Los principales empresarios y políticos del país tienen sus lugares predilectos para discutir asuntos de interés nacional mientras toman un café – de preferencia italiano (sí, italiano) -, o mientras cenan. Estos son los sitios que más frecuenta la élite colombiana.
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Bogotá es por excelencia el hábitat natural de los líderes empresariales más prominentes de Colombia y de los servidores públicos del más alto nivel. Por supuesto, porque es la capital del país y, sobre todo, porque por esta misma razón allí se encuentran las sedes principales de las diferentes ramas del poder público y todas las instituciones y entidades ligadas a ellas, así como las de las empresas colombianas más emblemáticas.
Esta ciudad alberga también muchos de los restaurantes más prestigiosos del país, que son los preferidos de estos personajes. Desde las mesas de estos establecimientos no solo saborean exquisitas preparaciones de la gastronomía francesa, argentina o española, sino que se deleitan tomando decisiones de índole nacional, construyendo las agendas de los medios de comunicación, acordando posibles nombramientos, decidiendo el curso de investigaciones judiciales o, a propósito de las elecciones del año entrante, determinando quiénes serán los candidatos de cada partido y quiénes no.
De modo que, como se ha demostrado año tras año, el restaurante más frecuentado por la élite colombiana es Pajares Salinas, ubicado en la Carrera 10 # 96-08. Se trata de un restaurante de comida tradicional española, que tiene 67 años de historia en el país; además, como lo admite el establecimiento en su sitio web, es un lugar “que guarda secretos de Estado, recetas de cocina y un fogón como testigo de un lugar emblemático de la cocina en Colombia”. El expresidente César Gaviria es uno de los políticos que más visita este restaurante.
Otro de los lugares que frecuentan es Harry Sasson, un restaurante cuyas preparaciones se enfocan en los sabores latinos, ofreciendo una experiencia única al utilizar técnicas clásicas de tecnología y métodos responsables con el medio ambiente. Para muchos este es el mejor restaurante de Bogotá y se encuentra ubicado en la Carrera 9 #75-70.
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¿Qué lo hace tan atractivo para los políticos y empresarios? El lugar, que fue fundado en 1969, ofrece una zona exclusiva para este tipo de personajes que pueden llamar la atención del público. En su segunda planta, haciendo una reservación, la élite puede tener un espacio 100 % privado para atender sus asuntos sin distracciones. De este modo, quienes más visitan Harry Sasson son los funcionarios miembros de la comunidad judía en Colombia, así como el expresidente Andrés Pastrana y el reconocido empresario Manuel Santiago Mejía, exmiembro de la Junta de Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Ahora, un lugar menos lujoso, pero que ofrece una carta igual de exquisita es el Padre Café-Bar, ubicado en la Carrera 9 # 9-83 en el barrio La Candelaria, a tan solo unas cuantas calles de la Plaza de Bolívar. Allí es más común que los congresistas se reúnan entre los martes y jueves de cada semana y, casi siempre, lo visitan cuando una sesión tiene lugar en el Congreso, pues una vez esta finaliza los funcionarios se reúnen en este café.
Otro de los lugares imperdibles para los políticos colombianos que trabajan en el Congreso, en el Palacio de Nariño o en el Palacio de Líbano es el restaurante de comida argentina Mi Viejo, que se encuentra en la Calle 26c # 4-42 y es relativamente cercano al Hotel Tequendama, en el que muchas veces se alojan los funcionarios públicos de todo el país en sus visitas a Bogotá o incluso políticos internacionales. Este restaurante fue fundado en 1998 y su primera sede estuvo ubicada en La Candelaria, hasta diciembre de 2019 cuando se mudaron a este sitio.
Volviendo a la cocina de autor, otros de los lugares en donde se toman las decisiones más importantes del país a la carta, son Il Pomeriggio y La Brasserie, ambos ubicados en los alrededores del Centro Comercial Andino.
Il Pomeriggio, con su oferta gastronómica italiana, es el preferido de abogados como Jaime Granados, quien lleva el caso que tiene bajo detención domiciliaria al expresidente Álvaro Uribe, y Frank Pearl, quien fue ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia por tan solo un año, entre el 2011 y el 2012.
Este restaurante es propiedad del reconocido empresario Leo Katz, quien es ingeniero industrial de la Universidad de los Andes y realizó estudios ligados a la industria de los alimentos en New York. Katz es dueño de toda una cadena de prestigiosos restaurantes, agrupados bajo el nombre de ‘Zona K’, entre los que se encuentran Barra Chalaca, Il Giardino, Luna, La Mar o el famoso Illy, especializado en café italiano.
Luego está entonces La Brasserie, ubicado en la Carrera 13 #85 -35. Este es un restaurante de comida francesa que queda al frente del hotel Four Seasons Casa Medina de Bogotá. La Brasserie ya se considera un clásico culinario de la ciudad, con comida francesa “de bistró, delicada y potente a la vez”, como lo indica la lista de los Mejores Restaurantes de Colombia. Es el preferido de tres de los senadores más polémicos del país: Ernesto Macías, Armando Benedetti y Roy Barreras.
A propósito del Hotel Four Seasons de la capital, la propuesta de comida mediterránea de su restaurantes Castanyoles también atrae a los políticos y empresarios del país, a esto se le suma que el Four Seasons acoge a invitados extranjeros de gran importancia. Lo mismo ocurre con el restaurantes del Hotel JW Marriot, que funcionarios de alcaldías y gobernaciones a lo largo y ancho del territorio nacional han elegido como su punto de encuentro con sus colegas capitalinos.
Por último, pero no menos relevante, está El Chato, que se puede decir y es el lugar del momento para la élite colombiana. Se trata de un lugar que abrió sus puertas en 2017 y fue fundado por el chef colombiano Álvaro Clavijo, quien después de llevar su cocina a ciudades como Barcelona, París, New York y Copenhague regresó a su natal Bogotá para sorprender con sus propuestas de gastronomía moderna.
Desde entonces, los políticos y empresarios se reúnen allí a la hora de la cena. El lugar ha tomado un prestigio sin precedentes, al punto de que para realizar una reserva es necesario pagar, como garantía de que no se va a pedir una cancelación a último minuto impidiendo que otros comensales asistan al restaurante.
Desde las mesas de estos restaurantes en Bogotá, los líderes gremiales, empresarios, políticos, abogados y funcionarios de todos los rangos, desde el bajo hasta el más alto, toman decisiones que involucran el día a día del acontecer político y empresarial del país, mientras trinchan, beben y saborean las propuestas gastronómicas más destacadas de la capital.