Cuando un país como Colombia cambia con tanta frecuencia su sistema tributario se convierte en uno de los peores incentivos y fantasmas para un inversionista, tanto local como extranjero. Esto es un cambio de reglas demasiado constante que para nada fomenta la inversión.
A parte de esto, es cierto que Colombia ha tenido por tradición en los últimos 15 años no tomar las decisiones que son necesarias, correctas, urgentes, responsables y que son las que el país necesita. No solo para salir adelante, sino para traer inversión, crecer, ser sostenibles fiscalmente, no generar tanto déficit y ser competitivos.
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Todas estas decisiones no se han tomado, aplazado y diluido por cuestiones políticas, las cuales perjudican lo que en la práctica es correcto. El Gobierno menciona que no puede tomar esta decisión porque le van hacer un paro, bloqueos, su popularidad va a bajar, le tengo que responder a los integrantes de estas empresas, sectores, sino me van a presionar por otro lado.
Toda una serie de elementos, unos más nocivos que otros pero al final con la misma intención, han hecho que los Gobiernos tengan que apartarse de tomar las decisiones que son correctas. Como por ejemplo, aumentar la base gravable de las personas naturales. Esto es algo que no se puede seguir aplazando, pues no se puede continuar cargando a las personas que vienen pagando impuestos directos desde hace 15 años.
En cada reforma tributaria son ellos los que cargan más y más, y no en vano por eso algunos han renunciado a la nacionalidad colombiano.
¿Van a cargar más a las empresas?, recordemos que primero falla la reforma de Carrasquilla, luego viene un proyecto, en el cual fue Bruce Mac Master se fue hablar en nombre de todos los empresarios a la oficina de Iván Duque y a decir que todos iban asumir el costo de esta iniciativa, cuando el solo representa a unas empresas, muy representes y grandes, pero él no podía ir entregar un mensaje enviado por parte de las micro y pequeñas entidades, las cuales son las que sostiene al país, que cuenta con una economía muy débil, frágil y con una informalidad que supera el 55%.
Gustavo Petro mencionó que las empresas deben pagar menos impuestos
Después llega Petro y carga más a las personas y empresas, y ahora si dice que las organizaciones pagan mucho, hay que cargarles más a los ciudadanos.
Primero, ¿las personas pagan mucho? Claramente, y son las primeras a las que hay que bajarles este cobro. Si queremos que Colombia sea un país competitivo, las empresas deberán pagar entre 25% y 28% de puntos de impuestos, y estos deberían ser progresivos. No es justo que una compañía gigante pague lo mismo que una pequeña empresa.
A nivel de personas naturales es absolutamente insostenible que el 70% de las personas en Colombia quieran vivir de los impuestos directos que solo paga el 30% de la población. Esto se puede modificar bajando el IVA del 19% al 12% o 11%, pero ampliando ese impuesto a todos los productos, bienes y servicios. Todo absolutamente gravado.
Otra de las soluciones es que todas las personas declaren renta. Explicarles que esto no es pagar, pero sí hay que hacer que más personas paguen impuestos de renta al año y que este también sea en escalas. Que el ciudadano que menos paga de renta en el país sea entre $70.000 y $100.000, un valor casi que simbólico pero que genera un compromiso con Colombia.
Desde luego, el mayor esfuerzo en este momento tiene que venir por parte del Estado, que no puede creer que entre más gasten más van a mover la economía. El Gobierno tiene que gastar menos, dejar tanto clientelismo y derroche de recurso público, y lo único que gaste lo lleve a inversión: que el Invías trabaje, subsidios para la construcción de vivienda y que aporten hacia la mejora de la pobreza multidimensional, que es un ítem que está completamente olvidado.
Como medio queremos decir que el camino es muy claro, las soluciones están sobre la mesa, pero se necesita una voluntad política que tal vez este Gobierno no tenga. Además, desde la Presidencia de la República no pueden seguir aplazando el injusto no aumento del diésel.
Hoy quienes están tanqueando la gasolina corriente y subsidian a los del diésel, quienes tienen muchas camionetas y están recibiendo subsidios de algunos de los más pobres que pagan corriente.
Ese hueco del déficit de precios de estabilización del combustible es generado debido al ACPM, por lo que el Gobierno debe subir, gradualmente, sí o sí su valor este año y por lo menos reducir entre en un 40% y 70% ese precio artificial que es absurdo.
De no tomarse estas medidas, Colombia va a experimentar peores números económicos este año y se le sumará una tasa del desempleo que va aumentar, una inflación que no va a bajar y un crecimiento económico prácticamente nulo.
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