Confidenciales 360
Es lamentable la situación política en una de las ciudades más queridas de Colombia como lo es Cartagena, la joya de la corona a nivel turístico que tiene el país.
La ciudad ya completa más de 15 años de políticas interrumpidas, sin visión de largo aliento, cortoplacistas, mediocres, demagógicas, con prácticas lamentable de corrupción, politiquería de alcantarilla, intereses oscuros al servicio de unos pequeños clanes familiares y con una ciudadanía que, lamentablemente, no aprende, no levanta cabeza y no es capaz de votar bien y rodear a sus gobernantes, por lo menos a los que los eligen.
Con la victoria de William Dau Chamat en las pasadas elecciones regionales, parecía que Cartagena iba a tener un respiro después de una antología de corrupción, suspensiones, condenas y escándalos que conllevaron a una inestabilidad perjudicial extrema para la heroica.
El número de alcaldes que ha tenido Cartagena en 15 años habla por sí solo de todo lo nefasto que ha padecido la capital de Bolívar.
Dau ganó la Alcaldía de Cartagena ante toda sorpresa, y más que entrar con sangre en los ojos, llegó tratando de hacer una purga o depuración de lo que estaba enquistado en la administración, sabiendo que tenía mayoría opositora en el Concejo.
La diferencia de ideas reventó hace algunos días por medio de una sesión virtual con el Concejo de Cartagena. Hubo improperios de parte y parte convirtiéndose en una situación escabrosa y lamentable. Es desdeñable la manera en que se trató el alcalde con los concejales. Se podría entender la presión y el desespero de Dau, pero él tiene que entender sus límites, capacidades y facultades.
El mandatario local está en la mira de la Procuraduría General en cabeza de Fernando Carrillo, quien es amante de los anuncios públicos y de estar en los medios de comunicación, por ende, no sería raro que haya una suspensión de tres meses.
Finalmente, están poniendo a Cartagena en una discusión personal que sólo trae perjuicios para los habitantes de esta magnífica ciudad y que da muestras de lo que serán estos cuatro años: un gobierno en una bicicleta estática mientras el concejo le bloquea todo y sale perdiendo la ciudadanía.