Vivir en una de las grandes ciudades puede significar oportunidades laborales, acceso a servicios de calidad y un sinfín de experiencias culturales, pero también implica enfrentarse a altos costos de vida. Según el más reciente informe de Numbeo, Nueva York se posiciona como la ciudad más cara del mundo en 2025, mientras que Suiza se consolida como el país con mayor presencia en el top 10, al incluir cinco de sus urbes más reconocidas.
El análisis se realizó con base en el Índice del Costo de Vida más Alquiler, que combina gastos esenciales como vivienda, alimentación, transporte y servicios públicos, tomando a Nueva York como referencia (100 puntos).
Ciudades más caras para vivir en 2025: Nueva York, Zúrich y Singapur en el top 10
En la ciudad que nunca duerme, el alquiler promedio de un apartamento de una habitación alcanza los 4.107 dólares mensuales, mientras que una persona sola necesita alrededor de 1.700 dólares adicionales para cubrir sus gastos básicos. Estos valores hacen de Nueva York la referencia global en términos de carestía urbana.
El alto costo responde a factores como la fuerte demanda de vivienda, una oferta limitada y la concentración de empleos en sectores financieros y tecnológicos. Aunque tras la pandemia se registró un leve éxodo de habitantes, los precios inmobiliarios siguen presionados al alza.
Detrás de Nueva York, el ranking está dominado por ciudades suizas: Zúrich (93.2), Ginebra (90.6), Basilea (83.9), Lausana (83.4) y Lugano (79.1).
La fortaleza del franco suizo, la estabilidad económica y la elevada calidad de vida explican por qué Suiza concentra la mitad de las ciudades en el top 10.
En Zúrich, segunda en la clasificación global, los precios de la vivienda y los servicios básicos se combinan con uno de los niveles salariales más altos del mundo, lo que crea un equilibrio particular: aunque los gastos son elevados, también lo es el poder adquisitivo de sus residentes.
Además de la Gran Manzana, tres ciudades estadounidenses figuran entre las más caras: San Francisco (85.3), Boston (81.2) y San José (80.4).
En el caso de San Francisco, la meca tecnológica, el precio promedio de una vivienda supera 1,3 millones de dólares, reflejando la fuerte presión inmobiliaria de Silicon Valley.
Boston, con su prestigio académico y sanitario, y San José, corazón de la innovación digital, confirman que el peso de la industria tecnológica eleva los precios de manera sostenida.
El listado se completa con Singapur (80.9), una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, con 8.576 habitantes por kilómetro cuadrado en 2025. Su modelo económico basado en la innovación, los servicios financieros y el comercio internacional hace que la presión sobre los precios sea constante, especialmente en vivienda y transporte.

El estudio confirma que las grandes disparidades en el costo de vida no solo dependen del tamaño de la ciudad o su dinamismo económico, sino también de factores locales como la moneda, la dependencia de importaciones y las políticas de vivienda.
Mientras que los centros financieros y tecnológicos lideran la lista, en muchas ciudades de países emergentes los costos son relativamente bajos, aunque los salarios también lo son, lo que plantea un debate global sobre la verdadera “asequibilidad urbana”.