Cada 12 de septiembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Acción contra la Migraña, una fecha destinada a crear conciencia sobre esta enfermedad neurológica, que no solo afecta la salud física y mental de millones de personas, sino que también representa una carga significativa para la economía. En Colombia, se estima que cerca de cinco millones de personas sufren de migraña, siendo esta una de las principales causas de incapacidad laboral, y sus efectos sobre la productividad son alarmantes.
La magnitud del impacto de la migraña en el país es clara, dado que los pacientes que padecen esta condición pueden perder hasta 19.5 días de trabajo al año, lo que equivale prácticamente a un mes de labores. Pero el problema no termina ahí, pues también está el «presentismo», un fenómeno donde los trabajadores asisten a su empleo a pesar de no sentirse bien, con el fin de evitar represalias o el miedo a perder el trabajo, tiene un impacto aún mayor en la productividad.
Un reciente estudio realizado por la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA) y el instituto de investigación WifOR, analizó la carga socioeconómica de varias enfermedades en América Latina, incluyendo la migraña, entre los hallazgos se encontró que esta afección no solo está subdiagnosticada, sino que además muchas personas no buscan tratamiento médico, lo que agrava el problema.
Costos socioeconómicos de la migraña en Colombia
En Colombia, el costo socioeconómico de la migraña en 2022 ascendió al 1.1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a cerca de 4 mil millones de dólares. Esta cifra refleja la disminución del valor añadido bruto, es decir, la contribución económica que un individuo podría aportar si estuviera en condiciones de trabajar plenamente.
«Es preocupante que la migraña afecte tan profundamente a la población trabajadora, siendo la segunda mayor causa de incapacidad laboral a nivel mundial entre personas de 15 a 49 años, y la mayor entre las mujeres», explica María José Sánchez, gerente general de AbbVie Colombia.
Este patrón se repite en Colombia, donde la prevalencia de la migraña es más alta entre mujeres de entre 20 y 40 años, alcanzando porcentajes entre el 13% y el 17.5%. En muchos casos, las mujeres ven interrumpidas no solo sus actividades laborales, sino también su vida personal y social debido a los episodios incapacitantes.
La migraña es mucho más que un dolor de cabeza recurrente, ya que los pacientes argumentan experimentar episodios de dolor intenso, a menudo acompañados de náuseas, sensibilidad extrema a la luz y al sonido, y fatiga. Sin embargo, el problema no termina cuando el dolor desaparece, ya que, incluso después de un episodio, los pacientes enfrentan agotamiento físico y mental, lo que dificulta retomar sus actividades habituales, afectando su rendimiento laboral y su vida cotidiana.
Impacto de la migraña en la salud mental
Además de los síntomas físicos, la migraña tiene un impacto significativo en la salud mental. Según el Atlas de la Migraña de 2018, el 38% de las personas que padecen migraña crónica también sufren de ansiedad, mientras que el 21% experimenta depresión. Esta realidad destaca la importancia de tratar la enfermedad de manera integral, abordando tanto los aspectos físicos como los emocionales.
«Es fundamental que trabajemos en acelerar el diagnóstico y mejorar las rutas de atención para los pacientes. Las políticas públicas deben enfocarse en mitigar los costos económicos y de productividad que genera la migraña, pero también en mejorar la calidad de vida de quienes la padecen», enfatiza Sánchez.
Los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir migrañas incluyen el tabaquismo, el sobrepeso, la falta de actividad física y los bajos niveles educativos, siendo estos aspectos que también deben ser considerados en las políticas de salud pública. Enfocando medidas no solo en el tratamiento, sino también en la prevención, y en la creación de entornos laborales más inclusivos y comprensivos con quienes padecen esta condición.
Este Día Internacional de la Acción contra la Migraña es una oportunidad para recordar que esta enfermedad tiene un impacto profundo en la sociedad, tanto a nivel personal como económico. Es hora de que los gobiernos, las empresas y la sociedad en general se unan en la búsqueda de soluciones que mejoren la vida de millones de personas y reduzcan los costos asociados a esta enfermedad.
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