La tecnológica aumentó 10% los despachos de su producto estrella en el primer trimestre de 2025, anticipándose a posibles aranceles impulsados por el gobierno de Donald Trump. La estrategia evidencia cómo la política comercial global sigue moldeando las decisiones de las grandes compañías tecnológicas.
En un contexto marcado por la incertidumbre comercial entre Estados Unidos y China, Apple Inc. logró un crecimiento del 10% en los envíos globales de iPhone durante el primer trimestre de 2025, según datos publicados por la firma de análisis IDC.
La compañía californiana despachó 57,9 millones de unidades entre enero y marzo, frente a los 52,6 millones que distribuyó en el mismo periodo del año anterior.
Apple se adelanta a nuevos aranceles de EE.UU. con un salto en envíos de iPhone
Aunque a simple vista estas cifras podrían interpretarse como un aumento en la demanda, IDC aclaró que el repunte responde principalmente a una estrategia logística para evitar los efectos de los aranceles propuestos por la administración del expresidente Donald Trump.
“Este aumento obedece más a una planificación estratégica que a un crecimiento del consumo. Apple y otros fabricantes aceleraron su cadena de suministro para esquivar costos adicionales derivados de la política arancelaria”, explicó IDC en su informe trimestral.

La decisión de Apple forma parte de una tendencia entre las grandes compañías tecnológicas, que durante meses se prepararon para posibles alzas en los impuestos a la importación.
Según reportes de Bloomberg News, las empresas del sector llenaron sus canales de distribución en EE.UU. con productos previamente despachados desde Asia, aprovechando que los aranceles solo aplican a bienes que ingresan al país después de su implementación.
El propio Trump había advertido sobre tarifas que podrían alcanzar hasta un 145% para ciertos productos, aunque una reciente exención temporal redujo momentáneamente esa amenaza para la industria electrónica.
No obstante, el exmandatario ya anticipó que se impondrán nuevos aranceles, específicamente dirigidos a artículos que contengan semiconductores. Aunque estas medidas serían menos severas que las inicialmente propuestas, el riesgo de aumentos de precios para los consumidores estadounidenses sigue latente.
Fuera de Estados Unidos, Apple también incrementó sus envíos en mercados estratégicos con el objetivo de mitigar interrupciones y estabilizar precios. Sin embargo, la compañía experimentó una baja en su desempeño dentro de China, atribuida a un programa de subsidios del gobierno chino que excluyó a los modelos iPhone Pro.
Este factor afectó particularmente la competitividad de Apple frente a marcas locales como Xiaomi y Oppo.
El panorama general de la industria de smartphones se mantuvo relativamente estable, con un crecimiento global del 1,5%, alcanzando un total de 305 millones de unidades enviadas.
Samsung lideró el mercado con 61 millones de dispositivos despachados y una cuota del 20%, seguida por Apple con un 19%. Xiaomi se consolidó como el tercer actor más fuerte, aumentando sus envíos en un 2,5%, mientras que Oppo sufrió la mayor caída, con un descenso del 7%.

Como parte de su estrategia para reducir su dependencia de la manufactura en China, Apple también ha intensificado la producción en India. Actualmente, ese país ya representa el 20% de la fabricación global de iPhones, lo que no solo diversifica la cadena de suministro de la compañía, sino que también la posiciona de manera más ventajosa frente a los aranceles norteamericanos.
Apple dará una visión más clara de su rendimiento comercial cuando presente sus resultados financieros del segundo trimestre el próximo 1 de mayo.
Por ahora, la compañía parece estar navegando con éxito las aguas turbulentas de la política comercial global, combinando decisiones estratégicas de producción y logística con una capacidad de adaptación que sigue siendo clave en el competitivo mundo tecnológico.
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