Ordenan el acuartelamiento de primer grado en todas las unidades militares de Colombia luego de una jornada de violencia que reactivó las alarmas de seguridad a nivel nacional. Un carro bomba en Cali y el derribo de un helicóptero policial en Amalfi, Antioquia, dejaron al menos trece muertos y más de veinte heridos, lo que llevó a las Fuerzas Militares a tomar la drástica decisión.
La medida fue impartida por el jefe de Estado Mayor de Operaciones de las Fuerzas Militares, general Hugo López Barreto, quien dispuso que pelotones, compañías, brigadas y divisiones permanezcan en máxima alerta, listos para responder de manera inmediata ante nuevas acciones violentas.
Panorama general: En la capital del Valle del Cauca, un camión cargado con explosivos estalló en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, dejando al menos cinco personas muertas y catorce heridas. El ataque, perpetrado en una de las principales ciudades del país, ocurre pocas semanas después de la oleada de atentados coordinados del 10 de junio, que dejaron siete muertos y más de cincuenta heridos en Cali y otros municipios del suroccidente colombiano.
Aquel día se registraron siete atentados en el Valle del Cauca y doce en el vecino Cauca, atribuidos al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las extintas FARC. Hasta ahora, la explosión de este jueves no ha sido reivindicada por ningún grupo armado.
De manera simultánea, en el nordeste antioqueño, un helicóptero de la Policía fue derribado supuestamente con un dron cargado con explosivos mientras prestaba apoyo a labores de erradicación manual de cultivos de coca. El hecho dejó ocho uniformados muertos y ocho heridos, según confirmó el Gobierno.
En Amalfi tienen presencia el Frente 36 de las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, organización señalada de controlar economías ilegales en la región y de mantener enfrentamientos con otros actores armados.
¿Qué es acuartelamiento de primer grado?
El acuartelamiento de primer grado es el nivel máximo de alerta en las Fuerzas Militares y de Policía en Colombia. Esta disposición significa que todo el personal debe permanecer en sus unidades sin excepción, con equipo completo y en condiciones de reaccionar de inmediato ante cualquier amenaza o ataque. En la práctica, suspende permisos, licencias y vacaciones, restringe la movilidad de los uniformados y concentra los recursos humanos y logísticos en funciones de defensa y control del orden público.
La medida, que rara vez se aplica de manera general en todo el país, también implica un refuerzo en la vigilancia de instalaciones estratégicas, como bases militares, estaciones de Policía, aeropuertos, oleoductos y centrales eléctricas, con el fin de prevenir atentados adicionales. Además, obliga a que las brigadas, batallones y divisiones dispongan de planes de reacción inmediata y coordinen con las autoridades civiles los esquemas de seguridad en zonas urbanas y rurales.
Por qué es importante: Tras los hechos, el presidente Gustavo Petro anunció que su Gobierno declarará como organizaciones “terroristas” al Clan del Golfo, al Estado Mayor Central (EMC) y a la Segunda Marquetalia, las dos principales facciones de las disidencias de las antiguas FARC.
El acuartelamiento de primer grado, que no se aplicaba de forma generalizada desde hace varios años, busca garantizar la seguridad de la población civil, blindar la infraestructura crítica y contener posibles nuevas ofensivas de los grupos armados ilegales.