Con la participación de más de 50 líderes africanos y representantes internacionales se desarrolló la Cumbre FOCAC 2024 (Cumbre de Cooperación China-África), en Beijing del 4 al 6 de septiembre, este evento no solo reforzó los lazos entre ambas regiones, sino que también estableció un plan de acción ambicioso para los próximos tres años marcando un punto de inflexión en la colaboración económica, política y de seguridad.
Uno de los focos principales de la cumbre fue el fortalecimiento de las relaciones comerciales. Durante los últimos 15 años, China ha sido el mayor socio comercial de África, y este vínculo se afianza con inversiones por más de 50 mil millones de dólares en áreas estratégicas. Estas inversiones estarán dirigidas principalmente al desarrollo de infraestructura, desde carreteras hasta zonas industriales y parques económicos, un aspecto crucial para la industrialización de muchos países africanos.
Inversiones de China en África en la cumbre FOCAC: infraestructura, minería y agricultura
La modernización agrícola también fue un tema clave, con el compromiso de China de aportar tecnología avanzada y sistemas de riego para mejorar la productividad y reducir la dependencia de las importaciones.
En este contexto, la minería ocupó un papel destacado. Entre los compromisos África, caracterizada por su riqueza en minerales esenciales como el cobalto, litio y níquel, indispensables para la transición hacia tecnologías limpias, seguirá siendo un proveedor crucial para China.
Los acuerdos firmados apuntan a asegurar el suministro de estos minerales, al mismo tiempo que China se compromete a transferir tecnologías para una extracción y procesamiento más sostenibles. Esto forma parte de una estrategia conjunta para fomentar una «minería verde» que minimice el impacto ambiental y promueva la eficiencia energética en países como la República Democrática del Congo y Zambia.
Además del fortalecimiento de los lazos económicos, la seguridad fue uno de los aspectos más innovadores de la cumbre, dado que China anunció una asistencia militar de 127 millones de euros, destinada a capacitar a fuerzas africanas en la lucha contra amenazas insurgentes y terroristas, especialmente en regiones inestables como el Sahel.
También se acordaron patrullas conjuntas y ejercicios militares en el marco de operaciones de mantenimiento de la paz debido a que el país asiático es uno de los principales contribuyentes de tropas a las misiones de la ONU en África, refuerza así su rol como socio clave en la seguridad regional.
La cumbre también abordó el papel de África y China en la escena política internacional, en ese sentido, el presidente Xi Jinping subrayó la importancia de que ambas regiones trabajen juntas para amplificar la voz del «Sur Global» en instituciones globales, buscando un sistema más justo y representativo. La reforma del Consejo de Seguridad de la ONU fue uno de los temas prioritarios, con un llamado a dar mayor protagonismo a las naciones africanas en la toma de decisiones globales.
Finalmente, la cumbre exploró nuevas áreas de cooperación en sectores emergentes, como la economía digital y las energías renovables. China presentó iniciativas de capacitación tecnológica en inteligencia artificial y redes 5G, con el objetivo de que los países africanos puedan diversificar sus economías y aprovechar las oportunidades de la cuarta revolución industrial. Estos esfuerzos se suman a la expansión de la infraestructura digital, lo que contribuirá a la inclusión financiera y digital en toda África.
El compromiso de China con África, expresado tanto en inversión como en apoyo militar y tecnológico, refuerza la cooperación integral entre ambas regiones. Este fortalecimiento de la relación apunta a un nuevo equilibrio de poder en el escenario global, con el «Sur Global» desempeñando un papel cada vez más relevante en las decisiones internacionales.
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