En una nueva medida proteccionista, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 25% sobre todos los automóviles que no sean ensamblados dentro del país.
Impacto del nuevo arancel del 25% en la industria automotriz
Desde el Salón Oval, Trump confirmó la implementación del nuevo arancel, que representa un incremento sustancial frente al 2,5% que actualmente se aplica a los automóviles importados. «Lo que vamos a hacer es un arancel del 25% para todos los coches que no se fabriquen en Estados Unidos», afirmó el mandatario.

Impacto en la industria automotriz
El nuevo arancel afectará de manera diferenciada a los fabricantes de automóviles, dependiendo de su nivel de producción dentro de EE.UU. Según un análisis de The Economist y Barclays, Tesla es la única marca que no enfrentará consecuencias, dado que el 100% de sus vehículos se ensamblan en territorio estadounidense.
Por otro lado, compañías como Ford (77%), Stellantis (57%), Nissan (52%) y General Motors (52%) tienen una presencia manufacturera significativa en el país, aunque dependen en menor medida de fábricas ubicadas en México y Canadá. En el caso de Toyota, que ensambla el 48% de sus autos en EE.UU., se prevé un posible aumento de costos debido a la nueva tarifa.
Sin embargo, algunas marcas se verán seriamente afectadas por la medida. Volkswagen, que solo ensambla el 21% de sus automóviles en EE.UU., y Hyundai-Kia, con un 33% de producción local, enfrentarán dificultades considerables, ya que gran parte de sus vehículos provienen de fábricas en otros países.
En el caso de Hyundai-Kia, el 59% de su producción se lleva a cabo fuera de EE.UU., Canadá y México, lo que la coloca en una posición especialmente vulnerable frente al arancel.
Origen de los autos vendidos en EE.UU.
El informe basado en datos de The Economist y Barclays señala que las marcas automotrices tienen una distribución de producción diversa. Mientras que algunas dependen mayoritariamente de la manufactura en EE.UU., otras cuentan con fábricas en Canadá, México o incluso en otras regiones del mundo.
Por ejemplo, Ford ensambla un 21% de sus vehículos en México y Canadá, mientras que Stellantis eleva esa cifra al 39%. Toyota, por su parte, tiene un 27% de producción en estos países y un 25% en otras regiones, lo que la expone a costos adicionales bajo la nueva regulación.
¿Subirán los precios de los automóviles?
Expertos del sector advierten que el principal impacto del arancel será un aumento en los precios de los vehículos, lo que afectará directamente a los consumidores estadounidenses.
Según un análisis de Cox Automotive, si no se otorgan exenciones arancelarias, los precios de los autos podrían elevarse en al menos 3.000 dólares para los fabricados en EE.UU. y hasta 6.000 dólares para aquellos ensamblados en México o Canadá.
Este encarecimiento podría repercutir en una disminución de las ventas de automóviles nuevos, afectar la producción y generar despidos en la industria. Además, dado que muchas plantas dependen de piezas importadas, el impacto no solo recaerá en los fabricantes de automóviles, sino en toda la cadena de suministro del sector.

La industria automotriz se encuentra a la expectativa de posibles negociaciones o ajustes a la medida, mientras los fabricantes evalúan cómo enfrentar el nuevo escenario económico.
La decisión del gobierno estadounidense podría desencadenar represalias comerciales por parte de otros países, lo que aumentaría aún más la incertidumbre en el mercado global de vehículos.
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