Luego de los atentados perpetrados en horas de la mañana en el departamento del Valle del Cauca, el Estado Central Mayor de las FARC ha emitido un comunicado en el que expresa sus supuestas razones en el que no solo reivindica su accionar armado, sino que advierte sobre el uso de drones con explosivos y otras medidas violentas contra el Estado y la población civil.
El comunicado, fechado este 10 de junio de 2025, fue difundido por canales clandestinos en regiones del sur del país y amenaza con una escalada del conflicto en zonas rurales y urbanas.
Comunicado del Estado Central Mayor de las FARC genera alerta nacional
Amenaza directa con tecnología de guerra: El mensaje del grupo armado llama la atención especialmente por la mención explícita del uso de drones cargados con explosivos.
El punto número 10 del comunicado recomienda a los civiles mantenerse alejados de vehículos sospechosos o drones operados por personal desconocido, sugiriendo que estas tecnologías podrían estar siendo empleadas como armas.
Este tipo de advertencias no solo demuestra una preocupante capacidad operativa por parte del grupo insurgente, sino también una creciente sofisticación tecnológica que recuerda a escenarios de guerra irregular en otros países del mundo, como Siria o Irak, donde grupos insurgentes han utilizado estos dispositivos para ataques letales.
Qué dice el comunicado: El documento, titulado “Recomendaciones a la población civil”, contiene un listado de diez puntos que supuestamente buscan reducir el riesgo para los civiles en medio del conflicto.
Sin embargo, el trasfondo del panfleto es claramente amenazante. Se acusa al Gobierno colombiano de reactivar la guerra en su contra con apoyo de tropas estadounidenses, en particular desde bases militares norteamericanas operativas en el país.
Además, se denuncia una supuesta estrategia del Estado para apoyar el paramilitarismo y desarrollar megaproyectos en territorios donde las FARC-EP aún tienen presencia. Estas afirmaciones, sin evidencia concreta, forman parte del discurso histórico del grupo, que se presenta como defensor de las comunidades rurales frente a lo que llama una “entrega de recursos naturales” a intereses extranjeros.
El documento también establece recomendaciones como evitar las estaciones de policía, no ingresar a instalaciones militares, ni servir como guías a las patrullas oficiales. Incluso piden a los civiles no detenerse ante retenes si sospechan que están siendo utilizados por el Ejército como “escudos humanos”.
Por qué es importante: El contenido del comunicado representa una grave amenaza para la estabilidad de muchas regiones del país, en especial aquellas donde el Estado tiene una presencia institucional débil y donde las disidencias de las FARC han logrado establecer control territorial.
La advertencia sobre drones explosivos supone un cambio importante en el equilibrio del conflicto, al introducir métodos de guerra que ponen en mayor riesgo a la población civil y que podrían generar un incremento en la violencia focalizada.
Además, la intencionalidad política del panfleto es clara: buscan justificar sus acciones violentas como una respuesta a una supuesta agresión estatal, pese a los esfuerzos del Gobierno Nacional en procesos de paz parciales o en las negociaciones frustradas con varios frentes disidentes.
Detalles del panfleto: El documento está firmado por el “Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP”, lo que indica que se trata de la facción liderada por alias “Iván Mordisco”, uno de los cabecillas más visibles de las disidencias.
Esta facción se ha desmarcado de los acuerdos de paz firmados en 2016 y ha sido responsable de múltiples ataques armados, asesinatos de líderes sociales y operaciones de narcotráfico.
El panfleto también contiene un código QR que, según el grupo, permite verificar la autenticidad del documento. Esta estrategia ya ha sido empleada en otras comunicaciones por parte del grupo armado como mecanismo de propaganda.
Contexto: El Estado Mayor Central de las FARC ha venido ganando terreno en varios departamentos del país, especialmente en Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá y zonas del Meta y Guaviare.
Su poder armado se ha consolidado gracias al control de rutas del narcotráfico, el cobro de extorsiones y la imposición de normas en territorios donde las autoridades estatales no logran ejercer control pleno.
Desde la ruptura del cese al fuego bilateral en 2024, esta facción ha intensificado sus operaciones. Las fuerzas militares, por su parte, han reforzado su presencia en varias regiones clave y han capturado o dado de baja a importantes cabecillas, pero el conflicto sigue extendiéndose.
Panorama general: El panfleto difundido este 10 de junio representa un nuevo desafío para el Gobierno colombiano, que intenta mantener abiertos canales de diálogo con distintos grupos armados al tiempo que combate a las estructuras que siguen generando violencia.
La amenaza del uso de drones como armas explosivas plantea interrogantes sobre la capacidad de las autoridades para prevenir ataques no convencionales y proteger a la población.
El Ministerio de Defensa no ha emitido hasta el momento un pronunciamiento oficial sobre el documento, pero se espera que en las próximas horas se realice una evaluación de seguridad en las zonas más afectadas.
Colombia enfrenta, de nuevo, el reto de lidiar con un conflicto armado que muta y se adapta, utilizando herramientas tecnológicas modernas para perpetuar viejos discursos. La respuesta del Estado deberá ser contundente, pero también inteligente, para evitar que se repitan los errores del pasado en una guerra que lleva más de seis décadas.