Por: Redacción 360 Radio
El gigante asiático se perfila como el mayor inversor de esa región en el país, impulsando, sobre todo, proyectos de transición energética e infraestructura, apalancados por las propuestas del Gobierno de Gustavo Petro en estos dos aspectos.
«Hay que esperar un poco porque el nuevo Gobierno todavía no tiene la lista clara de en qué se va a invertir, pero en cuanto a infraestructura, ellos están muy interesados» le dijo Ingrid Chaves, directora ejecutiva de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio a Bloomberg.
Una de las compañías estatales más interesada en entrar al mercado colombiano es China Railway, ante los antecedentes de otras compañías de ese país, que ya tiene proyectos de infraestructura asignados como el Metro de Bogotá y el Regiotram de Occidente en Cundinamarca.
En Antioquia también empiezan a llegar los chinos, pues para el Metro de la 80, la única oferente ha sido Railway Construction Company CRRC, con origen en China, y la compañía Sinohydro Bureau & Co Ltd Sucursal Colombia tiene intereses en Hidroituango.
En el ámbito de las energías renovables, ya hay empresas chinas establecidas en el país, entre ellas Trina Solar y PowerChina. La directiva resalta que los chinos tienen mucho para ofrecerle a la nueva administración y sus proyectos.
Pero todo esto no pasa desapercibido para los socios tradicionales de Colombia, como Estados Unidos, quienes ya empiezan a mostrar su preocupación por las inversiones de Asia en en el país, lo que estaría recortando el liderazgo de EE.UU. en la región.
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El pasado martes 18 de octubre, se conoció que a la Casa de Nariño llegó una delegación de congresistas estadounidenses, liderada por el demócrata Bob Menéndez, además de Ron Portman y Ben Cardin, y republicanos como Richard Burr y Ben Sasse, quienes fueron escuchados por el presidente Gustavo Petro, el canciller Álvaro Leyva y el embajador Luis Murillo.
Esto deja ver que a la administración de Joe Biden, no le está gustando para nada los acercamientos de Petro con Xi Jinping, líder chino, a tal punto, que los delegados de la reunión fueron contundentes con sus advertencias: “Agarrar el dinero de Pekín se acaba pagando”, esto, según El País de España.