Las grandes empresas de EMEA (Europa, Oriente Medio y África) según estimaciones de Fitch Ratings seguirán dependiendo del petróleo para el año 2035, ya que para ese entonces estarían generando entre el 75% y el 85% de su EBITDA a partir de negocios tradicionales de hidrocarburos.
La agencia calificadora se basó en las directrices anunciadas por los emisores y los planes de transición de las principales empresas del EMEA, tales como, Shell, TotalEnergies, BP y Eni. Con base en ello elaboró un análisis que señala cómo serían la métricas crediticias y los perfiles de flujo de efectivo para el período 2030 – 2035 de dichas compañías.
Principales conclusiones
El análisis señala que es probable que se retrase el impulso de negocios con bajas emisiones de carbono, lo que significa que la contribución de EBITDA se verá reflejada hasta el período 2027 – 2030. Por tanto, puede que las métricas crediticias y el impacto final de las inversiones bajas en carbono en el flujo de caja operativo sea limitado.
Así las cosas, hasta el año 2030 las empresas podrían genera un EBITDA de entre el 10 y el 15 % con base en negocios sostenibles y dado a que Eni y BP cuentan con una mayor contribución en la reducción de carbono es probable que para el año 2035 cerca de un 25 % de su EBITDA ya sea producto de líneas de baja emisión de carbono, mientras que en el caso de Shell y TotalEnergies para el mismo año puede que no alcance aún el 20 %.
Fitch Ratings concluye anticipando que estas cuatro empresas mantendrán niveles de endeudamiento neto respecto al EBITDA bajo de acuerdo con las actuales sensibilidades de calificación, durante el período ilustrativo. Agregando, que a medida que estas empresas ejecuten sus planes de transición energética, nuevamente se podrá analizar la capacidad de endeudamiento de los negocios no relacionados con los hidrocarburos.