COP 45,9 billones, con lo cual el acumulado va en COP 197,74 billones, es decir, el 38,6% de la meta».

Cipriano López, vicepresidente de Innovación y Sostenibilidad de Bancolombia

Y agregó que como parte de este camino en la banca verde han apoyado a las empresas en su transición hacia prácticas responsables, brindándoles herramientas y enfoques innovadores que les permitan integrar la sostenibilidad en sus operaciones y fomentamos un entorno empresarial que impulse tanto el crecimiento económico como la protección del medio ambiente.

«En el total de nuestras líneas sostenibles, durante 2024 desembolsamos COP 9,22 billones en moneda legal y USD 289 millones en moneda extranjera, que materializan proyectos en diferentes sectores económicos para el cumplimiento de nuestro propósito como organización», puntualizó.

El Caso Bancóldex

Otro de los bancos que ha creído en la financiación Sostenible y en la banca verde es Bancóldex. Esta entidad confirmó que al cierre del 2024, la participación de la cartera verde de Bancóldex sobre el total de la cartera se acerca al 6 %. Según Asobancaria, el sistema financiero está alrededor del 10 % y Bancóldex quiere, al finalizar el 2026, acercarse a 15 %. 

María José Naranjo, Vicepresidente de Estrategia Corporativa de Bancóldex, explicó a 360 que este banco tiene una estrategia que está compuesta por diferentes frentes basados en que la sostenibilidad es un buen negocio para las empresas, por lo que es necesario ayudarlas a invertir de la mejor manera para que puedan ser más responsables con el medio ambiente y con su ámbito social y pues desde luego ambiental y sostenible.  

María José Naranjo, Vicepresidente de Estrategia Corporativa de Bancóldex

«Esta estrategia está construida por capas o frentes. La primera es gobierno corporativo y es cómo desde la alta dirección, Junta directiva y todos los entes donde hay gobierno y toma de decisiones hay una conciencia y un acompañamiento de que el Banco tiene que diseñar productos pasivos y activos para el desarrollo sostenible pero que internamente también tenemos que ser ejecutores de buenas prácticas en sostenibilidad», dijo. 

A lo que agregó que «Luego hay una capa o un frente que aborda lo que es el corazón del negocio. Aquí también pasa por un acompañamiento no financiero que el Banco les puede hacer a las mipymes para que entiendan cómo pueden ser más eficientes en, por ejemplo, la adopción de mejores prácticas en términos de instalar paneles solares que se va a ver reflejado en una reducción de los gases efecto invernadero o unas mejores prácticas en sus procesos más limpios en las organizaciones que ellos lideran». 

El caso Davivienda

Davivienda también ha creído en la Banca Verde. Alejandra Díaz, directora de Sostenibilidad de Davivienda, explicó en entrevista con 360 la relevancia que ha tenido el Banco en los procesos sostenibles a lo largo de su historia y con mayor fuerza en la última década.

Alejandra Díaz, directora de Sostenibilidad de Davivienda.

«Cuando hablamos de hace más de 10 años del protocolo verde, creo que algo que ha dejado es la integración clara de los temas sociales, ambientales y en la creación de sistemas de administración de riesgos por parte de los bancos. Y nosotros tenemos una historia larga en eso pues hace más de una década fuimos el Banco pionero en Colombia de integrar un sistema de administración de riesgos».

«Esto al mismo tiempo nos permiten reconocer, por ejemplo, cómo ese proyecto puede estar afectando un ecosistema o cómo puede lucir ese cliente y ese negocio que estamos financiando en unos próximos años si el calentamiento del planeta supera, pues los 1.52°C, pues que por encima de lo definido en el acuerdo de París», agregó. 

Datos del banco revelan que en el 2024 cerraron con $7.6 billones colocados en líneas sostenibles. «Estamos hablando de $1.7 millones en agricultura sostenible. Estamos hablando de proyectos de eficiencia energética, proyectos de energía renovables no convencionales, proyectos de construcción sostenible tenemos nosotros, que somos el Banco de la vivienda, la casita roja, pues venimos acompañando más de 95 proyectos de vivienda, construcción, y constructores que han querido certificarse», expresó Díaz.

Ahora bien, no se puede desconocer que el sector bancario ha sido clave en la promoción de inversiones en energías limpias como la solar y la eólica, pilares claves en la Banca Verde y también ha impulsado programas de agricultura sostenible, que buscan reducir la degradación del suelo y el uso excesivo de recursos naturales.

Impacto social de la Banca Verde en Colombia

La Banca Verde también tiene un fuerte impacto social y todo gracias a los procesos con los que facilita el acceso a financiamiento sostenible, pues se generan oportunidades económicas para comunidades vulnerables. En Colombia, el respaldo financiero a proyectos de agricultura sostenible y economía circular ha mejorado las condiciones de vida de pequeños productores y emprendedores, promoviendo modelos de negocio más inclusivos y responsables.

También porque aportan a la educación financiera y ambiental. Gran parte de los bancos han implementado programas de formación para clientes y empresarios sobre cómo gestionar sus recursos de manera sostenible y acceder a financiamiento responsable. Estas iniciativas contribuyen a la creación de una cultura financiera más consciente y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

En el caso de Bancolombia, destacaron cuatro líneas de financiación sostenible que son la Línea sostenible en moneda legal, que es una línea especial de financiación que apoya a nuestros clientes a través de beneficios en tasa y acompañamiento técnico especializado para el desarrollo de proyectos en los que se promueva el uso de tecnologías limpias, uso eficiente de energías, aplicación de economía circular, combustibles limpios, y reducción de residuos, emisiones y vertimientos, entre otros.

En segundo lugar el crédito atado a desempeño sostenible: dirigida a clientes corporativos, independientemente del sector o actividad económica. Se trata de una financiación de largo plazo que reconoce el compromiso que tienen estas empresas con la contribución al desarrollo sostenible.​ También la línea sostenible en moneda extranjera que incluye financiaciones como el Giro Financiado Sostenible en Moneda Extranjera, para importar activos sostenibles en moneda extranjera que contribuyen al crecimiento de su operación o a la eficiencia de su negocio.​ Este tipo de financiación reconoce con una mejora de la tasa.

Por último, la línea Triangular Sostenible: bajo esta línea, Bancolombia acompaña a los clientes del sector automotriz en la financiación de sus facturas comerciales con un descuento de tasas para los vehículos sostenibles. Con este tipo de financiación se busca apalancar la iniciativa sostenible, que inicialmente será exclusiva del sector de vehículos.

Y es que la Banca Verde es clave para cualquier proyecto. Retomando el diálogo con la directora de Sostenibilidad de Davivienda, explica que, en su caso, los ejemplos van desde La cevichería El Puente en el municipio de Tumaco, que ha instalado más de 120 paneles solares y generando 15 kW de energías limpias que le sirven, por supuesto, para su operación y su consumo hasta proyectos grandes de biomasa, por ejemplo, con el Ingenio Carmelita, que diversificó su negocio y está haciendo una mejora de suficiencia productiva.  

Cerramos una iniciativa con más de $120 mil millones de pesos con Alión, la cementera, que además es el primer crédito con resultados atados a sostenibilidad donde hay unos compromisos, en este caso por reducir sus emisiones y aumentar la economía circular en su producción y a partir del cumplimiento pues de esas metas recibir beneficios», explicó como ejemplo. 

La Banca Verde es un actor esencial en la construcción de un futuro sostenible en Colombia. Su capacidad para dirigir inversiones hacia proyectos ambiental y socialmente responsables contribuye al desarrollo de una economía más resiliente y justa. Para que este modelo sea exitoso, es necesario más de 13 años de historia y seguir fortaleciendo la educación financiera, promover incentivos para la inversión sostenible y fomentar alianzas entre el sector público y privado. Solo así se podrá garantizar un crecimiento económico que beneficie tanto al medio ambiente como a las comunidades colombianas.

Es momento de que el sector bancario reafirme su compromiso con el futuro del país, destinando más recursos, innovación y estrategias a la banca sostenible. La transformación hacia un sistema financiero verde no solo es posible, sino urgente. Desde este medio de comunicación, invitamos a todas las entidades financieras a continuar liderando este cambio, alineando sus operaciones con los principios de sostenibilidad y convirtiéndose en motores activos del bienestar social y ambiental de Colombia.

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