La discusión por el salario mínimo entra en su fase definitiva. Tras el cierre sin acuerdo de la primera ronda de negociaciones entre empresarios y trabajadores, el Gobierno activó un nuevo compás de espera que se extenderá hasta el próximo 30 de diciembre, fecha límite para fijar el incremento que regirá en 2026.
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, confirmó que continúan los esfuerzos para alcanzar una concertación, pese a que las posiciones entre las partes siguen siendo distantes. En declaraciones recientes, el funcionario explicó que se abrió un nuevo periodo de 48 horas para intentar destrabar la negociación y acercar las propuestas presentadas por las centrales obreras y los gremios empresariales.
Gobierno, empresarios y trabajadores entran en la fase definitiva de la negociación del salario mínimo
Aunque el diálogo formal concluyó el pasado 15 de diciembre sin resultados, el Ejecutivo mantiene abierta la posibilidad de un acuerdo. Sin embargo, el margen es cada vez más estrecho y el calendario juega en contra. De no lograrse una concertación, el incremento del salario mínimo deberá definirse por decreto antes de finalizar el año, como ha ocurrido en los dos ejercicios anteriores.
Las diferencias siguen siendo amplias. Mientras las centrales sindicales insisten en un aumento del 16%, argumentando la necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, los empresarios consideran que un ajuste de ese nivel pondría en riesgo el empleo y la estabilidad de las empresas. Desde el sector gremial se ha planteado que el incremento no debería superar el 7,21%.
En medio de este escenario, el ministro Sanguino reiteró que el objetivo del Gobierno es llegar a un consenso, pero reconoció que la distancia entre las propuestas complica el panorama. “Tenemos plazo hasta el 30 de diciembre para definir el salario mínimo”, recordó el jefe de la cartera laboral, dejando claro que el reloj ya está corriendo.
El debate también ha tenido eco en otros sectores del Gobierno. El ministro del Interior, Armando Benedetti, señaló que el anuncio del salario mínimo podría hacerse por decreto entre el lunes y el martes de la próxima semana. Además, sugirió que el aumento podría sorprender, al dejar entrever que la cifra final estaría por encima del 12%, acercándose a la aspiración de los trabajadores.
Tras el cierre del periodo formal de negociación, el Ministerio de Trabajo solicitó a empresarios y sindicatos presentar sus salvedades. Este mecanismo permite que cada parte exponga sus observaciones y argumentos frente a las propuestas de la contraparte, así como sus consideraciones generales sobre la situación económica y laboral del país.
Estas salvedades marcan el inicio de una segunda etapa del proceso. Una vez analizadas, el Gobierno definirá, junto con el presidente Gustavo Petro, si existen condiciones para retomar las conversaciones o si, por el contrario, se avanza hacia la expedición del decreto que fijará el nuevo salario mínimo.
Aunque Sanguino ha reiterado su preferencia por una salida concertada, también ha sido claro en señalar que, si no se logra un punto medio, el Ejecutivo asumirá la responsabilidad de tomar la decisión. Así, entre el 22 y el 30 de diciembre, se definirá uno de los asuntos económicos más sensibles para millones de trabajadores y empleadores en Colombia.
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