Renuncia el ‘segundo mejor alcalde del mundo’ porque no pudo cumplir una promesa

Klaus Wowereit, alcalde de Berlín y “segundo mejor alcalde del mundo”, desde 2001, reconoce su incapacidad para gerenciar el proyecto de ampliar el aeropuerto.

Berlín en estos momentos se encuentra detenida con la noticia de la dimisión del alcalde socialdemócrata Klaus Wowereit. Alcalde desde 2001, ya era considerado como parte de la ciudad, como paisaje berlinés y de inspiración para el progreso de la ciudad en la historia. Desde que Wowereit llegó a Rotes Rathaus hasta hoy, Berlín ha tenido un cambio irreconocible. El fallido proyecto del nuevo aeropuerto, que debía haber sido inaugurado en 2011 y que por parte de la ciudad ha sido uno de los grandes reproches, puede ser uno de los causantes de la dimisión.

Como el mismo Klaus Wowereit lo afirma “Estoy muy avergonzado, reconozco mi incapacidad para gerenciar este proyecto y por eso le digo a mi pueblo que renuncio”. Con esta declaración, el «segundo mejor alcalde del mundo» renuncio a su cargo y a una exitosa carrera política.

Sin duda el alcalde Wowereit pasará a historia, no solo por ser el alcalde de Berlín, sino también por haber sido el primer alcalde abiertamente homosexual de la capital alemana, después de realizar una serena salida del armario con su llegada al ayuntamiento: «Soy gay y está bien así».

Será también recordado el grado de compenetración al que la ciudad de Berlín y el alcalde han llegado durante estos años. Desde su última campaña electoral, dejó ver cómo era su forma de entender una ciudad en la coexisten barrios como el alternativo Kreuzberg, el pijo progre Prenzlauerbert, la nueva capital europea de Mitte, la emigración postmoderna de NeuKöln o el ambiente poligonero de Marzahn, basándose en un slogan “Entendiendo Berlín”. Con estas palabras logró identificarse con los berlineses. El carisma que lo caracteriza ha sido compatible con la personalidad poliédrica berlinesa y ha podido más que el paro del 18 % que soporta la ciudad o sus deudas millonarias.

Como el mismo Wowereit dijo en los últimos años, su visión se ha visto desbordada por el fenómeno imparable del turismo y el boom inmobiliario, elementos ante los que ha opuesto resistencia en la medida en que podía. Klaus, hubiera querido que esta urbe siguiera siendo en el siglo XXI una urbe amable en la que cualquier recién llegado pudiera instalarse en cualquier barrio a su elección, sin tener prejuicios de ningún tipo. Pero eso ya no es así y en más de una conversación privada el alcalde había hablado de un «nuevo ciclo» que comenzará este otoño, tras la celebración del sonoro 25º aniversario de la caída del Muro de Berlín.

«El trino» Columna de Jose Felix Lafaurie

 

El trino

 

 

Debo aclarar que no intento asumir en estas líneas la defensa de María Fernanda Cabal –mi esposa– pero lo que sí pretendo defender con vehemencia, esperando no ser encausado por ello, es el derecho a la libre expresión, a la libertad de las ideas, porque cuando empezamos a ponerle cortapisas, ya conocemos en el vecindario a donde llevan esos caminos. López está incomunicado en una cárcel chavista, no por lo que haya hecho o dejado de hacer, sino por lo que dijo, o mejor, por lo que otros hicieron por lo que él dijo. Con esa lógica judicial perversa, para que nunca pase nada, es mejor nunca decir nada.

Algo así no habría sucedido hace algunos años, cuando la información y las opiniones eran dominio exclusivo de los medios, que hoy han tenido que entregar esa dictadura a la democratización de las redes sociales. Si yo denunciara a los funcionarios, periodistas, columnistas y terceros que, por tuiter y en los medios, me tildan de paramilitar, guerrerista y enemigo de la paz, la justicia estaría muy ocupada.

Por ello lo que también rechazo es la intención detrás de semejante polvareda. La parlamentaria del Centro Democrático, movida por su legítimo desacuerdo con unas negociaciones que no solo a ella no convencen, sino a millones de colombianos –siete para ser más exactos–, se limitó a hacer unas preguntas válidas y, al margen  de si el personaje era o no un guerrillero, a juzgar por las reacciones, abrió otra puerta a quienes buscan deslegitimar, estigmatizar –ellos sí– a todo el que se oponga a esa universalización de las víctimas que solo busca hacer invisibles a las de las Farc.

Me quedan muchas preguntas: ¿Por qué la denuncia? ¿Por qué tan rápida y agresiva condena de los medios, el Gobierno, el jefe negociador, la Fiscalía y hasta las Farc, hacia quien, paradójicamente, no ha hecho sino defender a las víctimas? ¿Qué autoridad tiene Márquez para acusar de odios y sentimientos guerreristas? ¿Qué desvergüenza le permite acusar a un trino de sabotear el proceso? ¿Acaso no son los tiros y los bombazos de las Farc los verdaderos saboteadores?  ¿Cuáles fueron los criterios de escogencia de las víctimas? ¿Por qué las de las Farc son minoría frente a las de otros victimarios? Ese no es un asunto apenas aritmético ¿Acaso el Gobierno no sospecha que la ‘comisión histórica’ busca concluir que la clase política y la sociedad, desde hace 60 años, son los responsables de la violencia? ¿Acaso no adivina –blanco es…, gallina lo pone– que las Farc buscan con ello legitimar su lucha con total impunidad?

Es también inquietante la situación de los congresistas frente al derecho a la libre opinión, que adquiere en este caso relevancia, pues no en vano representan ellos la Voz del Pueblo, como está tallado en piedra en el recinto del Senado. ¿Acaso existe en Colombia delito de opinión? ¿Dónde quedan la autonomía del Congreso y el equilibrio de poderes? ¿Hasta dónde se está judicializando la política? ¿Cómo hizo la Fiscalía para individualizar la responsabilidad, ¡en solo un día!, frente a una denuncia indeterminada? ¿Cómo compulsa copias a la Corte Suprema sin investigación alguna? ¿Es acaso la misma Fiscalía que lleva décadas sin aclarar los asesinatos de Galán y Gómez Hurtado, y se resiste a declarar este último de lesa humanidad? ¿Por qué tanta premura? ¿A lo que estamos asistiendo acaso es a la politización de la justicia?

Menos retórica y más respuestas. Más trinos en libertad y menos tiros como amenaza extorsiva. Eso es lo que espera el país.

«La tiranía de la burocracia» Columna de Santiago Silva

La tiranía de la burocracia

 

La fila es larga, las personas miran los relojes con exasperación, mientras dan esos pequeños pasos que parecen acercarlos, pero no en realidad. Un engaño al que ceden por el desespero. Es un banco, un centro de salud, una oficina de gobierno. No importa. En la fila solo importa avanzar, llegar a la ventanilla donde todo tendrá un poco de sentido. Pero allí, luego de largos minutos, solo se encuentran las personas con expresiones cansadas y ceños fruncidos. Son los funcionarios, los oficinistas, los burócratas.
Y falta un formato, dicen, para ese papel por el que las personas hacen la fila, y para ese formato se necesita otro, para el cuál, además, no han diligenciado correctamente los documentos, y les falta una foto, porque son tres, no dos. La mañana ya termina, medio día perdido, y la fila de nuevo, con la frustración del cliente, del ciudadano, esperando la cara larga del burócrata.
La burocracia tiende a volverse perversa. A Dejarse llevar por sus vicios, a volverse impersonal, ineficiente y desconectada, cuando deja su razón de ser –la atención del ciudadano o del cliente- y se enreda en la creación de falsas misiones y visiones determinadas por obsesiones de estándares de calidad torpes o inecesarios.
Por un lado, la falta de un “aura” de dignidad respecto al cargo, ha hecho que muchos funcionarios de las burocracias se sientan parte de maquinarias sin rostro, donde deben cumplir labores específicas, técnicas y aparentemente sin repercusiones mayores. De la misma forma, los incentivos que se han pensado para atacar este problema se han convertido en fines y no en medios de los funcionarios. El trabajo solo realizado para recibir una recompensa puede llevar a deshumanizar la función.
Es precisamente esto lo que las recientes dinámicas de la burocracia han llevado a perder el elemento humano, tanto en los funcionarios, como en quienes se relacionan necesariamente con la organización. La administración de una organización pública (e incluso una privada) no puede ser concebida como una maquina porque llevará a que los fines perseguidos se vuelvan los medos utilizados (la burocracia por la burocracia).
La propuesta es, en todo caso, la de dotar a la burocracia impersonal y lejana un carácter de cercanía del que carece y que es necesario. Los casos de excesos (o defectos) burocráticos causados por la desconexión entre el ente burocrático y las personas u otras organizaciones con los que se relacionan son muchísimos.
La apuesta debe ser por una burocracia que premie lo humano que regule pero mantenga un margen de maniobra para las decisiones individuales y que tenga la flexibilidad para atender particularidades.
Finalmente, que los funcionarios se bajen de la posición que han tomado y busquen relacionarse más directamente con las personas; y que en el caso de la administración pública premien al ser humano sobre las metas organizacionales; mejor, que recuerden que su meta organizacional debe ser precisamente esa, el hombre.

Empieza la guerra sucia contra candidatos a la Alcaldía de Medellin y Gobernación de Antioquia

Dentro de un año, por estas fechas estaremos en plena campaña política para la alcaldía de Medellín y de gobernación de Antioquía, elecciones que serán en el mes de octubre y que buscan elegir a los nuevos dirigentes de la ciudad y el departamento para los próximos cuatro años. Desde ya son varios los nombres que se escuchan para aspirar a ocupar el primer cargo de la ciudad el cual ostenta actualmente Aníbal Gaviria Correa del Partido Liberal.

 

Juan Felipe Campuzano, Concejal de Medellin por el Partido de la U
Juan Felipe Campuzano, Concejal de Medellin por el Partido de la U

El primero de ellos es el concejal Juan Felipe Campuzano del partido de la U quien buscará el próximo año el aval de la colectividad para aspirar a la alcaldía de Medellín como candidato único. Campuzano se ha destacado por sus debates de seguridad y movilidad en el concejo de Medellin.

 

 

Desde Enero de 2012, Gabriel Jaime Rico llegó a la gerencia de Plaza Mayor, el centro de convenciones y exposiciones de Medellín,.
 Gabriel Jaime Rico-Gerente  de Plaza Mayor-

También el Gerente de Plaza Mayor, Gabriel Jaime Rico Betancur, aunque no ha manifestado su intención de ser candidato a la alcaldía de Medellín,  varios grupos empresariales y políticos lo han invitado a que renuncie a la gerencia de plaza mayor para ser  candidato la alcaldía de Medellín por un movimiento significativo de ciudadanos que avale su candidatura mediante la recolección de firmas en la ciudad.

Rico tiene a favor que es una persona con grandes habilidades de comunicación y de gestión, esto lo respaldan sus cifras que ha demostrado no solamente en Callcenter-Intercobros  sino en Plaza Mayor Medellín, pero tiene en contra que es un poco ingenuo en la política y un medio de comunicación que busca atacar su gestión actual con fines netamente políticos.

El ataque del cual será blanco Gabriel Jaime Rico, argumenta que el crecimiento de Plaza Mayor ha sido desmedido en varios aspectos, como en temas de contratación de personal. Lo cierto es que los números de esta empresa, respaldan la contratación de mas personas, no solamente ha crecido en Antioquia sino en todo el país.

 

Juan Carlos Vélez-ExSenador De La Republica
Juan Carlos Vélez-ExSenador De La Republica

Juan Carlos Vélez Uribe exsenador República y precandidato alcaldía de Medellín por el centro democrático, también ha sido blanco de investigaciones en los últimos días por su tiempo en la Aerocivil. Claramente este candidato contaría con todo el apoyo del Expresidente Uribe y su partido Centro Democrático.

Juan Carlos Vélez ha demostrado una lealtad impresionante  con el expresidente Álvaro Uribe Vélez y goza de grandes posibilidades para ser el Alcalde de Medellin en las próximas elecciones. Pero sin  lugar a duda tendrá unos rivales muy fuertes como Gabriel Jaime rico o Juan Felipe Campuzano y el mismo Federico Gutiérrez.

LPG

 

 

Para la gobernación de Antioquía la disputa al parecer será menos compleja, pero tenemos el conocimiento que nos permite inferir que será  una campaña ardua y muy reñida entre Liliana Rendón candidata del Uribismo y  Luis Pérez Gutiérrez candidato de la Unidad nacional.

Hoy muchas personas y grupos económicos ven la necesidad de sacar un tercer candidato que se aparte de esta clase política que tantos golpes ha recibido en los últimos años.

 

Liliana Rendon-ExSenadora
Liliana Rendon-ExSenadora

Liliana Rendón, candidata del Centro Democrático seguramente  será atacada por sus nexos con Luis Alfredo Ramos quien se encuentra actualmente recluido, mientras es investigado por presuntos nexos con paramilitares. Rendon cuenta con fortaleza en diferentes municipios del departamento, su carisma la hace ver como una mujer cercana y comprometida con los intereses de los Antioqueños.

El gran enemigo De Luis Perez Gutiérrez es el periódico el colombiano y el sindicato antioqueño quienes en ocasiones anteriores han tratado de bloquear su candidatura por todos los lados, no solamente con investigaciones periodísticas si no con bloqueos a nivel empresarial y financiero para que no puedan tener campañas de gran impacto.

La pregunta que asalta muchos es ¿hasta qué grado los medios de comunicación por tener un candidato están dispuestos atacar a otros que no son afines a sus intereses y terminan por perjudicar buenas gestiones sólo con el fin de que no puedan llegar a cargos de elección popular demeritando sus logros y poniendo en duda su buen desempeño en el área pública?

 

 

«Nos están pagando por mirar para el techo» Senador Alfredo Ramos

Un fuerte llamado de atención hizo hoy el senador del Centro Democrático, Alfredo Ramos Maya al Presidente del Congreso y a los funcionarios del Gobierno ante el constante aplazamiento de las sesiones tanto en comisiones como en plenarias.

El Senador aseguró que en un poco más de un mes de instalado el Congreso, se han realizado muy pocas sesiones de Comisión, así como plenarias. ”Es preocupante lo que sucede. Llevamos un mes de sesiones en el que solo ha habido plenaria los miércoles. A esto se suma la ausencia de los funcionarios del Gobierno. Yo creo que el Congreso está dando muy mal ejemplo”, señaló Ramos.

El Parlamentario aseguró que esta situación da un mal ejemplo a los colombianos. ”Aquí en el Congreso no estamos trabajando. El hecho de que no existan comisiones, de que no hayan plenarias, da un pésimo ejemplo a los colombianos que tienen los ojos puestos en el Congreso, que quieren recobrar la confianza en esta institución que en la actualidad tiene la mayor desfavorabilidad”, enfatizó.

Agregó que “este tipo de situaciones donde a uno le pagan por mirar para el techo, porque finalmente estamos trabajando muy poquito, le da el mensaje a los colombianos que el Congreso no está a la altura de lo que debería ser”. Finalmente le hizo un llamado a las directivas del Congreso para que citen con mayor frecuencia a sesiones. ”Esto merece una reflexión del Presidente del Congreso y de los presidentes de las comisiones para que estén citando constantemente a sesiones y por otro lado de los funcionarios del Gobierno nacional que deben de venir. Esto es un llamado al Congreso de la República para que nos pongamos las pilas y comencemos a trabajar”.

«¿Ministerios reales o de mentiras?» Columna de Ruben Dario Barrientos

¿Ministerios reales o de mentiras?

 

El presidente Santos le dijo al país, que si era reelegido para un nuevo tramo presidencial, iba a “crear” el Ministerio de la Seguridad Ciudadana, para combatir arduamente la delincuencia común. Resulta que hubo Santos II, pero literalmente no hubo ministerio en tal sentido. Podría enrostrar “Juanpa” una aproximación, pues al general Naranjo lo atornilló como Ministro consejero posconflicto, derechos humanos y seguridad. De igual forma, ante la Andi, el presidente descartó la creación del Ministerio de industria. Para ambos eventos, no se podía por arte de birlibirloque salir a firmar nombramientos de auténticos ministros, sin agotar las vías del Congreso. Habría que tomar ello como una intención, con cara de promeserismo.

 

A raíz del nombramiento de cuatro “ministros” asesores, a saber: del ya aludido consejero de posconflicto, derechos humanos y seguridad; de consejero de gobierno y sector privado; de consejero de comunicaciones y el flamante de la presidencia (que recayó en el jurista Néstor Humberto Martínez), se ha desatado una polémica jurídica de si ello era viable hacerlo legalmente o requería votación y aprobación del Congreso de la república. Los que defienden la tesis permisiva, dicen que lo que operó fue una reorganización (reestructuración) de la presidencia. Así mismo, los que disienten de lo sucedido, enfilan baterías en cuanto que los nombrados emergieron bajo el inconfundible rótulo de ministros, usurpándose las funciones del Congreso.

 

Digamos que, en efecto, la Constitución Nacional dice que la creación, supresión o fusión de ministerios, así como en su denominación, corresponde al Congreso. Es también real, que el ejecutivo puede reordenar y adecuar la estructura de la administración pública. Hasta aquí hay dos verdades. ¿Dónde nace el galimatías? En suprimir “altos consejeros” que tienen resorte presidencial, para pasar a “ministros consejeros” que tienen obligadamente origen congresional. No puede omitirse que el prefijo del cargo es el de “ministro”. Me sitúo, pues, en el grupo de personas que creen que lo que hizo Santos no es lícito. Él creó ministerios, a su imagen y semejanza, y su intrépida decisión la anestesió con un sufijo distractor.

 

Es verdad de a puño, que “Juanpa” quedó agobiado de compromisos, luego de recabar su reelección. Se avizoraba que burocráticamente tenía que entregar cuotas y repartijas  para llevar a las mieles del gobierno, de manera encumbrada, a muchos personajes que coadyuvaron en la campaña. Sorprende, sí, que Néstor Humberto Martínez haya sido ungido como Ministro de la presidencia, porque su tarea será la coordinar a la constelación de nominados, cuando uno podría pensar que Vargas Lleras lo hubiera hecho, de igual manera. No debe estar muy contento el nieto de Carlos Lleras con esta pérdida de protagonismo y de poder, aunque él se reserva la entrega de casas gratis. Y máxime, que periodísticamente a Martínez (el hijo del inolvidable humorista Humberto Martínez Salcedo), ya le dicen el “superministro”.

 

Puede ser que se trate de una discusión semántica y que los “ministros consejeros” no sean más que “asesores del jefe de estado”. Pero, entonces, ¿para qué los llama con rimbombancia ministros?  Es innegable el rango ministerial. La jugada política hizo que Santos pasara de 16 ministros a 20. El analista Vicente Torrijos, dice que “lo que se puede generar es un fenómeno de gabinete paralelo por los ministros clones, ya que hay funcionarios investidos con poder ministerial, cuando las altas consejerías eran más flexibles”.

 

Álvaro Uribe Vélez, fusionó ministerios (Justicia que se integró con el Interior; Trabajo que se unió con Protección Social y Medio Ambiente que acogió funciones de vivienda y desarrollo territorial) y para ello solicitó al Congreso facultades. Hubo ahorros por $ 3.000 millones de pesos. Juan Manuel Santos, derrocha ministerios y todos tranquilos. Sigue la mermelada.