El gremio de la construcción, Camacol, hizo un llamado al nuevo gobierno que iniciará en 2026 para priorizar la recuperación del programa Mi Casa Ya, una de las políticas más exitosas de acceso a vivienda en el país. Durante la inauguración del Congreso Colombiano de la Construcción, el presidente de la entidad, Guillermo Herrera, propuso lanzar una versión renovada: Mi Casa Ya 2.0, adaptada a los retos actuales del mercado y a las limitaciones fiscales del Estado.
Para Herrera, Camacol considera que la nueva etapa del programa debe centrarse en tres objetivos: mayor cobertura para familias vulnerables, concurrencia de subsidios entre los niveles nacional y territorial, y un menor costo fiscal. “La vivienda es el motor que puede volver a encender la economía del país. Si el nuevo gobierno quiere resultados desde el primer día, debe arrancar con Mi Casa Ya 2.0”, aseguró.
El contexto no es menor: Colombia enfrenta un déficit habitacional del 27%, un acceso restringido al crédito y una desaceleración en la inversión pública. Ante ese panorama, Camacol busca que la política de vivienda recupere su papel como estrategia de desarrollo social y económico.
¿Qué pasa con Mi Casa Ya?
El primero plan de Camacol es Mi Casa Ya 2.0, orientado a hogares de bajos ingresos, con subsidios concurrentes entre el Gobierno Nacional y los entes locales. El segundo es un programa de reactivación del crédito hipotecario, que no solo beneficie a la vivienda de interés social (VIS), sino también a la clase media, clave para la generación de empleo y dinamización económica.
En tercer lugar, el gremio propone revivir los incentivos al ahorro para vivienda mediante la recuperación de los beneficios tributarios de las cuentas AFC, debilitadas tras las recientes reformas fiscales. Esto permitiría fortalecer el sistema hipotecario y disminuir la dependencia de subsidios directos.
El cuarto punto sugiere nuevos modelos de negocio para atraer inversión nacional e internacional, como el arriendo institucional o la compra de vivienda desde el exterior. Para ello, Camacol plantea un marco regulatorio moderno que canalice las remesas y fomente la renta de largo plazo en el país.
Finalmente, el quinto eje busca combatir la informalidad urbana mediante una gestión del suelo más ágil, normas claras y proyectos de renovación urbana que den coherencia a la planeación territorial. Herrera insistió en que “las ciudades ordenadas y sostenibles deben ser el corazón de una política de vivienda moderna”.
Con estas propuestas, Camacol espera que el próximo gobierno reactive los motores de la construcción, recupere la confianza del sector y genere un entorno propicio para el crecimiento económico y el bienestar social. El mensaje del gremio fue claro: sin vivienda y sin urbanismo sostenible, no hay desarrollo posible en Colombia.