Sí, es impopular y es absolutamente políticamente incorrecto, pero como medio de comunicación debemos ser coherentes y responsables. La mayoría de los actores políticos en este país prefieren camuflarse bajo la demagogia del populismo y la irresponsabilidad nos toca a nosotros: salir a decir las cosas de la manera en que deben ser, no como la gente quiera.
El presidente Petro tuiteó lo siguiente: «Cerramos parte del déficit dejado por Duque en el fondo del combustible, problema ya casi superado por la gestión del actual gobierno y no perjudicamos a la gente más débil económicamente les solicitó a los usuarios de combustibles fósiles, de acuerdo con sus posibilidades, sustituir esas tecnologías por energía limpia. Es imperioso que la descarbonización de nuestra economía avance».
Cerramos parte del déficit dejado por Duque en el fondo de combustible, problema ya casi superado por la gestión del actual gobierno, y no perjudicamos a la gente más débil económicamente.
Le solicito a los usuarios de combustibles fósiles, de acuerdo a sus posibilidades,… https://t.co/P2YjWjUaF5
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 24, 2024
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El presidente comete fallas sin precisiones en este trino, pero también es cierto que merece un reconocimiento respecto a la decisión que tomó al comienzo de su gobierno de quitar el subsidio a la gasolina corriente en Colombia, lo que era insostenible, injusto y una total distorsión del mercado. Sin embargo, la dicha no es completa: el presidente comete su primer error al decir que con esta decisión no se perjudicó a la gente más débil económicamente. Primero, desconoce los datos de que muchas personas, en su mayoría las más pobres, no usan diésel, sino gasolina.
Segundo, es un discurso incoherente porque el diésel es muchísimo más contaminante que la gasolina. Entonces, si está hablando de descarbonización y de que nos vamos a morir por seguir usando los combustibles fósiles, debería retirar ese subsidio por completo al combustible diésel.
Acá lo que se abre es un nuevo mercado ilegal: el mercado del diésel negro. Creer que solo aumentándole a petroleras, cementeras y mineras se logrará mejorar el déficit es un grave error. Casi el 70% de ese Fondo de Estabilización de Precios, o sea, el mayor responsable de ese déficit es el diésel. El gobierno, por evitar un paro de transportadores, no decide aumentar el precio del diésel cuando es lo necesario, lo correcto. Y aunque el galón pase de 9,000 a 14,500, la mejora del déficit será muy marginal, y se sigue contribuyendo a que las cuentas fiscales sigan sufriendo una gran depreciación.
Otra cosa que el presidente desconoce es que la ciencia y las investigaciones han demostrado que los carros eléctricos, híbridos o ligeramente híbridos no son necesariamente más amigables con el medio ambiente. Hay carros eléctricos que resultan más contaminantes que otros carros a gasolina. Y para fabricar esos carros híbridos o eléctricos se necesitan minerales que hoy Colombia está dejando de explorar, exportar y explotar.
De manera que, desde nuestra perspectiva, las motos han tenido que pagar un galón de gasolina a 16,000 pesos, lo cual afecta a los más pobres. Si el gobierno quisiera promover la venta de carros eléctricos, debería retirar tantos aranceles e impuestos, como el IVA, que es más alto de lo normal, siendo del 21% en lugar del 19%.