Tras un esfuerzo sostenido desde 2023, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, ha aprobado y reconocido oficialmente la Cadena Nacional de la Soya, una iniciativa liderada por la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce).
Este paso representa un avance clave para la competitividad y sostenibilidad de los productores de soya en Colombia, consolidándose como un órgano consultivo que definirá políticas fundamentales para el desarrollo del sector.
¿Qué es la Cadena Nacional de la Soya?
La formalización de la Cadena Nacional de la Soya busca potenciar el acceso de los productores a redes comerciales, información de mercado y espacios de colaboración. La resolución No. 000305 de 2024, emitida por el Ministerio de Agricultura, establece este organismo como una herramienta clave para articular las capacidades de los actores del sector, desde productores e industrias transformadoras hasta autoridades gubernamentales.
El gerente general de Fenalce, Arnulfo Trujillo Díaz, destacó la importancia de este logro: “Ahora debemos hacer un trabajo en región mucho más fuerte para fortalecer esta cadena, ya que esta se convierte en un órgano asesor para el Gobierno en las decisiones que harán crecer el sector de la soya”.
El corazón de la cadena es el Consejo Nacional de la Soya, un espacio integrado por representantes de seis eslabones clave: insumos, productores, comercializadores y transformadores, además de entidades de apoyo lideradas por secretarías de agricultura y el ministro de Agricultura en turno. Este consejo, que sesionará periódicamente, permitirá socializar propuestas y alcanzar acuerdos que beneficien a todo el sector.
Actualmente, 119 actores están inscritos en la cadena, incluidos 79 productores independientes, 16 empresas de insumos, 19 comercializadoras y transformadoras, y asociaciones de productores. Aunque la mayor parte de la producción se concentra en el Meta, donde se produce más del 90% de la soya nacional, se espera que más regiones y actores se unan a esta iniciativa.
La formalización de la cadena también incluye un reglamento interno y un acuerdo de competitividad, que delinean las metas del sector. Este plan estratégico será apoyado financieramente por el Fondo Nacional de la Soya (FNS), que destinará recursos para fomentar la inscripción de nuevos actores y desarrollar propuestas conjuntas que serán presentadas al Gobierno Nacional.
El Meta, departamento clave para la producción de soya, será el epicentro de las actividades iniciales de la cadena. Allí se implementarán proyectos de funcionamiento y se reforzará la operación de este organismo, con el objetivo de replicar el modelo en otras regiones del país.
Fenalce y el FNS invitan a más actores a sumarse a esta organización, que busca consolidar el potencial productivo de la soya y fortalecer la capacidad competitiva de Colombia en este sector estratégico. Como destacó Trujillo Díaz, “fortalecer esta organización beneficiará a todos los eslabones del sector”.
La aprobación de la Cadena Nacional de la Soya no solo impulsa la sostenibilidad y la innovación en el campo, sino que también sienta las bases para un sector agrícola más cohesionado y resiliente, capaz de afrontar los desafíos del mercado global.
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