Los tiempos de gobierno, su relación con el Congreso, la necesidad preponderante de conectarse con las regiones, y atender las principales necesidades de los colombianos, sus principales desafíos.
Por: Andrés Felipe Gaviria
El trabajo de ser presidente es muy atractivo, pero nada fácil. Tiene muchas facilidades, brinda poder y gran campo de acción y ejecutoria. Ahora, en un país como Colombia y en la situación actual, se asemeja a un completo safari. Llegamos a la elección de Iván Duque con mucha esperanza, unas energías renovadas y muchas expectativas positivas para el nuevo gobierno. De por sí, en muchas ocasiones todo cambio parece reflejar algo bueno, y espero esta no sea la excepción. Espero Duque mejore muchas cosas no solo en su discurso, sino que más allá de eso, los aplique en cada uno de sus días como mandatario. También hay que decir y recordar que un solo hombre no hace el cambio por 50 millones de personas, esto es una tarea de todos y para todos, así que de manera olímpica no podemos reposar la responsabilidad en el gobernante.
Las necesidades de este país se cuentan por decenas, pero existen unos elementos básicos, esenciales y sobre todo que representan los cimientos de la construcción de una sociedad, así que son prioridad y deben quedar bien hechos para que lo que se cimente en él, tenga bases sólidas y perdure a través de los años.
En mi concepto, las prioridades de Iván Duque para esta reconstrucción del país que hablo son: seguridad, economía, justicia, infraestructura e institucionalidad. Un país sin seguridad no tiene nada, no le brinda garantías a nadie, fomenta la ilegalidad y crea grandes focos de sucesos negativos para la sociedad. Colombia nunca ha tenido un día en el que tenga tranquilidad completa y eso es realmente lamentable. A los colombianos se nos volvió común convivir con atracos en cada esquina, con la impunidad para delincuentes, con una justicia ineficaz y que favorece al bandido y no a la victima, además de haber llegado a un camino en donde casi la confección de un delito se justifica. Duque tendrá, si quiere garantizar seguridad en las ciudades, tal y cual lo dijo en su discurso, que es ordenar la construcción de mínimo 30 nuevos centros carcelarios del país. A la par, presentar una reforma a la justicia total, la que garantice que por fin quien comete un delito lo pague.
A nivel económico, es indiscutible que se necesitan bajar impuestos, gravar más productos, eliminar exenciones, ampliar la base, combatir la evasión e impulsar un proyecto de confianza ciudadano-Estado para que más personas paguen sus tributos. Duque debe presentar rápido una reforma tributaria si quiere que en su gobierno se vean los resultados reflejados de sus políticas, confirmarle al país en cuánto hará las reducciones y cómo será el nuevo modelo tributario. Creo conveniente y necesaria la tarifa diferenciada, no es justo que una microempresa pague lo mismo que una multinacional, es lo más justo que se cuente con tres tarifas, y que a la vez tenga incentivos para empresas, pero también las obligue a unos compromisos con el Estado colombiano.
Invertir en infraestructura no puede tener ningún debate, es una necesidad alarmante que tiene el país en varios frentes: fluvial, marítimo, aeroportuario, férreo y de vías. Espero Duque se abra al mundo y propicie escenarios de APP para construir grandes obras de infraestructura que Colombia necesita. Tenemos que quitarnos esa soga del cuello y dar un paso adelante, demostrar que podemos ser competitivos y brindarles mejores condiciones a nuestros exportadores e importadores. Por último, el ciudadano no tiene confianza en el gobierno, en las instituciones y eso no es más que un componente sustancial de los Estados fallidos. Duque necesita acercar el gobierno a cada persona, crear confianza, demostrar en qué y cómo se invierten los recursos, escuchar las quejas, consejos e ideas de los ciudadanos. Necesitamos renovar nuestras instituciones, cambiarles el ‘chip’ y convertirla en aliado del ciudadano de bien, no en su enemigo.
Espero que a Iván Duque le vaya más que bien en la primera magistratura de la Nación y obtenga grandiosos resultados para todos los colombianos, sin excepción alguna. Demostremos que trabajando se logran las cosas.