El caso de Valeria Afanador, una niña de 10 años diagnosticada con síndrome de Down, conmocionó recientemente a Colombia. En primer lugar es preciso, hacer una reconstrucción cronológica de lo sucedido y el posterior discurso de su padre en medio del funeral de este domingo 31 de agosto.
Desaparición y primeros días de búsqueda de Valeria
Martes 12 de agosto de 2025: Valeria desaparece alrededor de las 10:00 a.m. durante la hora del recreo en el colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, situado en la zona rural de Cajicá, Cundinamarca. Las cámaras de seguridad registraron a la niña cruzando varias veces una cerca viva que colinda con una zona de arbustos cercana al río Frío. Poco después, ya no se volvió a verla. El colegio activó su protocolo interno y notificó a los padres, y las autoridades fueron alertadas unas horas más tarde.
Miércoles 13 de agosto: Se inicia un operativo de búsqueda con participación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), bomberos y organismos de socorro.
Entre el jueves 14 y viernes 15 de agosto: La recompensa por información sobre su paradero sube de 20 millones a 50 millones de pesos, y se suman drones, perros, soldados, bomberos y voluntarios al operativo.
Sábado 16 de agosto: La comunidad de Cajicá realiza una marcha masiva en apoyo a la familia, exigiendo justicia y transparencia.
Domingo 17–lunes 18 de agosto: Al cumplirse una semana sin hallazgos, la recompensa llega a los 70 millones de pesos. Interpol emite una circular amarilla para activar la búsqueda internacional.
Durante este periodo, las autoridades revisan más de 350 horas de grabaciones (más de 20 TB de videos) y descartan en gran medida la teoría de que Valeria cayó al río Frío.
Denuncias, hipótesis y frustración familiar
El 21 de agosto, la familia emite un comunicado en el que expresa su frustración por la falta de avances y anuncia haber contratado un abogado para reclamar transparencia y acceso al proceso.
El 27 de agosto, los padres denuncian señalamientos hacia el colegio, especialmente por declaraciones relacionadas con un extrabajador, y hacen un llamado público: “Que nos la entregue”, refiriéndose a quien pudiera tenerla.
El 29 de agosto, la familia denuncia lo que consideran negligencia y falta de diligencia por parte de las autoridades en el tratamiento del caso.
Hallazgo y despedida
Viernes 29 de agosto de 2025: Tras 17 días desde su desaparición, el CTI encuentra el cuerpo sin vida de Valeria en una zona conocida como Fagua, cerca del río Frío y a unos 200 metros del colegio. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para su identificación.
Las autoridades confirmaron el hallazgo por la tarde y expresaron su pesar. El gobernador mencionó que “este hecho tan doloroso […] no quedará en la impunidad”.
Domingo 31 de agosto: En Cajicá y Chía se realiza una caravana fúnebre y un funeral multitudinario. La comunidad, acompañada por compañeros, vecinos y autoridades, despide a la niña con globos y muestras de amor y solidaridad.
Su padre, Manuel Afanador, dijo a voz en cuello: “Aprendimos que en los niños no hay maldad, vimos que los niños son amor. Y hoy, con mi alma partida en pedazos, le devuelvo a Dios ese angelito que me mandó, que me hizo muy feliz, que me hizo reír, que me hizo llorar, pero que durante 10 años aprendí a que Valeria era mi mundo”.
“Con la fe de que algún día nos encontraremos y que me dé esos abrazos tan menudos, que me hacen mucha falta, pero que así mismo me dan la fortaleza de seguir adelante por la vida de Santiago y de Manuel (sus dos hermanos), por Luisa (la mamá de Valeria), por mis papás, por mis suegros, por mis sobrinos, por todos y por todas estas personas que hoy oran porque nuestra familia tenga un consuelo para que este ángel cubra este municipio”, prosiguió.
Finalizó su discurso diciendo: “Con todo mi corazón, Valeria de mi vida, la princesa que vino a pintar de mil colores mi vida, hoy se la entrego a Dios para que ilumine nuestra vida de esta familia. Eternamente, vuela alto con Dios, vuela alto”.
Próximos pasos e investigación
Con el hallazgo confirmado, las autoridades anunciaron la conformación de un equipo especial para esclarecer las causas de su muerte y determinar responsabilidades. La Fiscalía, la Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía lideran las indagaciones.
La familia, apoyada por Defensoría y el abogado contratado, mantiene presión por una investigación transparente, con acceso a la información pública y respuesta frente a la responsabilidad institucional.
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