En la más reciente escalada de la controversia limítrofe entre Perú y Colombia por la isla Santa Rosa, el ministro del Interior Armando Benedetti alertó que, de fracasar las vías diplomáticas, “el cuarto paso se pondría feo”, dejando entrever un escenario de alta tensión que sacudiría la frontera amazónica y la agenda bilateral de ambos países.
🇨🇴🇵🇪 | El ministro del Interior, Benedetti, advierte a Perú por disputa territorial por la isla Santa Rosa: “Lo primero que hay que hacer es declaración de Estado del presidente. La otra son los reclamos diplomáticos, y si no lo cuarto se pondría bien feo”.pic.twitter.com/YoZTyDcQbi
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) August 5, 2025
La génesis de la controversia amazónica
La isla Santa Rosa, conocida también como Santa Rosa de Yavarí, nació hacia 1970 por un proceso natural de sedimentación que separó parte de la isla peruana Chinería en el estrecho de Nazareth, a pocos metros del límite tripartito con Brasil.
Su aparición no estaba contemplada en el Tratado Salomón-Lozano de 1922 —instrumento que fijó la frontera fluvial entre ambos países—, lo que ha dificultado su asignación formal de soberanía.
Le puede interesar: Esta fue la primera tutela que presentó Álvaro Uribe Vélez tras ser condenado
La disputa latente revivió en julio de 2024, cuando un funcionario colombiano cuestionó la soberanía peruana durante una mesa técnica de seguridad en Leticia, acusando a Lima de una “ocupación irregular”.
Lima reaccionó con una nota de protesta y reafirmó que la isla forma parte del distrito de Yavarí, basándose en la aplicación histórica del talweg —la línea de máxima profundidad del río— para delimitar el territorio.
Bogotá, por su parte, citó la cláusula de “islas nuevas” del acuerdo bilateral de 1929 y exigió que cualquier territorio surgido después de esa fecha sea asignado por consenso en la Comisión Mixta Permanente de Inspección de la Frontera (Comperif), inactiva desde 2017.
Qué dijo Benedetti y por qué inquieta el “cuarto paso”
Durante un debate de control político en la Comisión Segunda del Senado, Benedetti enumeró cuatro escenarios: una declaración presidencial, la emisión de notas de protesta, la reactivación de la mesa binacional y, “si nada funciona, el cuarto paso se pondría feo”.
La frase, aunque críptica, fue interpretada por analistas como la posibilidad de medidas de fuerza —desde bloqueos fluviales hasta el despliegue de unidades fluviales— que tensarían la ya frágil frontera.
El titular de Interior, conocido por su estilo confrontacional, ya había generado polémica meses atrás al ser nombrado en el cargo tras varios escándalos mediáticos; su llegada al gabinete despertó críticas sobre el rumbo de la política exterior del Gobierno Petro.
Aun así, Benedetti insiste en que la prioridad es agotar los mecanismos diplomáticos y que cualquier acción ulterior debe contar con respaldo presidencial y jurídico.
La canciller encargada, Rosa Villavicencio, moderó el discurso al subrayar que “no queremos llegar a un conflicto, buscamos el diálogo”. Sin embargo, la convocatoria del presidente Gustavo Petro para conmemorar la Batalla de Boyacá en Leticia —a orillas de la isla— fue vista por Lima como un acto de “ejercicio de soberanía” que puede escalar la retórica nacionalista.
Escenarios futuros: diálogo, arbitraje o crisis regional
La primera vía pasa por reactivar la Comperif, instancia técnica capaz de verificar en terreno los cambios geomorfológicos y proponer asignaciones de islas conforme al tratado de 1929.
Un segundo camino es recurrir al arbitraje de la Corte Internacional de Justicia, mecanismo utilizado por otros países sudamericanos para zanjar litigios similares.
Si el diálogo falla, el “cuarto paso” descrito por Benedetti podría traducirse en decisiones unilaterales: patrullajes intensificados, restricciones a la navegación o incluso el establecimiento de un destacamento temporal, medidas que Lima ya tilda de “provocación”.
Le puede interesar: Este el contrato y sueldo de David González, Ad Portas de salir de Millonarios
Los expertos advierten que cualquier maniobra militar, por simbólica que sea, reavivaría memorias del conflicto de Leticia de 1932-1933, la única guerra que enfrentó a ambos países en el siglo XX.
El aviso de Benedetti sobre un “cuarto paso” que “se pondría feo” no es solo una frase contundente; desnuda la vulnerabilidad de las fronteras fluviales frente a la política y la naturaleza.