¿Qué tan reales son las cifras y qué tan exitoso es el modelo económico de Gustavo Petro?

El presidente aseguró que su modelo ha reducido la inflación, incrementado el salario mínimo y fortalecido el agro

Foto: Redes sociales

Durante su discurso en la instalación del Congreso el pasado 20 de julio, Gustavo Petro apostó por mostrar una narrativa de logros económicos. Según el mandatario, la economía de Colombia ha mejorado gracias al control de la inflación, el impulso a la economía popular y el fortalecimiento de sectores como el agro, el turismo y la industria.

“Hemos logrado bajar la inflación del 13,8 % al 4,82 %. Es el indicador más importante que un gobernante puede presentar”, afirmó el presidente ante senadores y representantes.

Petro también enfatizó en el crecimiento de las exportaciones agrarias, que alcanzaron los US $11 478 millones en 2024, y en la recuperación del turismo, que superó los 7 millones de visitantes extranjeros con ingresos cercanos a los US $10 000 millones.

Para el jefe de Estado, estos resultados son fruto de un modelo basado en el aumento del salario mínimo, el estímulo del consumo interno y el fortalecimiento de la demanda interna. Además, insistió en que el salario mínimo ha pasado de $1 000 000 en 2022 a $1 423 500 en 2025, lo que, según él, ha mejorado el poder adquisitivo de los hogares.

José Manuel Restrepo advierte un deterioro en la economía de Colombia y cuestiona a Gustavo Petro

Pero la realidad económica presentada por Gustavo Petro no es compartida por todos. El exministro de Hacienda y analista económico José Manuel Restrepo cuestionó las cifras y advirtió un deterioro progresivo en la economía de Colombia.

¿Qué tan reales son las cifas y qué tan exitoso es el modelo económico de Gustavo Petro?

“El déficit fiscal está fuera de control”, dijo Restrepo, al señalar que el gobierno ya corrigió su meta inicial del 5,1 % del PIB y la llevó al 7,1 %, con un pronóstico de más del 7,5 % para 2026. Según él, este será el peor cierre fiscal en la historia del país.

Además, denunció un aumento alarmante en el endeudamiento. Afirmó que el país se está financiando hasta 50 % más caro que hace tres años, lo que se traduce en menor capacidad de inversión pública, mayor presión sobre las finanzas futuras y pérdida de confianza internacional.

Restrepo también acusó al gobierno de violar la regla fiscal, señalando que eso ha sido reconocido incluso por las calificadoras de riesgo.

Tensiones con el Banco de la República y ausencia de política productiva

Uno de los puntos más sensibles del discurso de Gustavo Petro fue su señalamiento al Banco de la República, al que acusó de frenar la economía por mantener altas las tasas de interés. Restrepo criticó fuertemente esa postura:

“La inflación sigue siendo un riesgo real. Atacar la independencia del emisor genera incertidumbre, ahuyenta inversión y refleja desconocimiento técnico”. Según el analista, es imposible bajar tasas si el gobierno no corrige el desorden fiscal que ha creado.

Otro aspecto que Restrepo calificó como preocupante es la falta de un plan productivo. Asegura que no hay medidas claras para estimular la inversión privada ni para generar empleo formal. En cambio, denunció un aumento del gasto en burocracia del 40 % real entre 2022 y 2026, lo cual —en su opinión— evidencia una apuesta por el clientelismo en lugar de por la productividad.

Además, desestimó el crecimiento del agro como logro gubernamental, argumentando que fue causado por factores externos como la caída de los fertilizantes y el repunte del café y el banano.

Un país con dos lecturas sobre su situación económica

Mientras el presidente Gustavo Petro insiste en que la economía de Colombia avanza hacia una transformación social y productiva, varios expertos sostienen que el panorama es incierto. Las críticas apuntan a la caída de la inversión, la informalidad creciente, la presión fiscal sobre los sectores productivos y la fragilidad institucional. El discurso presidencial fue recibido con escepticismo por parte de analistas, gremios y medios especializados.

Restrepo concluyó su análisis con un mensaje contundente: “No hay rumbo económico claro. Solo improvisación y una peligrosa mezcla de populismo fiscal con desprecio por las reglas. La sostenibilidad fiscal, la confianza inversionista y el crecimiento inclusivo no se decretan: se construyen con responsabilidad”.

Para el exministro, la economía de Colombia necesita un liderazgo técnico que recupere la credibilidad y garantice estabilidad a largo plazo.

Gustavo Petro seguirá apostando por una narrativa de logros, mientras sus críticos seguirán cuestionando el costo real de sus políticas. Lo cierto es que el último año de su gobierno será decisivo para evaluar si el país avanza hacia una transformación sostenible o si, por el contrario, se profundizan los desequilibrios que hoy ya preocupan a múltiples sectores.

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