Obras por impuestos son obras para la equidad y la vida

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Por: Luis Fernando Suárez

A penas comenzando el siglo, cuando parecía poco atractivo ser aspirante a una gobernación de cara a las enormes dificultades sociales y la precariedad económica para hacerles frente, Guillermo Gaviria Correa nos hizo ver que parte de la solución estaba en los capitales alternativos y en la generación de confianza en lo público, una ruta que desde entonces procuramos fortalecer.

Buscar fuentes alternativas de financiación para los programas sociales, generar ambientes de confianza para la inversión privada que agreguen valor y ayuden a generar riqueza, que dinamicen el empleo y la economía, es parte de ese ejercicio de liderazgo que hemos impulsado, tanto desde el sector público como desde el privado, en un trabajo de unidad y respeto que es ejemplo en otras latitudes. Un legado que recibió de su hermano Aníbal Gaviria y que ha multiplicado con su talento e inteligencia, inspirando a un grupo de mujeres y hombres comprometidos con el desarrollo humano sostenible en la región.

Ese es el escenario en el que nos movemos desde la Gobernación, haciendo gestión y aprovechando las oportunidades del entorno, como el marco normativo que les permite a los empresarios adelantar el pago de impuestos en la construcción de obras que, en últimas, representan equidad y generan confianza. Así es como entendemos el mecanismo de obras por impuestos mediante el cual en nuestro territorio se han hecho vías, escuelas y equipamientos que le cambian y mejoran la vida a la población más vulnerable.

Un mecanismo probado ya en países como Perú, que fortalece la confianza y motiva a los grandes contribuyentes, porque en lugar de pagar sus impuestos (que van a una bolsa en el Presupuesto General de la Nación), y esperar a que retornen en obras y programas sociales, pueden ellos mismos ser los gestores de las obras más necesarias para la comunidad, ganando tiempo y eficiencia, afianzando los lazos con sus comunidades de interés y fortaleciendo el vínculo social. Un esquema lleno de bondades, que hoy se aplica en los municipios más afectados por la pobreza y por la violencia, que ayuda a cerrar brechas de inequidad y motiva el trabajo en unidad.

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Esfuerzo común promovido por la propia norma que permite que varios contribuyentes adelanten proyectos conjuntamente, sin importar en donde están ubicadas las empresas o las personas naturales que quieren sumar capacidades para aportarle a la paz, a la equidad y a la vida. Un modelo virtuoso que incluso permite financiar bienes públicos rurales, programas de adaptación al cambio climático y gestión del riesgo, pagos por servicios ambientales, tecnologías de la información y las comunicaciones, infraestructura productiva, cultural y deportiva. Además, claro, de las líneas de agua potable, saneamiento básico energía, salud pública, infraestructura y educación.

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Y como cualquier inversión en educación representa equidad y opción de futuro, hay que celebrar y agradecer lo que han hecho tantas compañías como el Grupo Nutresa que ha aportado casi 20 mil millones de pesos en obras por impuestos para beneficiar a más de 80 mil estudiantes de 21 sedes educativas en el último año. Confiamos en que serán más los aportes, más las empresas y más los proyectos, porque cada uno ayuda a mejorar las condiciones de vida de nuestra gente. Ojalá también que el Gobierno Nacional acoja nuestra propuesta de ampliar el techo para el pago anticipado de impuestos mediante esta fórmula, de manera que más contribuyentes le aporten al desarrollo de la región, lo que también ayuda a generar empleo y reactivar la economía.

Entre tanto, seguiremos haciendo gestión para canalizar apoyos y aprovechar los capitales alternativos, para seguir generando confianza y motivando el trabajo mancomunado. En lugar de pararnos en la dificultad y lamentarnos, preferimos otear el horizonte en busca de alternativas de financiación, de programas y de proyectos que nos ayuden a cambiar la realidad de seres humanos que nos necesitan. Como los estudiantes de la Institución Educativa La Caucana en Tarazá, que ya cuenta con renovada dotación en cumplimiento de la palabra de Aníbal Gaviria y sumando voluntades. Allá estaremos esta semana para compartir con ellos y renovares nuestro mensaje de esperanza.

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