Durante la Cumbre por los 70 años de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una serie de transformaciones clave en la estrategia de seguridad nacional, con la incorporación de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el análisis de big data y la construcción de drones en la industria militar del país.
Panorama general: El anuncio más llamativo fue la inclusión de la construcción de drones dentro del portafolio de la Industria Militar de Colombia (Indumil). En colaboración con el Grupo Social y Empresarial de la Defensa (Gset), el Ministerio de Defensa trabaja en el desarrollo de una planta de alta tecnología que se convertirá en un pilar estratégico para la vigilancia, control territorial y operaciones especiales de la fuerza pública.
Indumil no solo liderará la producción de drones, sino que también fortalecerá la capacidad de blindados, adaptándose a un conflicto que, como advirtió Sánchez, “se está urbanizando por la cultura ‘traqueta’”. A su vez, Cotecmar se enfocará en la seguridad marítima y el control fluvial, claves para enfrentar los retos de las economías ilícitas en las zonas ribereñas del país.
Por qué es importante: Una de las apuestas más ambiciosas del gobierno es la implementación de inteligencia artificial y análisis de grandes volúmenes de datos para optimizar la labor de inteligencia. Estas herramientas permitirán identificar patrones criminales, mejorar la toma de decisiones estratégicas y anticiparse a las acciones de grupos armados.
Actualmente, los principales focos de inseguridad están en regiones como Catatumbo, el cañón del Micay, el norte del Cauca, el sur de Bolívar y el nordeste antioqueño. Sánchez afirmó que, pese a que la tasa de homicidios sigue siendo elevada (25 por cada 100.000 habitantes en el último año), las zonas más afectadas muestran una tendencia de mejora.
Estrategia de seguridad: MinDefensa apuesta por big data, IA y drones para combatir el crimen organizado
El ministro presentó también una nueva visión para combatir la “culturización del narcotráfico”, entendida como un problema social y estructural. La estrategia, bautizada como «Oxígeno y Asfixia», busca fortalecer las economías legales —como el cacao y el aceite de palma en zonas como el Vichada— y debilitar las cadenas de producción de la coca, mediante control de insumos y fomento de la sustitución voluntaria de cultivos.
“Mientras haya demanda, habrá oferta”, sentenció el ministro, quien subrayó que las estructuras del crimen organizado siguen alimentándose del narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando y la corrupción. “Atacar estos males es clave para evitar su reestructuración”, aseguró.
En cuanto a la erradicación, Sánchez confirmó que la fumigación no está descartada, pero se ejecuta actualmente de forma manual, voluntaria y concertada con las comunidades, especialmente en áreas no protegidas. De las 260.000 hectáreas de cultivos ilícitos estimadas en el país, 180.000 están en zonas protegidas, y las 80.000 restantes pueden ser objeto de erradicación forzada.
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