La reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro aún no ha sido presentada oficialmente, pero en el Congreso ya se abrió espacio para un proyecto paralelo que podría convertirse en su reemplazo si la iniciativa del Ejecutivo no prospera. Se trata del Plan de Reactivación Económica, una propuesta que avanza con mayor rapidez y que esta semana entrará a su segundo debate, luego de ser aprobada por la Comisión Tercera de la Cámara.
Panorama general: Esta iniciativa nació con el propósito de oxigenar la economía mediante incentivos y alivios temporales, pero también incorpora herramientas para fortalecer el recaudo en caso de que la Ley de Financiamiento termine archivada, como predicen varios sectores del Senado.
El plan contempla rebajas en intereses, multas y sanciones, facilidades de pago y exenciones tributarias para sectores específicos. También incorpora líneas de crédito y medidas que buscan simplificar trámites con el fin de reactivar actividades clave como turismo, transporte, energías renovables e infraestructura regional.
En materia de recaudo, el proyecto incluye mecanismos de normalización tributaria, opciones para que contribuyentes morosos se pongan al día con beneficios significativos y amnistías destinadas a recuperar cartera que lleva años pendiente.
Así avanza el Plan de Reactivación Económica, la alternativa a la reforma tributaria del Gobierno
De hecho, uno de los puntos centrales es la posibilidad de pagar los impuestos adeudados cancelando únicamente el valor principal, acompañado de una reducción de hasta el 80% en intereses y sanciones si el contribuyente se acoge antes del 30 de junio de 2025.

El plan abre la puerta a que personas naturales legalicen recursos no declarados mediante un impuesto especial. La tarifa varía según el monto:
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10% para montos hasta $500 millones,
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15% entre $500 y $1.000 millones,
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20% para valores superiores a $1.000 millones.
Otro de los ajustes propuestos es la modificación del artículo 240 del Estatuto Tributario para fijar la tarifa general del impuesto de renta en 30% y establecer una tasa mínima del 20% sobre la utilidad depurada. En cuanto al impoconsumo para restaurantes, se plantea una tarifa escalonada: 4% en 2025, 5% en 2026 y 6% desde 2027.
Por qué es importante: Mientras el plan alterno avanza, la reforma tributaria del Gobierno enfrenta un ambiente cada vez más desfavorable. Aunque el ministro de Hacienda, Germán Ávila, tiene previsto presentar esta semana la propuesta con la que se aspira a recaudar $16,3 billones, diez senadores firmaron la ponencia de archivo el 21 de noviembre, anticipando lo que podría ser su hundimiento.
Los firmantes pertenecen a varias colectividades: Efraín Cepeda y Liliana Bitar (Partido Conservador), Juan Carlos Garcés (Partido de la U), Antonio Zabaraín (Cambio Radical), Juan Pablo Gallo, Karina Espinosa y Mauricio Gómez Amín (Partido Liberal), así como Jairo Castellanos —presidente de la Comisión Tercera—, Ciro Ramírez y María Angélica Guerra (Centro Democrático). Un bloque amplio que deja al Gobierno sin mayor margen de maniobra.
El Ejecutivo buscaba mantener impuestos como el IVA del 19% a los juegos de suerte y azar en línea, vehículos híbridos, bebidas alcohólicas y servicios de hospedaje para extranjeros no residentes. También pretendía elevar del 20% al 30% la tarifa de ganancias ocasionales en rifas y loterías. Su proyecto se organizaba en cuatro pilares: reducción del gasto tributario, progresividad, impuestos a las externalidades negativas y alivios fiscales.