Una investigación del Banco de Bogotá ha revelado que el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) en Colombia alcanzó el -3.3% del PIB en el primer semestre de 2024, el nivel más alto registrado desde que el Ministerio de Hacienda comenzó a monitorear estos datos en 2004. Este incremento en el déficit ha generado preocupación entre los analistas, ya que pone en riesgo el cumplimiento de la Regla Fiscal (RF) para el año.
Panorama general: El crecimiento del gasto público, que aumentó un 21.3% en comparación con el mismo período del año anterior, contrasta fuertemente con la reducción de los ingresos, que cayeron un 3.9%. Esta combinación ha dejado al balance fiscal primario, que excluye el pago de intereses, en un preocupante -0.9% del PIB, justo en el límite de lo que permite la RF.
Análisis del déficit fiscal y su impacto en la economía colombiana
Uno de los principales problemas que enfrenta el gobierno, según el estudio del Banco de Bogotá, es el comportamiento decepcionante del recaudo tributario. A pesar de las expectativas generadas por la entrada en vigor de la reforma tributaria de 2022, el recaudo en agosto volvió a ubicarse por debajo de las metas proyectadas. Investigaciones Económicas (IE) del banco estiman que el descalce en ingresos tributarios podría rondar los $10 billones para finales de año si no se observa un repunte significativo en los próximos meses.
Hasta agosto, el gobierno esperaba haber recaudado $184.6 billones, pero el ingreso real fue de $178.6 billones, lo que dejó un déficit acumulado de $6 billones en los primeros ocho meses del año. Aunque el recaudo tiene un componente estacional que podría mejorar en los últimos meses del año, IE calcula que hay un 96% de probabilidad de que los ingresos totales no alcancen la meta de $279.4 billones. Para cerrar la brecha, el recaudo tendría que comportarse de manera extraordinaria, similar a lo observado en 2021, algo que parece poco probable.
Por qué es importante: En respuesta a la caída en los ingresos, el gobierno congeló $20 billones del Presupuesto General de la Nación (PGN) en junio y posteriormente anunció un ajuste adicional de $50.8 billones en el gasto total programado para 2024. Sin embargo, a pesar de estas medidas, la situación fiscal sigue siendo crítica. El límite de ejecución del PGN sin deuda hasta agosto fue del 59.8%, exactamente el mismo porcentaje que se había proyectado tras el ajuste, lo que indica que no hay margen para un nuevo incumplimiento de la meta de recaudo.
El cumplimiento de la RF para 2024 depende ahora de un ajuste aún mayor en el gasto público. Con solo tres meses restantes para finalizar el año, el gobierno enfrenta una situación complicada: si no logra reducir más el gasto o incrementar significativamente el recaudo en lo que resta del año, podría incumplir la RF, lo que podría tener repercusiones en la percepción de riesgo del país y en su calificación crediticia soberana.
Detalles:
Si bien gran parte del enfoque actual está en la definición del Presupuesto General de la Nación para 2025, las finanzas de 2024 siguen siendo motivo de preocupación. La posibilidad de que el presupuesto de 2025 esté desfinanciado, repitiendo la historia del año en curso, es alta, lo que podría agravar la situación fiscal en el futuro. Según el análisis del Banco de Bogotá, el gobierno enfrenta un desafío considerable para recuperar la sostenibilidad de sus finanzas públicas y garantizar que el país cumpla con sus compromisos fiscales.
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